El Odilo se ahoga en el Pisuerga y el ‘playoff’ tendrá que esperar

El encuentro comenzó con posesión para el Odilo Cartagena tras un error de Mballa en el salto inicial que le acabó cediendo el balón al rival, error mínimo que iba a ser tapado por su liderazgo durante el encuentro . Golpeaba primero el Odilo con Ugochukwu como protagonista siendo el líder del ataque del equipo cartagenero. A pesar de ello, el Valladolid no tardó en reaccionar y mandaban en el marcador saliendo más enchufados que el Cebé y con más precisión a canasta. Tan solo dos puntos era la diferencia habitual en el luminoso. En defensa estaba sufriendo bastante el Cebé por las embestidas de Manchón y Mballa y no conseguía remontar el marcador. Estaba mejor el equipo pucelano que se iba venciendo al segundo cuarto con un 25-16 a favor en un arranque de partido impecable liderado por Mballa.

El órdago del club blanquivioleta en el banquillo funcionó y los jugadores locales cambiaron radicalmente la imagen ofrecida en Oviedo el pasado miércoles. Fue uno de los mejores partidos del equipo pucelano esta temporada (sino el mejor en defensa) Y los 28 puntos de Demers, en su mejor actuación como blanquivioleta, fueron claves para que el Odilo, sin Van Eyck, Asier González y Domenech, hincara la rodilla en Valladolid.

La necesidad de puntuar se reflejaba en la intensidad y el estar en pista de un Real Valladolid que arrolló al Cebé en el primer cuarto. El equipo de Jordi Juste no tuvo la eficacia de cara a canasta desde la zona de triple y le estaba costando trabajo sumar de dos desde el interior del área. Pero si hay un equipo experto en remontar los comienzos es el Odilo como demostró ante l Tizona, y seguía insistiendo en los siguientes 10 minutos. En el segundo cuarto seguía llevando la iniciativa el Valladolid a pesar de la frescura que le intentaba impregnar Alberto Martín al ataque del Cebé.

Álex Jordá se disfrazó de Hermansson en la suma de tres en tres pero no les daba a los de Juste para reducir la diferencia en el marcador. Ambos conjuntos necesitaban la victoria, algo más el cuadro local que lo estaba demostrando con una exhibición de personalidad en un pabellón con mucha gente en el antepenúltimo ‘checkpoint’ de su carrera por la salvación. A tres minutos del descanso, el Odilo conseguía acercarse en el marcador reduciendo la diferencia a dos puntos. Sin embargo, Demers se unía a Manchón y Mballa en la pesadilla pucelana que estaba viviendo el Odilo en el Pisuerga donde no conseguía igualar ni el luminoso ni la intensidad local. Con diferencia de ocho puntos a favor de los blanquivioletas (46-39) acababa el segundo cuarto.

Al Odilo le tocaba reinventarse en la segunda parte, tal y como lo hemos visto hacer durante esta histórica campaña. Es cierto, que en muchas ocasiones el factor cancha a favor ha sido un catalizador importante para su resurrección en partidos igualados como el de Valladolid pero esta vez le tocaba remar tirando de fe y ambición lejos de su gente. Por fin el Odilo consiguió meter dos de dos tiros libres. El primer tiempo fue terrible en ese apartado.

El tercer cuarto empezó con lío arbitral, en este caso, a favor del Odilo por un tapón de Mballa que, para la afición pucelana, era limpio. Lejos de eso, los de Valladolid seguían a lo suyo. Llegada y canasta. Una detrás de otra. Se llegaron a poner 12 puntos arriba. El Odilo se notaba mermado físicamente y no podía parar a un Mballa que estaba desatado. Hermansson andaba desaparecido, Van Eyck sin minutos y Alberto Martín intentaba tirar del carro pero al Cebé no le salía nada. La distancia de puntos seguía creciendo y los problemas aumentaban porque los cartageneros se metían en bonus a dos minutos del final de cuarto y con una media de 12 puntos abajo.

Se le hacía largo el partido a los de Jordi Juste y parecía imposible alcanzar a los de Paniagua. Este penúltimo cuarto finalizaba con un 68-57 a favor de los locales. El último cuarto se le presentaba al Odilo como la oportunidad de apretar y forzar la prórroga. Pero el Valladolid fue muy superior durante todo el encuentro y los últimos diez minutos tampoco fueron aprovechados para dar un golpe encima de la mesa por parte de los portuarios.

Lo cierto es que la cuesta crecía cada vez que los locales llegaban a las inmediaciones de la canasta cartagenera porque el porcentaje de puntos por tiros era muy elevado. El Odilo lo intentó hasta el final pero el encuentro comenzó atropellado y acabó aún más con un marcador de 86-75 para los de casa. Un encuentro para olvidar del Cebé Cartagena ante un Valladolid que da un paso de gigante para la salvación. El Odilo, mientras, podrá sellar su pase al ‘playoff’ de ascenso ganando el sábado en su pista al Oviedo (20.30 horas).