
Cuando el lunes nuestras vidas se fueron a carta de ajuste, España se convirtió en un thriller de Netflix y la realidad empezó a hacerle … competencia desleal a los estrenos. Aun así los de esta semana merecen la pena, aunque sea por contemplar a mujeres bregando contra sus soledades acompañadas (que son las peores), buscando hueco en el cine como la genialidad de Lamine Yamal en el césped.
Esa soledad femenina combativa la encontraremos hasta en el ‘blockbuster’ de la jornada, otro delirio de Marvel con la que se cierra lo que ellos llaman su fase 5 (Disney es como una cadena de montaje). Los ‘Thunderbolts’ lo componen siete superhéroes más incompatibles que la concordia con Ayuso (feliz dos de mayo), pero que deben luchar juntos contra una malvada que quiere destruir/dominar/explotar (a elegir) el mundo.
Reconozco que desde ‘Endgame’ (2019) me pierdo en Marvel y sus ramificaciones, así que me deja indiferente este trabajo de la solvente actriz que es Florence Pugh, que encabeza estos siete magníficos, aunque la originalidad resida en que se comportan más como los siete salvadores disfuncionales de ‘Bichos’ (1998). Misma hipertrofia de acción de siempre pero sin tanto alarde de efectos especiales.
Celia Rico es la directora que adapta en ‘La buena letra’ una novela conservando su esencia literaria. En especial preserva los silencios, en los que puedes escuchar los pensamientos de unos personajes interpretados por unos actores estupendos, especialmente Loreto Maulon. Nos sitúa en una familia de los perdedores de la guerra civil española, relatando la situación de una mujer que sostiene a su familia mientras a su alrededor un hijo pródigo regresa, otra mujer con aires de libertad aparece y su amor conyugal va adquiriendo un brillo mate. Es la intrahistoria como la definía Unamuno, aquello que le sucede a las vidas anónimas mientras se escribe la Historia con mayúsculas. Un cuento de renuncia y silencios, que puede sonar tan antiguo como tener buena caligrafía en un mundo con autocorrector, emoticonos, y en que las cartas de amor son sustituidas por un ‘reel’ romántico de Instagram.
Para mi atrofiado gusto ‘post-boomer’, al cine de Yorgos Lanthimos (factótum actual del cine gafapasta) le sobra pretenciosidad, preciosismo feísta, plúmbea vacuidad y oxímoron ideológico. Así que me acerqué con reservas a ‘Septiembre dice’, primera película dirigida por su musa y esposa, la notable (como actriz, no como realizadora) Ariane Labed. Por desgracia confirmé mis peores presagios en cuanto empezaron a contarme esa relación tóxica entre dos hermanas con comunicación casi telepática, que crean su propio mundo al modo de ‘Vírgenes suicidas’ (1999). He de confesar que se me hizo más larga que los primeros cien días de Trump.
En ‘Ritos ocultos’ una chica desaparece en un pueblo inglés y su madre, ajena a las costumbres locales, tiene que buscarla hasta descubrir los secretos siniestros de esa comunidad. Es un ejemplo de terror rural británico, (la siniestra campiña inglesa que conocemos de ‘El sabueso de los Baskerville’ y las decenas de cadáveres que se encuentran en el pueblecito de St. Mary Mead donde vivía la Señorita Marple). El clásico moderno ‘Midsommar’ (2019) revitalizó este subgénero, y está película intenta hacerle honor con el mismo dudoso éxito con el que Sánchez explicando el apagón.
Un ‘Mulan’ (1998) inca sería la definición simple de la película peruana de animación ‘Kayara, la guerrera del imperio Inca’. Es un loable esfuerzo de dar una visión indígena de esa filmografía, recuperando una leyenda sobre una chica que se empeña en formar parte del mítico sistema de mensajeros de aquel imperio del siglo XV. Otra reivindicación femenina.
Nadie es perfecto y el cine político menos todavía, por lo rápido que pierde actualidad si está pegado a la realidad y el habitual empeño de poner el mensaje por encima del arte. Aprovechando la fiesta del trabajo me gustaría reivindicar ‘Novecento’ (1976), no por lo que cuenta de un periodo concreto de la historia, sino como testimonio de la época en que Bertolucci la filmó. Un tiempo lleno de certezas erróneas, de pensamientos mágicos, argumentos contrafácticos, y sin las piedras del derribado Muro de Berlín sepultando todo aquello.
Que tengáis una semana de cine.

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Enlace de origen : Superhéroes en 'Civil War: Thunderbolts'