Ana de Dios
Sábado, 10 de mayo 2025, 20:37
La limpieza del calzado puede parecer una tarea sencilla, pero lo cierto es que encierra más complejidad de la que muchos imaginan. Aunque meter los zapatos en la lavadora puede parecer la solución más rápida y cómoda, esta práctica puede acabar dañándolos seriamente. El centrifugado, con sus movimientos bruscos, puede provocar que las suelas se despeguen o que los materiales pierdan su forma y textura original.
Por esta razón, recomiendan optar por una limpieza manual, más cuidadosa y respetuosa con los materiales. Además, es importante tener en cuenta que no todos los zapatos son iguales. Algunos están hechos de materiales que no toleran bien el agua, como el esparto, muy habitual en alpargatas o calzado de verano, que tiende a deformarse o romperse con la humedad. Por ello, antes de aventurarse a limpiar un par de zapatos por cuenta propia, es clave informarse bien sobre el método adecuado para cada caso.
En el caso de los zapatos de piel, por ejemplo, es fundamental entender que, aunque se trata de un material duradero, necesita ciertos cuidados específicos para mantenerse en buen estado. La piel requiere hidratación periódica para evitar que se agriete o se pele. La limpieza debe hacerse con un paño suave, eliminando el polvo y la suciedad superficial, y posteriormente se recomienda aplicar un acondicionador o crema específica para piel que ayude a mantenerla flexible y protegida.
Por su parte, el ante -que también es piel, pero tratada de forma diferente- requiere cuidados distintos. Al ser un material más delicado, con una textura aterciopelada, no se debe mojar en exceso. En este sentido, la influencer Gema Yustas, conocida en Instagram por su perfil «@muchasrecomendaciones», ha compartido un truco casero que se ha vuelto viral por su eficacia y sencillez.
Según explica Yustas en uno de sus vídeos, el primer paso para limpiar zapatos de ante es utilizar una goma de borrar y frotar con suavidad las zonas donde se acumulen manchas o suciedad visible. A continuación, se debe calentar agua en un cazo y añadir dos cucharadas de jabón Beltrán, un producto tradicional muy usado en limpieza, hasta que se disuelva por completo.
El líquido resultante se puede aplicar con ayuda de un estropajo suave, que no sea agresivo con la superficie del zapato. Tras limpiar con este preparado, es necesario pasar un paño limpio humedecido con agua para retirar el exceso de jabón. Por último, se recomienda dejar que los zapatos se sequen al aire libre, preferiblemente al sol, pero sin exponerlos a fuentes de calor directo como radiadores o secadores, que podrían dañar el material.
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Enlace de origen : Si tienes los zapatos de piel o ante sucios, así los puedes lavar sin estropearlos (ni meterlos en la lavadora)
