
La Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a 10 años de prisión a un hombre por un delito de abuso sexual y dos delitos … de agresión sexual con penetración a su hija, que era menor de edad cuando ocurrieron los hechos. La sentencia se dictó tras un acuerdo de conformidad entre la Fiscalía, la acusación particular y la defensa, que ha tenido en cuenta las atenuantes de reparación del daño, confesión tardía y drogadicción del acusado. Inicialmente, el Ministerio Fiscal solicitaba una pena de 27 años de prisión por los tres delitos.
El acusado, que se encuentra en prisión provisional desde que su hija denunció las agresiones sexuales, se sentó en el banquillo de los acusados y respondió a la pregunta clave del presidente del tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, Juan del Olmo. «El tribunal le pregunta si en relación con los hechos de lo que usted tiene conocimiento, ¿usted los reconoce como ciertos?». «Sí, lo reconozco», respondió el acusado.
Lo que reconoció el procesado es que los abusos sexuales se produjeron entre los años 2011 y 2012, cuando su hija tenía entre 6 y 7 años. El acusado, aprovechaba las visitas de la niña a su domicilio en un municipio de la comarca de la Vega Media del Segura y se quedaba a solas con ella en su habitación después de comer, con el pretexto de jugar o ver la televisión, según el escrito de la fiscal.
En una ocasión, «echó los dos pestillos de la puerta, la tumbó en la cama y le realizó tocamientos en sus genitales»
En una ocasión, «echó los dos pestillos de la puerta para asegurarse que nadie entrara, la tumbó en la cama y le realizó tocamientos en sus genitales por debajo de la ropa». En otro de los episodios descritos por la Fiscalía, mientras la menor estaba acostada viendo la televisión, el acusado le bajó las mallas e hizo tocamientos en sus partes íntimas. Hubo más agresiones, como cuando un día aprovechó que la niña estaba tumbada de lado en la cama y el acusado se situó detrás de ella. «Le bajó las mallas, la agarró con fuerza por los hombros e intentó penetrar a la menor». No lo consiguió por los quejidos y gritos de dolor de la niña.
En el más grave de los incidentes, el acusado ordenó a su hija que se sentara en la cama, cerrara los ojos, abriera la boca y sacara la lengua. Ante la resistencia de la menor, el acusado la inmovilizó agarrándola por la nuca y tapándole los ojos con la otra mano, para luego introducir su pene en la boca de la niña.
Atenuante de drogadicción
La Fiscalía modificó su escrito de conclusiones provisionales, al que se adhirió la acusación particular ejercida por los abogados Pedro López Graña y Bartolomé Lozano Pato, incluyendo la atenuante de drogadicción, ya que el acusado actuaba bajo la influencia de sustancias estupefacientes. También se tuvo en cuenta la reparación del daño, porque el acusado consignó 5.000 euros como parte de la indemnización a la víctima, y la atenuante analógica de confesión tardía.
La Fiscalía pedía inicialmente penas que suman 27 años, pero llegó a una conformidad con la acusación particular y la defensa
Además de la pena de prisión, se ha impuesto al procesado la prohibición de aproximarse a la víctima y a su madre a una distancia inferior a 300 metros, así como la prohibición de comunicarse con ellas por cualquier medio, durante un periodo de diez años para la hija y siete años para la madre. Asimismo, deberá indemnizar a la víctima con 50.000 euros y a su madre con 10.000 por daños morales.
Durante el juicio, la hija del acusado, ya mayor de edad, declaró como testigo con la protección de una mampara y confirmó los abusos sufridos. La víctima relató algunos episodios de abuso, detallando cómo su padre la tocaba y la penetraba.
Asimismo, confirmó que su padre solía cerrar la puerta de la habitación con pestillos y que consumía habitualmente marihuana. La madre de la menor también testificó y relató el sufrimiento de su hija y las secuelas psicológicas que padece. Explicó entre sollozos que no fue consciente de los abusos hasta que la psicóloga de su hija se lo comunicó.
La progenitora también confirmó el consumo habitual de drogas por parte del acusado y el temor a sus posibles reacciones violentas. Además, declaró sobre el deterioro psicológico de su hija, quien ha sufrido episodios de ánimo disfórico, anhedonia, alergias, sentimientos de intimidad y de culpa, indefensión y pensamientos relacionados con la muerte.

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Enlace de origen : Condenan a diez años de prisión al acusado de agredir sexualmente a su hija