
El Colegio de Enfermería de la Región de Murcia celebró la semana pasada el Día Internacional de esta profesión con numerosas actividades en la … calle. La presidenta de la institución, Amelia Corominas, reivindica un mayor papel para las enfermeras (el colectivo se refiere a sí mismo en femenino por la elevada presencia de mujeres), y defiende la reforma de la Ley del Medicamento, que dará garantías jurídicas a la prescripción por parte de estas profesionales.
–El Colegio reclama, entre otras cuestiones, un mayor reconocimiento de la profesión. ¿A qué se refieren?
–En las encuestas de calidad percibida del Servicio Murciano de Salud, las enfermeras obtienen una nota altísima. En el caso de Primaria, el 97% de los pacientes consideran bueno o muy bueno el trato recibido. En la atención hospitalaria, el porcentaje es también muy elevado. Sin embargo, falta que los ciudadanos nos vean como profesionales referentes en salud. A veces se olvida que se puede recurrir a la enfermera para muchas situaciones. Somos profesionales accesibles que podemos resolver muchos procesos u orientar correctamente sin necesidad de derivar al paciente siempre, o inicialmente, al médico. En este sentido, reclamamos el reconocimiento de la enfermera como profesional cualificada, preparada y especializada. Esa idea de que el médico es el que manda y el que sabe, y la enfermera hace lo que le dice el médico, está completamente obsoleta.
–El papel de las enfermeras en Atención Primaria está sobre la mesa. El SMS planteó en algunos borradores una especie de ‘triaje’ por parte de Enfermería para gestionar la demanda.
–La gran mayoría de los procesos que se atienden en consultas de Primaria en el día a día los pueden resolver las enfermeras. Creo que la Consejería y el SMS lo tienen muy claro, conocen la capacidad resolutiva de las enfermeras. Es a la hora de implementarlo cuando aparecen los obstáculos, que no siempre son técnicos o profesionales. Hay proyectos muy interesantes que están ya aplicándose en otras comunidades, no se trata de inventar la pólvora. Tenemos a las enfermeras gestoras de casos, que son aquellas que se encargan de los pacientes complejos. La fragilidad y la cronicidad constituyen el reto actual del sistema sanitario. Luego están las enfermeras que se encargan de gestionar la demanda, de hacer la primera selección cuando vienen los pacientes. De hecho, el ‘triaje’ enfermero ya existe en Urgencias de los hospitales, y nadie se echa las manos a la cabeza. En Primaria no se trata solo de ‘triaje’, es algo más. Más del 50% de las consultas de la población en Primaria son cuadros banales que, en la mayoría de los casos, pueden ser resueltos por las enfermeras, que trabajarían sobre la base de unos protocolos. Esto va muy unido a la prescripción enfermera. Sin autonomía de prescripción no puede haber gestión eficiente de la demanda.
COMPETENCIA PROFESIONAL
«La mayoría de consultas en Primaria son cuadros banales que nosotras podemos resolver»
–¿Puede poner algún ejemplo de este tipo de procesos?
–Si llega un niño con mocos y fiebre al centro de salud, la enfermera puede revisar una serie de parámetros. En función de esto, el niño pasa a la consulta del médico o, si se trata de un virus respiratorio banal, se le pautan los antitérmicos para dos o tres días. A la familia se le dice que si no mejora vuelva a pedir cita, se le genera la receta y se va a casa. De esta forma se ha descongestionado la consulta del médico y la familia se va con su problema resuelto en menos tiempo. Esto no va de quitarle trabajo a los médicos, sino de trabajar de acuerdo a nuestras competencias profesionales.
–Pero muchos médicos dirán que lo que plantea con este ejemplo es que una enfermera diagnostique y prescriba.
–Claro, y por qué no. Es que esa idea de que las enfermeras solo cuidamos y hacemos cosas por delegación de los médicos es una verdad a medias. Las enfermeras, además, diagnosticamos procesos y actuamos conforme a nuestras competencias. Por ejemplo, un paciente que viene no con diabetes pero sí con valores que empiezan a estar alterados, o con una hipertensión que aún no está en tratamiento médico. Todos los cuidados de alimentación, de hábitos saludables, que son el pilar inicial del tratamiento para prevenir la diabetes y la hipertensión, los aplica la enfermera. Los gestores creo que lo tienen muy claro. En el Servicio Murciano de Salud saben que esto es eficiente, y ahorrar costes nos interesa a todos: al sistema, a los pacientes y a los profesionales.
RATIOS
«En la Región no hay déficit de enfermeras, lo que faltan son puestos de trabajo»
–Decía que todo esto está muy relacionado con la prescripción médica. También aquí hay muchas resistencias.
–Hay resistencias por varios sitios. Para empezar, como se crea tanta alarma, a veces las propias enfermeras no lo entienden bien. Hay una idea muy peligrosa circulando: que las enfermeras no quieren prescribir. Eso es mentira. El SMS ha sacado dos o tres cursos de actualización en prescripción y las plazas se han agotado el primer día. Sobre la prescripción también podemos poner algún ejemplo. Si vienes al centro de salud con un corte limpio en la mano, que no compromete los nervios ni supone otras complicaciones, ¿qué hago, te doy un par de puntos sin anestésico local o te pongo un poco de anestesia? ¿Tengo que interrumpir al médico para que la prescriba? El anestésico local es un fármaco sujeto a prescripción médica, pero lo puede administrar el enfermero si se dan las indicaciones y hay un protocolo.
–Pero en la Región de Murcia aún no hay un protocolo para la prescripción de anestésicos locales por parte de la Enfermería.
–En principio, en la Región el profesional tendría que avisar al médico, con la consiguiente demora. De lo que estamos hablando es de abordar cosas que son habituales, que forman parte de la práctica diaria de la enfermera, como esta. Apoyamos el cambio de la Ley del Medicamento, anunciado por el Ministerio de Sanidad, porque la situación actual es muy engorrosa. El Ministerio sacó en su día unas guías de prescripción enfermera y las comunidades deben desarrollar sus propios protocolos. Se trata de un parche, y es absurdo. Lo que ahora propone el Ministerio con la nueva Ley del Medicamento es mucho más fácil: se trata de que los profesionales resuelvan en el marco de sus competencias. Como enfermera, yo no me voy a poner a tratar un cáncer de páncreas o un síndrome hepático, ni mi ética profesional me permitiría prescribir un fármaco sin estar segura.
–¿La Ley del Medicamento, en definitiva, simplificaría la situación actual?
–Sí, nos daría la cobertura legal que necesitamos sin tantos rodeos de guías y protocolos. Hay que explicarlo bien, hay que hacer mucha pedagogía. Las resistencias están en la clase médica pero, más que en los médicos, en el ‘staff’. Hace unos días, un compañero médico de una pedanía de Murcia me mandaba una foto y me decía: qué bien, por fin mi enfermera ha podido hacer estas recetas. Bueno, no es su enfermera, es su compañera de equipo, pero lo que se demuestra es que, si esto se explica bien, podemos trabajar todos juntos sin que haya más conflicto. El problema es que Cesm (la Confederación de Sindicatos Médicos) y la Organización Médica Colegial siembran afirmaciones que no son ciertas, y generan miedo entre sus profesionales. Creo que estas resistencias vienen de unos egos muy mal entendidos. Poniendo en el centro los intereses corporativos y no al paciente, mal vamos. Es muy lícito que los médicos defiendan su parcela profesional y su sueldo, pero deberían hacerlo sin tirar basura a los profesionales que trabajan con ellos todos los días. Es una barbaridad decir que la prescripción enfermera pone en riesgo la seguridad del paciente. Esas declaraciones por parte de los representantes médicos generan muy mal ambiente, es algo que no se puede consentir. Hay que poner de una vez en el foco en lo que importa: los pacientes y la sostenibilidad del sistema.
SMS
«Estamos detectando la marcha de profesionales a otras comunidades»
–La Región de Murcia es la comunidad con peor ratio de enfermeras por habitante. En el caso de Atención Primaria, solo Madrid, Ceuta y Melilla están por debajo.
–El Instituto Nacional de Estadística (INE) calcula esas ratios con datos de colegiación, y por eso hay una gran disparidad. Nosotros tenemos 8.000 colegiados, pero el número de enfermeras trabajando en la Región de Murcia sería de 9.500 (unas 8.500 en la pública y otras 1.000 en la privada). Seguramente no estamos tan mal como salimos en la estadística del INE, pero desde luego no estamos en una situación óptima. En total, el Servicio Murciano de Salud tiene 7.500 plazas de enfermeras y 5.500 médicos. ¿Está eso proporcionado? No, con esas 7.500 enfermeras tienes que cubrir 24 horas los 365 días del año. Mientras, los médicos cubren las mañanas y el resto son guardias. El SMS dice que hay 8.500 enfermeras en la pública, pero lo que hay son 8.500 profesionales cubriendo 7.500 plazas. Hay enfermeras con reducción de jornada, y también bajas que cubrir. Los datos son muy engañosos y manipulables. En cuanto a Atención Primaria, nos encontramos con que hay una enfermera para dos cupos médicos. Eso va en contra del espíritu de Atención Primaria. Los equipos tienen que ser de un médico y una enfermera. No puede ser que una enfermera lleve los cupos de dos médicos, porque entonces las tareas propias de la Enfermería se quedan en un segundo plano. Por ejemplo, las enfermeras de los centros de salud hacen miles de domicilios al año, realizan 10 o 20 veces más visitas domiciliarias que los médicos.
–Lo llamativo es que haya unas ratios tan bajas de enfermeras y al mismo tiempo salgan cada año unas 700 nuevas profesionales graduadas de la UMU y la UCAM.
–Cada año se gradúan unas 350 enfermeras en la UMU y un número similar en la UCAM. No hay déficit de enfermeras, lo que faltan son puestos de trabajo de Enfermería en la sanidad regional. El mensaje de que faltan enfermeras, además de no ser cierto, resulta peligrosísimo, porque empiezan a aparecer ofertas de titulaciones en el extranjero, con formación ‘online’, que no sabemos si van a ser homologadas. En España, la formación del enfermero es presencial, y apostamos porque así sea. Nuestras universidades, tanto la UMU como la UCAM, tienen unas salas de simulación maravillosas, en las que los alumnos de Primero adquieren un montón de conocimientos. Y de segundo a cuarto hay prácticas reales en hospitales, centros de salud, residencias, etc.
–Hace unos años se hablaba mucho del éxodo de enfermeras a otros países. ¿Se mantiene esa situación?
–Están saliendo muy pocas enfermeras al extranjero en este momento, al menos que tengamos constancia. Hay empresas de Noruega que están reclutando enfermeras en la UCAM, de forma que muchas se van directamente, sin pasar por el Colegio. Lo que sí estamos detectando es la marcha de enfermeras a otras comunidades que ofrecen mejores contratos. El SMS tiene un proceso de bolsa muy garantista, lo cual conlleva trámites más lentos. Así que cuando el SMS llama a los profesionales, se encuentra con que muchos ya se han ido.

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Enlace de origen : Amelia Corominas García: «Las enfermeras no solo cuidamos: prescribimos y diagnosticamos»