
La Unión Atlético agonizaba hace un año. Su presidente, Julián Luna, no podía más. Llevaba siete años sacando adelante en solitario un equipo de fútbol … que no tenía quien le quisiera y se echó en brazos de Daniel Pastor, un abogado malagueño que en su día fue administrador concursal del Málaga CF y le cogió el gusto a este negocio del fútbol. El dinero de Pastor salvó a Luna. Y le dio una nueva oportunidad en Segunda Federación a un equipo que era un extraño en su propia casa. Casi nadie iba a verlo. Nadie le apoyaba. Incluso las empresas del pueblo le daban la espalda. Y la subvención del Ayuntamiento era de solo 9.000 euros. Luna no se lo pensó. Adiós.
Desde el primer día, eso sí, el presidente de La Unión Atlético, abogado nacido en Archena, tuvo claro que el peaje a pagar por el apoyo económico de Daniel Pastor era el traslado del club a final de temporada a la provincia de Málaga. Y es que Pastor no era nuevo en esto del fútbol. Había trabajado en el Málaga CF y también había fundado el CD Málaga 1903, que deambula sin ningunas opciones de crecer por el fútbol regional. Ayudado por otros empresarios, en enero de 2024 tomó el control del Torre del Mar malagueño, que entonces aspiraba al ascenso a Segunda RFEF pero se acabó desfondando.
Y entonces creyó que el camino más corto era entrar en La Unión, ascender a Primera RFEF y llevárselo a la provincia de Málaga. Solo le falló lo del ascenso, que lo tuvo hecho pero se le escapó de un modo increíble en las dos últimas jornadas. Le bastaba con sumar un punto en dos partidos y perdió los dos, frente al Águilas y el descendido Linense. En cualquier caso, su idea siguió siendo la misma. El pacto entre Luna y Pastor no cambiaba porque el equipo siguiera en Segunda RFEF.
Nadie apoyaba a Luna en La Unión, quien hace un año encontró a Pastor y ambos acordaron llevarse el club a Málaga
Y este miércoles se dio el primer paso para un traslado ciertamente rocambolesco. La Federación de Fútbol de la Región de Murcia (FFRM) celebraba una asamblea extraordinaria con el único punto del día del cambio de domicilio de La Unión Atlético a Andalucía, a petición de este club. Una reunión a la que acudieron 46 de los 70 miembros que forman la misma y en la que se aprobó la solicitud con 44 votos a favor y dos abstenciones. La foto que publicó la FFRM en sus perfiles oficiales fue calificada por muchos aficionados como la foto de la vergüenza, porque en ella queda resumido uno de los grandes males que históricamente ha lastrado al fútbol regional: el de la deslocalización de los clubes y la muerte de proyectos de quita y pon, a los que les faltó el apoyo de los aficionados y la paciencia de los directivos.
Ejemplos recientes
Y es que el enfado no es solo mayúsculo en La Unión, donde apenas cien espectadores acudían con regularidad al desvencijado polideportivo municipal a ver los partidos del equipo de José Miguel Campos. En el resto de la Región, son muchos los seguidores de otros equipos modestos que entienden que esto tiene que parar de una vez, ya que daña enormemente la imagen del fútbol murciano. Aún está reciente el caso del Mar Menor, trasladado de un día para otro a Cartagena por Daniel Núñez. San Javier se quedó sin equipo y el refundado Racing Cartagena Mar Menor solo duró una temporada y murió.
Son muchos los aficionados que creen que lo sucedido el miércoles daña enormemente la imagen del fútbol regional
Cada verano hay algún cambio de sede. El año pasado el Balsicas vendió su plaza al Deportivo Marítimo, que se instaló en Cartagena. En 2019 desapareció el Estudiantes de Alcantarilla, que había comprado la plaza del Fortuna (antes Espinardo). Fue filial del Jumilla y la muerte del club jumillano le arrastró. En Lorca se ha vivido una auténtica pesadilla en las últimas décadas, con proyectos que nacían y morían sin que el Ayuntamiento o la FFRM pusiera algo de orden.
Y el caso más sonado, con un cambio de provincia que recuerda a lo sucedido ahora con La Unión, fue el del Ciudad de Murcia. Llegó a pelear por ascender a Primera, pero tras cuatro años consecutivos en Segunda, Quique Pina decidió vender el club. Se lo compró en junio de 2007 Carlos Marsá, que decidió trasladarlo a Granada, bajo el nombre de Granada 74. Aquello salió fatal.
Reticencias de la RFEF a aceptar la mudanza aprobada en Murcia
El primer paso está dado. Ahora, el segundo requisito para que La Unión Atlético pueda mudarse a Málaga es que la asamblea de la andaluza dé su aprobación, pero la institución presidida por Pedro Curtido quiere ir en este asunto de la mano de la Española. Antes de reunir a su asamblea, la andaluza consultará a la RFEF su opinión sobre este espinoso asunto.
Si el informe de la federación española es favorable, la andaluza lo abordará en una asamblea extraordinaria para tomar una decisión, pero si desde Las Rozas se traslada un informe desfavorable, no habrá conflicto porque la andaluza no admitirá a La Unión como nuevo equipo de su territorial. Ese traslado, evidentemente, vendría acompañado de un cambio de escudo y denominación, aunque Quinín (director deportivo) y José Miguel Campos (entrenador) han sido renovados y seguirán en el proyecto en Málaga.
No obstante, según publicó ayer ‘ABC’, en el máximo organismo del fútbol español hay reticencia a la mudanza del conjunto unionense a Málaga. Rafael Louzán, presidente de la RFEF, no quiere que este caso pueda generar en el futuro movimientos similares.

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Enlace de origen : La foto de la vergüenza que deja a La Unión sin fútbol