La murciana que cruzó el charco por el amor a un balón

La murciana que cruzó el charco por el amor a un balón

Olga Lorente

Domingo, 25 de mayo 2025, 07:39

Marta Pelegrín (Murcia, 34 años) es una de esas jóvenes que ha tenido que emigrar al extranjero para crecer profesionalmente. Tenía su carrera más que hecha en España, tanto a nivel laboral como deportivo, pero ahora triunfa en Estados Unidos. Ha sido jugadora profesional de fútbol sala desde que cumplió la mayoría de edad vistiendo las camisetas del UCAM Murcia, Roldán y Atlético de Madrid (por entonces, el club más potente). Ha ganado muchos títulos, entre los que destacan las tres Ligas en Primera División, tres Copas, cuatro Supercopas y dos Copas de Europa de clubes. Sin embargo, pese a formar parte de la élite de su deporte, todo eso lo compaginaba con su trabajo en distintas empresas de análisis de datos porque con el fútbol sala únicamente no podía garantizarse su futuro.

Su vida dio un giro radical en 2018, cuando decidió cruzar el charco para disputar un torneo de dos semanas, una vez finalizada la temporada en España. El objetivo era simplemente vivir la experiencia, nunca imaginó lo que supondría ese viaje. En Estados Unidos no existía en ese momento mucha cultura de fútbol sala, por lo que la murciana llamó muchísimo la atención de las seleccionadoras americanas presentes en el evento. Tanto es así que de inmediato le propusieron trasladarse a ese país para ayudar a que creciera este deporte.

Esa oferta le llegó a Marta Pelegrín con 28 años siendo jugadora importante de un Atlético de Madrid dominador en la liga y candidato a todos los títulos. También cuando estaba asentada en una buena empresa. Por eso la rechazó momentáneamente, pero sin cerrarse puertas. Prometieron seguir en contacto. Las americanas no se iban a rendir fácilmente, forma parte de su cultura apostar siempre por el talento cueste lo que cueste.

Con esa intención, le facilitaron una abogada con la que gestionar toda la documentación que necesitaría para realizar el traslado. Estimaron que tardarían en tener todos los trámites uno o dos años, tiempo suficiente para que ella pudiese terminar su carrera deporta en España. «Tenía que acreditar allí que era una persona suficientemente importante en el fútbol sala como para aportar algo diferente que no había en Estados Unidos. A finales de 2019 envié todas mis entrevistas en prensa de los años previos, fotos y vídeos. En ese momento decidí viajar allí, como turista, para hacer campus y ayudar a agilizar el proceso. Pero llegó el coronavirus y ante esa incertidumbre quise regresar a casa con mi familia», cuenta.

La pandemia cambió millones de planes alrededor del mundo. También los de Marta, que decidió volver a Murcia y fichar por el STV Roldán seis años después. Vistió la camiseta del equipo pachequero durante dos temporadas, mientras seguía cursándose todo el papeleo para emigrar a Estados Unidos. En enero de 2022 recibió una llamada desde el consulado de Madrid para una entrevista presencial como último paso para aprobarle el visado.

Hacer las maletas

La pasó con éxito. En febrero le enviaron el pasaporte en regla con una condición, tenía únicamente seis meses de margen para cruzar el charco. Si no lo hacía en ese tiempo, caducaba la documentación y tendría que volver a empezar de cero. Lo tenía decidido, se iba a hacer las américas.

Pero a veces el destino no pone mucho de su parte. Un mes después de haber tomado la decisión más importante de cara a su futuro, siendo todavía jugadora del Roldán, se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla y el menisco. Debía pasar por el quirófano. Ella tenía claro que la operación sería en España. El tiempo de recuperación de este tipo de lesiones en deporte profesional suele ser entre diez y doce meses, por lo que no sabía si su sueño se truncaría.

Lo suyo fue ir contra reloj. «Tenía el billete para volar en marzo y lo tuve que cancelar. Allí sin seguro médico no podía estar, así que me operé en Murcia y empecé aquí con la recuperación. A mitad de junio comencé a notar que algo en mi rodilla no iba bien porque no podía estirarla del todo, así que volví a pasar por el quirófano para quitarme ciertas adherencias. Ingresé un lunes y volé un viernes porque me expiraba el visado. Fue una locura», recuerda Marta.

Lo positivo de la cultura americana es que las empresas apuestan por las personas que sean válidas. A finales de agosto ya tenía trabajo en una de las mayores empresas de Estados Unidos, con casi medio millón de trabajadores, en la que sigue tres años después. En cuanto al deporte, esperó un año para recuperarse del todo de la rodilla y volvió a jugar tanto al fútbol sala como al fútbol.

Sus prioridades han cambiado en América. Pese a que en un principio iba a dedicarse al fútbol sala como profesional, se ha centrado más en el análisis de datos. «Ahora juego en competiciones universitarias, pero sin cobrar. Mi prioridad es el trabajo en una empresa Healthcare y no depender de horarios de entrenamientos. Lo que intento, eso sí, es jugar muchos torneos. La próxima semana participaré en uno en Carolina del Norte cuyo premio es un millón de dólares para el equipo campeón. Antes he estado en otro en Puerto Rico, en Nueva York. Prefiero este sistema, viajar y conocer mundo, teniendo mi empresa fija, que estar en una liga profesional. Por el camino voy conociendo a infinidad de personas y haciendo contactos y me van invitado a eventos así. Aquí la vida funciona diferente. Todo está en continuo movimiento», relata la murciana.

Rozando un sueño

En noviembre se disputará el primer mundial de fútbol sala en categoría femenina de la historia, una cita a la que Marta Pelegrín puede acudir defendiendo la bandera de Estados Unidos. «Mi sueño desde que tengo ocho años es jugar un Mundial. Nunca he sido convocada con la selección española, así que puedo ir con ellos. Lamentablemente el de este año no lo voy a poder vivir como jugadora, sí como miembro del staff, porque necesita residir en el país un mínimo de cinco años [lleva tres] para tener la nacionalidad», lamenta.

A corto plazo no se plantea regresar a España: «Mi objetivo cuando yo lo dejé todo y crucé el charco era vestir la camiseta de la selección de Estados Unidos. Hasta que no lo haga, no sentiré que he terminado esta etapa. Voy a mantenerme en forma para poder participar como jugadora en el Mundial de 2029». Mientras espera, sigue triunfando lejos de casa.

  1. El Roldán, ante un reto mayúsculo en el ‘playoff’ por el título

El STV Roldán no va a tener un camino sencillo en el ‘playoff’ por el título de liga. De hecho, en la primera eliminatoria, se enfrentará al rival más duro, al campeón de la fase regular de la temporada, el Torreblanca Melilla. Las de Torre Pacheco tednrán enfrente a un poderoso conjunto que tan solo ha perdido un encuentro en las 30 jornadas de la competición doméstica. Además, el equipo norteafricano es el menos goleado de los 16 conjuntos que forman la Primera División Femenina. El más difícil todavía para las pachequeras.

Las pupilas de Kiliam Belmonte cerraron ayer la fase regular de la temporada empatando a tres en casa ante el Alcorcón. Con la mente puesta ya en las eliminatorias, el Roldán, que fue ganando 3-0 se dejó empatar en la segunda mitad y no pudo terminar con una victoria ante su público. Carmen, Bárbara y Mayte Mateo fueron las goleadoras de un equipo que no tiene nada que perder en el ‘playoff’ y sueña con hacer realidad su sueño, por muy difícil que sea.

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