«Mi grupo es el más potente, el que más teléfonos pincha y más balizas pone», presumía con indisimulado orgullo no hace mucho tiempo en … una conferencia en la UNED Antonio Balas Dávila, el teniente coronel de la Guardia Civil que dirige el Departamento de Delincuencia Económica, la sección más compleja y amplia de la Unidad Central Operativa (UCO).
Desde que en plena pandemia accedió a la jefatura de esa sección de la UCO, Balas se ha convertido en el azote de la corrupción en España, aunque en realidad lleva diez años pisando callos a los poderosos de todos los colores con investigaciones concienzudas y reconocidas casi unánimemente. Y ello por más que Leire Díez, la militante socialista a la que se atribuye actuar como fontanera de Ferraz, lo haya identificado poco menos que como el capo al frente de la «camorra» de la Guardia Civil en las conversaciones con varios empresarios imputados en una causa de hidrocarburos divulgadas por El Confidencial.
Este mando del instituto armado, con más de dos décadas en el cuerpo y mucho carisma entre los suyos, luce en la pechera una veintena de condecoraciones –entre ellas una roja y otras siete de plata- concedidas tanto durante los mandatos del PP como del PSOE en el Gobierno. Entre Medalla al mérito del trabajo impuesta por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, Balas, sin embargo y según lo describen sus más cercanos a este periódico, no se «casa con nadie». Su única lealtad- dicen- es para la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada (UAFAC) a la que está adscrita su unidad.
«Es incómodo para todos», abunda uno de sus hombres de confianza, quien recuerda que, antes de estar al mando del Departamento de Delincuencia Económica, ya fue uno de los grandes protagonistas, por ejemplo, de la macrocausa Azud, que en la Comunidad Valenciana investigó el supuesto pago de comisiones ilegales a cargos públicos tanto del PP como del PSOE, destinados a favorecer la adjudicación de grandes proyectos urbanísticos y contratos públicos entre 1999 y 2013. Entre los involucrados está el hermano del socialista Ximo Puig, expresidente valenciano.
El currículum de Balas certifica a las claras que el mando de la Guardia Civil que ahora se ha convertido en la pesadilla del PSOE apunta contra todo tipo de corrupción, venga de donde venga. Ahora, es cierto, él y su equipo están al frente de los tres casos más mediáticos de la vida judicial y política española que salpican a los socialistas; los más notables, al entorno personal y partidario más próximo a Pedro Sánchez. Las firmas y los números de placas de los lugartenientes de Antonio Balas han aparecido al final de los informes más comprometedores de los casos que se instruyen contra la mujer y el hermano del presidente, además de en los sumarios ‘Koldo-Ábalos-De Aldama’ que se ventilan en la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo.
‘Operación Drake’
Curtido en la lucha antiterrorista en sus inicios como teniente del Grupo de Información de la Guardia Civil en Guipúzcoa y acostumbrado a dirigir equipos como jefe de la Policía Judicial en Salamanca, Balas acredita una larga experiencia en la lucha contra la corrupción y contra los grandes fraudes desde que a comienzos de la década de 2010 ascendiera a comandante y desembarcara en la UCO.
Y es que antes de ser jefe del departamento económico de la Unidad Central Operativa, donde llegó en 2020 en sustitución de teniente coronel Francisco Almansa, el mando hoy en el punto de mira de unas intrigas cuyo alcance final está aún por determinar ya había trabajado en casos que apuntaban contra el PP como ‘Púnica’, ‘Lezo’ o ‘Erial’, además de contra los socialistas por otro expediente de renombre: la estafa en los ERE de Andalucía.
En 2019 fue uno de los pilares de la denominada ‘operación Drake’, entonces el mayor golpe contra el fraude del IVA en el sector de los hidrocarburos en España. Precisamente, en el marco de este sumario fue encausado Alejandro Hamlyn, el empresario con el que habla Leire Díaz, en busca de documentación contra la UCO y ofreciendo hipotéticos tratos de favor por parte de la Fiscalía y la Abogacía del Estado, en las grabaciones que se han filtrado ahora.

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Enlace de origen : Antonio Balas, el azote de la corrupción que ahora apunta al PSOE