El mejor UCAM Murcia para regresar a la Champions

En una temporada sin Copa ni eliminatorias ni en la Liga Endesa ni en la Champions, una valiosa pedrea para un equipo de menos a más en el Gran Canaria Arena, barriendo a un conjunto de Jaka Lakovic al que numerosos aficionados abandonaron a cuatro minutos del final, cuando los de Sito Alonso lograron una máxima ventaja de 20 puntos (55-75). Lo que siguió a este hito, un descalzaperros con parcial de 14-1 del todo perdonable para un conjunto murciano que realizó una exhibición defensiva y, sobre todo, de esfuerzo. Porque, de los 44 rebotes, 20 fueron en ataque, también récord de la temporada en partidos de 40 minutos.

Un querer más fundamental para no tener que prestar atención a lo que pasaba en Manresa, donde los de Ocampo sumaron un triunfo estéril ante La Laguna, y que fue contagio expandido a todo el equipo, incluido un canterano Falk (6 puntos en 7 minutos) que supo destacar desde la entrega en un final con mucho jugador amarillo cariacontecido.

Pronto dominio

Y no era el comienzo un buen presagio, precisamente. Apenas tardaba poco más de tres minutos Sito Alonso en pedir su primer tiempo muerto, menos en echar las primeras broncas, a un equipo de verlas venir (12-5, minuto 4). Aceptado el toque de atención, en solo dos minutos el marcador ya era favorable para el UCAM (14-15, minuto 6), si bien todavía quedaba otra bajada de nivel tras, ahora, el receso de Lakovic, con un Homesley hipnótico (23-17, final del primer cuarto).

Pero, si a un hombre hay que atribuir el cambio de actitud definitivo ese es Sant-Roos. El cubano fue el líder de la tela de araña defensiva que tejió su equipo, más cómodo cuando este, Radebaugh y Diagne pisaban la cancha. La confianza atrás se transformaba en un pase más delante, y muchas veces en segundas oportunidades de las que caza un equipo que sabe que gana la batalla moral (32-37, descanso).

Decía Sito en una rueda de prensa reciente que tocaría «despedir a leyendas». Si iba por la dupla sueca, desde luego Hakanson y Birgander se encargaron de hacer una despedida con honores. Porque ese ‘short-roll’ tan importante del pívot para el juego estructurado del UCAM tuvo ayer una de sus mejores noches, mareando a una defensa canaria que no sabía si tapar su tiro, si defender la línea de fondo o si proteger el triple. Eligiera lo que eligiera, iba a salir mal parado.

Viva Suecia

Y no hay un sueco bueno, siempre son más. Hakanson es quien pisó el acelerador en un final de tercer cuarto en que sumó nueve de sus 15 puntos en tantos minutos, para que Radebaugh, con un mate tras robo, pusiera la primera diferencia de dos dígitos (48-58, final del tercer cuarto).

Con el Gran Canaria tambaleándose, un quinteto de puro oficio terminó por matar el partido. Sant-Roos, Radebaugh y Diagne marcaban el tono al que se sumaban Dani García y Falk en un quinteto pequeño, pero sin permitir a los de Lakovic aprovechar los cambios. En unos de eso minutos en los que el baloncesto se convierte en un estado de ánimo, un UCAM lanzado generó anotación con facilidad desde ese esfuerzo defensivo y reboteador hasta matar el choque (55-75, minuto 36).