Lunes, 2 de junio 2025, 00:03
El proyecto del dragado de la desembocadura del río Segura, tanto en su cauce antiguo como en el nuevo lleva consigo una serie de consecuencias en material medioambiental. Para el colectivo ecologista de Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) esta actuación, que va a poner en marcha la Generalitat Valenciana, cuenta con unas implicaciones y secuelas que no compensa con los beneficios por los que se tramita este proyecto, que es dotar de mayor capacidad de desagüe de la desembocadura ante futuras avenidas de agua por el río e inundaciones.
Se centran en los materiales contaminantes que se encuentran en los sedimentos a extraer y su posterior ubicación en diferentes puntos como en el fondo marino y cuyo resultado final del dragado, argumentan no supondrá una mejora significativa en la reducción y minimización de posibles inundaciones. Por esta razón califican de «aberración» la autorización y aprobación de la declaración de impacto ambiental de este proyecto en el que supondrá, según alegan, la destrucción de la vegetación palustre de la desembocadura del río Segura y el posterior vertido de sedimentos contaminados en el medio marino.
AHSA denuncia que el proyecto no considere el carrizo ‘phragmites australis’, como una planta autóctona y lo confundan con la vegetación invasora de la caña común, ‘arundo donax’. Y por tanto, critican que lo que se va a eliminar es realmente una vegetación autóctona. Añaden que esta actuación también implique la destrucción de la vegetación palustre del cauce viejo del río. Se trata de un humedal protegido por su inclusión en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunitat Valenciana y hábitat de hasta 15 especies de aves protegidas. Por esta razón, la asociación ecologiasta valora «negativamente la autorización ambiental» que ha emitido la Dirección General de Urbanismo, Paisaje y Evaluación Ambiental de la conselleria de Medio Ambiente.
La asociación ecologista califica de «aberración» la eliminación de una vegetación considerada como autóctona
Otra de las cuestiones que añade en su principales alegaciones ante este proyecto es en cuanto al impacto sobre la biodiversidad que tendrá la dispersión en una parcela marina de sedimentos. Según el colectivo, de los 71.000 m³ que se verterán al mar, 48.000 m³ están considerados de categoría B por su contaminación. En respuesta a una de sus alegaciones, la Generalitat les indica que el proyecto incorpora como medida preventiva barreras antiturbidez, y añade que «la presencia de mercurio no se encuentra en capas profundas». Además, añade desde la administración autonómica que el polígono de vertido de los sedimentos cuenta con los estudios «que demuestran que se realiza siguiendo las medidas requeridas por la legislación».
La Dirección General de Paisaje y Evaluación Ambiental ha emitido el informe ambiental con carácter favorable
Desde la formación ecologista insisten en que el vertido de estos sedimentos en aguas próximas a Tabarca tendrán un impacto negativo en la actividad pesquera de la flota de arrastreros de Santa Pola y donde en las inmediaciones se encuentran varias granjas de acuicultura. El volumen total a dragar es de 141.300 m³, y que además de en el mar se repartirán entre la playa del Vivers, un vertedero y en la playa junto al espigón.
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Enlace de origen : Rechazo al vertido en el mar de los sedimentos dragados en la desembocadura del río Segura
