La burla del agua

La burla del agua

No se puede desvestir un santo para vestir otro de la forma en que lo están haciendo el Miteco y sus brazos ejecutores de las confederaciones del Tajo y del Segura. Más la primera que la segunda, que está tristemente a verlas venir. Conforme se acerca el momento en el que el Trasvase recibirá uno de los mayores quebrantos de su historia (subida de caudales ecológicos y nuevas reglas hechas a medida para acogotar aún más el acueducto), se acrecienta la preocupación en el sector agro y en gran parte de la sociedad levantina. Es muy importante lo que está en juego. No solo el Trasvase, sino la garantía de agua para la agricultura. Hasta ahora, los regantes reciben muy poco o nada a cambio del recorte del Trasvase. Se sienten burlados. La ampliación de las desaladoras ya estaba prevista antes del ‘trasvasazo’ de Teresa Ribera, y la amenaza del déficit es cada vez mayor conforme se acerca el año 2027. La interconexión de las desaladoras está bloqueada, mientras que nada se sabe de la prometida modernización de regadíos en el Alto Tajo para liberar caudales en la cabecera. Ante un recorte brutal del Trasvase está el ¿futurible? de nuevas desaladoras, que tardarían años. Una misión encomendada a la CHS, y no a Acuamed. Extraño.

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