El Jimbee gana el primer asalto a ElPozo en una semifinal frenética

El Jimbee Cartagena y ElPozo Murcia nos están acostumbrando a prolongar las temporadas y a seguir enganchados a estos derbis apasionados, calientes y eléctricos, que se aceptan de buen agrado en bermudas, chanclas y en medio de los dos grandes acontecimientos deportivos del fin de semana: la final de Roland Garros y la final de la Nations League de fútbol entre España y Portugal. Un dulce no amarga a nadie y menos si está en juego el pase a la final por el título de liga de fútbol sala. Así lo entendieron también los 4.652 espectadores que prácticamente abarrotaron las gradas del Palacio de los Deportes de Cartagena.

Había ganas de fiesta y se notó desde antes de rodar el balón. En la antesala del día de la Región de Murcia la grada local cantó aquello de «Es murciano el que no bote», en una especie de cancha griega donde era absolutamente imposible interceder con otra banda sonora. Lo intentó el ‘speaker’ cantando los quintetos y acabó por desistir, pues se postró a los pies del centro de la pista y la besó en una especie de ritual de la buena suerte. Tampoco se quedaron los 120 aficionados de ElPozo, que pese a ser minoría hicieron por hacerse de notar.

Con todo el oleaje en contra, lo cierto es que ElPozo salió al parqué en sexta marcha, zarandeó a los sorprendidos locales y a los segundos ya tuvo que hacer acto de presencia Chemi con un par de intervenciones. El Jimbee se vio arrollado y en un minuto caótico se vio por detrás en el marcador. El jugador diferencial de los cuartos de final, Cortés, perdió el balón a media pista y eso provocó un error fatal: el dos contra uno de Felipe Valerio y Rafa Santos ante el portero que ejecutó este último a placer (0-1). Lo mejor que pudo ocurrirle al equipo de Duda fue caer y levantarse como hacen los campeones: a los diez minutos confirmó su estado de euforia, garra y carácter con un tremendo latigazo de Pablo Ramírez que significaba el 3-1. La grada enloqueció con la respuesta local y el zapatazo del pichichi melonero. Antes, en el 3 y en el 8, Mellado puso el empate con un testarazo bajo la línea de gol y Gon Castejón, casi desde el suelo, el 2-1 en una jugada de estrategia.

A tres minutos del descanso, con 3-1 en contra y al límite de faltas, ElPozo se libró del 4-1 y su entrenador, Josan, comprendió que era el momento de cortar la hemorragia con el portero-jugador. El juego de cinco no surtió el efecto esperado, bien agrupado el Jimbee en la defensa. En un descuido, con Juanjo en el banquillo, Chemi recuperó la bola, Waltinho enfiló la portería y con Marcel bajo palos mandó el disparo por encima de la portería. Era el 4-1 y lo lamentó la grada local. ElPozo estaba vivo y quedaban veinte minutos para confirmarlo.

Dos bajas en los locales

Waltinho perdonó el 4-1 antes del asiento y Juanjo evitó otros dos goles en contra en los primeros pestañeos del segundo acto. El eterno portero charcutero apareció de forma magistral para sostener a los suyos con dos ocasiones muy claras de Pablo Ramírez, de cabeza a bocajarro y de remate a la media vuelta. En los primeros pasajes también lo intentó de nuevo sin éxito el peleón pívot brasileño; y más adelante Gon Castejón. Duda tuvo que hacer encaje de bolillos para no cargar a los suyos, pues se quedaron fuera de la convocatoria Darío Gil y Osamanmusa por molestias físicas. Carlos Alonso y Dani Martínez, del filial, completaron la lista para los locales.

Como el tiempo pasaba y el árbol no se movía, Josan repitió la jugada con Felipe Valerio de portero-jugador a falta de diez minutos. A ElPozo le funcionó muy bien en los cuartos de final y anoche no iba a ser menos. Chemi con la punta de la zapatilla, Jesús Izquierdo con la cara y Mouhoudine a puerta vacía, desde el campo contrario, mantuvieron el 3-1 en el marcador. ElPozo resistió a todo, perseveró hasta el final y en el 36 encontró el premio por mediación de Ricardinho. Los charcuteros supieron jugar con fuego, volvieron a salvarse del cuarto con el disparo de Pablo Ramírez al palo y a 1.57 del final Marcel estableció el 3-3.

Mentalmente fue un jarro de agua helada para el Jimbee llegar a la prórroga. Las tuvo muy claras para sentenciar el partido en los cuarenta minutos reglamentarios y ElPozo, con más vida que un gato, se agarró con firmeza a su arma infalible del juego de cinco. Los locales llegaron agotados, imprecisos; y los visitantes sabiéndose superiores en cada ataque de portero-jugador. A la misma vez subió la temperatura con las decisiones arbitrales y la quinta falta no señalada a los charcuteros, protestada por Duda.

Las casualidades del deporte quisieron que paradójicamente el partido se decantara en los instantes finales y con portero-jugador del Jimbee Cartagena. Duda aplicó de su propia medicina a Josan acertando a la primera con el juego de cinco, pues Motta disparó cruzado y bajo la línea apareció Toamz para empujar el balón al fondo de la red. Era el 4-3 y tocó sudar la gota gorda en dos minutos de vértigo, donde ElPozo apretó de lo lindo y acarició la tanda de penaltis en multitud de ocasiones. Los meloneros pueden certificar el miércoles el pase a la final y a los charcuteros les toca empatar la eliminatoria, algo que ya consiguieron frente al Peñíscola. Nada imposible para uno u otro bando.