La lucha del fundador de Lesco: del centro de menores al mando de la cadena de los supermercados

La lucha del fundador de Lesco: del centro de menores al mando de la cadena de los supermercados

Martes, 10 de junio 2025, 07:14

De la nada. Desde allí puede decirse que parte el viaje personal y profesional del joven empresario murciano Raúl Pérez López, 43 años, fundador de los supermercados Lesco, que en el año 2012 se adentró con quien entonces era su pareja y madre de sus dos hijos mayores en la actividad del comercio. Un aventura que ha continuado dando pasos a pesar de las dificultades del camino dentro de ese sueño por mejorar que nunca le ha abandonado desde la filosofía de «trabajo y trabajo». Porque este emprendedor hecho a sí mismo nunca ha dejado de reinventarse después de una vida intensa, cuya infancia aconteció sin el calor de la familia e internado por los servicios sociales.

Un tesón por encima de las adversidades que han hecho que hoy en día sea propietario de tres establecimientos y de su propio obrador de carnicería con el que nutre a las tiendas -en los que da empleo a 65 trabajadores-, además de impulsar nuevos negocios franquiciados de la enseña en alianza con la compañía Cash Levante, uno de los líderes de la distribución en la Región. Y es que el olfato para los negocios empezó ya desde jovencito, montándose por su cuenta en el sector de los rótulos tras haber trabajado en una empresa de publicidad exterior.

Sin padres y en el hospital

«Mi madre se marchó siendo un crío, y nos dejó a mí y a mis hermanos. Luego mi supuesto padre no quiso saber nada porque no era hijo suyo. Así que me quedé solo en una casa en Patiño. Pero a raíz de ponerme enfermo por una hepatitis, los vecinos me llevaron al hospital, donde estuve varias semanas hasta recuperarme. A partir de ahí una monja que había allí buscó para que me acogieran los servicios sociales, así que al final entré en el centro de menores que había entonces en el barrio de Vistalegre», recuerda al mirar atrás. «Imagínate, me encontré chicos y situaciones de todo tipo», dentro de un pasado muy difícil en el que, como reconoce, «he visto cosas buenas y malas».

Apoyo de personas cercanas

«Tenía 8 años y estuve allí hasta los 15, luego pasé a un piso de acogida», rememora. Después, una vez cumplida la mayoría de edad, tras tener que madurar a pasos agigantados, emprendió ya su propio rumbo. «Un momento en el que supe encaminarme», sin faltar personas y amigos «que me ayudaron a buscarme la vida», señala con agradecimiento. Aliados a la hora de prosperar a los que nombra con mucho reconocimiento. «Fueron esos padres que no tuve. Aunque algunos ya no están, pero siempre les agradeceré lo que me enseñaron, como la disciplina y decir siempre la verdad», recalca. Y pone el ejemplo concreto de «Antonio y Maruja, junto a sus hijos, Juan Antonio, Pepe y Javi, que me ayudaron tanto cuando entré en la actividad de los rótulos».


Varios clientes realizan sus compras en el supermercado Lesco en Zarandona.


Nacho García


Y lo mismo sucede con otra gente cercana que han sido también para él como hermanos, como es el caso de su actual socio Juan Antonio Martínez, al frente de Cash Levante. Porque todos ellos, de una manera u otra, han venido a agrandar la nueva familia creada por Raúl Pérez junto a su actual pareja, con quien ha tenido otros dos niños. De forma que se ha convertido en padre de cuatro chicos, de 25, 19, 7 y 4 años de edad, con los que trata de disfrutar más tiempo de su compañía, ya que «por desgracia al mayor no pude verlo crecer como hubiera querido por el ritmo del trabajo», lamenta.

Porque ser empresario, lejos de lo que algunos piensan, no es ningún chollo. Así que hace hincapié cuando dice que «yo no soy rico, y seguro que debo más que nadie». «Todo me ha costado mucho dinero y esfuerzo», puntualiza. Tal como ocurrió «cuando me vi enganchado con mi propia empresa de rótulos en la crisis del ladrillo por la situación de una promotora en un centro comercial». Una deuda que le obligó a abandonar la actividad y a reinventarse en el sector de comercio, lo que dio lugar al primer Lesco en Los Garres, «donde abrimos el supermercado en un bajo que había enfrente de la casa donde vivía con mi pareja de entonces, y que después fuimos ampliando». «Claro que como no teníamos dinero, cambiaba yo el suelo, el techo. Lo hacíamos todo», revela.

Posteriormente, llegarían las aperturas en el barrio de El Progreso y Zarandona. Aunque ha sido en los últimos dos años donde la marca ha protagonizado el mayor salto gracias a Cash Levante, que ha posibilitado crear una red con una docena de supermercados repartidos por Sucina, El Palmar, El Esparragal, Corvera, el barrio de San Antón, Fuente Álamo, además de las tiendas de Roldán y Balsicas, en Torre Pacheco. A los que se sumarán próximamente otros dos nuevos en Pliego y también en la pedanía murciana Era Alta.

Espíritu inconformista

Tampoco se olvida de aquellos tiempos en que como simple trabajador multiplicaba las horas del día para «poder ganar más dinero». «Venía de echar mi jornada limpiando marquesinas y me iba entonces luego otra vez a hacer rutas por la tarde y noche a Albacete y Madrid, a escondidas, para poder pagar las casa que nos estaban construyendo», confiesa. Un espíritu inconformista que late tan fuerte como su afición por el Real Murcia, de cuyo consejo de administración forma parte y por el que seguirá luchando pese a todo.

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