Sábado, 14 de junio 2025, 13:37
Sin rugido de motores ni maniobras al límite, los aviones tienen tanto tirón en tierra como en aire. Un flujo continuo de 80.000 personas, según los cálculos de la Academia General del Aire, se han dejado admirar por la romántica silueta de los aviones históricos, como la Bücker o la Mentor, el poderío de los ‘cazas’ o el gigante A400M Atlas, a cuya panza han accedido miles de curiosos.
A las 9 de la mañana, las colas para acceder a la exposición estática de aeronaves en la Academia General del Aire daban ya la vuelta a varias esquinas. Aviso a visitantes: para este domingo, la afluencia de público se prevé mayor, así que conviene mirar los planos de aparcamientos recomendados y madrugar mucho. El festival Aire 25 que conmemora el 40 aniversario de la patrulla Águila y la despedida de su histórica cabalgadura, el C-101, moverá hacia el Mar Menor a medio millón de personas en las dos jornadas.
Dentro de la base militar, este sábado primaba la ‘aguilamanía’ en camisetas, gorras y demás iconos aeronáuticos, pero también los souvenirs de la patrulla Aspa y del Canadiar apagafuegos, una de las estrellas de la exhibición de este domingo, cuando demostrará cómo puede recoger agua del Mar Menor.
La AGA ha abierto sus puertas al público en un evento sin precedentes que ha reunido a más de 30 aeronaves militares y civiles, tanto nacionales como internacionales, en la exhibición estática. Desde primera hora, familias enteras, entusiastas de la aviación y curiosos de todas las edades han cruzado las puertas del recinto militar para descubrir de cerca lo que habitualmente solo se ve en el cielo o tras una barrera de seguridad. La ilusión de todos era caminar junto a cazas, helicópteros y aviones de transporte de última generación, e incluso entrar en algunos de ellos con la ayuda de pilotos y mecánicos.
Kiko Asunción / AGM
La entrada a la zona de exposición no podía ser más simbólica: dos C-101 de la Patrulla Águila flanquean el acceso, uno de ellos con el timón de cola conmemorativo del 40 aniversario de la unidad acrobática, y otro recordando su 25 cumpleaños, en una imagen que conecta emoción y memoria no solo para los aviadores militares, sino para los miles de patrulleros aficionados de todo el mundo.
El recorrido continúa por la zona dedicada a aviones históricos, con joyas como el Bücker Jungmann, el T-6 Texan o el legendario F-86 Sabre, cedidos por diversas fundaciones aeronáuticas del país. Un tributo vivo a la evolución de la aviación y al legado de quienes volaron antes.
Felipe VI se monta por primera vez en un Pilatus de la AGA.
A.S.
Del ‘Chinook’ al ‘Eurofighter’
El corazón de los ‘aerotrastornados’ ha latido con fuerza en la zona de vanguardia, donde helicópteros como el CH-47 Chinook o el EC-665 Tiger comparten espacio con cazas de altísima capacidad como el F-18, el Eurofighter Typhoon, un F-16 belga y el AV-8B Harrier de la Armada Española. Una muestra contundente del músculo aéreo al servicio de la defensa europea y nacional.
Junto a ellos, los grandes protagonistas del transporte táctico: el A400M Atlas, el C-295 y el CN-235, imponentes en dimensiones y capacidades.
La organización ha pensado en todo. Dentro de las instalaciones de la Academia se ha habilitado dos amplias zonas de ocio, con foodtrucks, barras de comida y bebida, aseos, zonas con sombra y nebulizadores, donde los visitantes han podido descansar y reponer fuerzas.Además, los más curiosos han podido llevarse un recuerdo en los puestos de artículos de aviación o incluso tatuarse en el original Tattoo Truck instalado en el recinto. Y para los amantes de la simulación, una experiencia única: probarse como piloto en el simulador de cabina del Mirage F1, un clásico de las fuerzas aéreas españolas.
Como aperitivo de la exhibición aérea del domingo, los líderes de las distintas patrullas participantes han realizado una pasada con sus diferentes aeronaves, con el Mirlo del comandante Miguel Abad a la cabeza de la formación inédita en la historia. Un homenaje a la patrulla española en su 40 cumpleaños.
Kiko Asunción / AGM
A las 14 horas comenzó la exhibición de la Patrouille de France, que se adelantó por problemas de agenda, con su reactor Alpha Jet. El vuelo acrobático de los franceses está considerado uno de los más artísticos y visualmente refinados, con una coherencia estética en sus maniobras y una alta precisión en el uso del humo tricolor -azul, blanco y rojo- en amplias formaciones.
Después llegó a la exposición el Rey Felipe, quien este domingo presenciará también el espectáculo aéreo junto a la ministra de Defensa, Margarita Robles, altos mandos militares y directivos de empresas del sector de la defensa.
Este sábado ha volado por primera vez en un Pilatus, el avión de enseñanza con el que aprenderá su hija, la princesa Leonor, el próximo curso en la AGA. Es una cita pendiente que el monarca tenía con el turbohélice suizo de nueva adquisición en el Ejército del Aire y del Espacio, ya que hace unos meses se desplazó a la base de San Javier con el propósito de probar el avión en vuelo, pero se lo impidió una afonía.
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Enlace de origen : Felipe VI vuela por primera vez en un Pilatus de la AGA en el festival Aire 25 de San Javier
