Premios a la Sostenibilidad Medioambiental: el impulso social que reverdece el mundo

Domingo, 15 de junio 2025

| Actualizado 16/06/2025 01:21h.

Un año más, y este es el séptimo, LA VERDAD convierte la sostenibilidad medioambiental, económica y social en epicentro de sus premios anuales y lo hace galardonando siete proyectos que tienen como motor la sociedad y como beneficiarios el planeta y los seres vivos que lo habitamos, con el objetivo de promover la acción de todos los ciudadanos en la misma dirección: mejorar la salud del medio ambiente y legar un mundo mejor a las generaciones venideras, empezando desde la Región. El jurado de los VII Premios a la Sostenibilidad Medioambiental de La Verdad -integrado por Salvador Navarro, presidente de Anse; Ángel Pérez Ruzafa, catedrático de Ecología de la UMU; Daniel Rolleri, presidente de la Asociación Ambiente Europeo; Maribel Parra, vicepresidenta de la Asociación de Divulgación Científica de la Región; Juan Antonio López Abadía, jefe de Optimización, Energía y Medio Ambiente de Estrella de Levante; Raúl García, gerente de Volvo Sedauto y presidente de la Fundación Legado Humano; Pilar Balcells, directora corporativa de RR HH y RSC en Hefame; Miguel Ángel Ruiz, periodista especializado en medio ambiente; Alberto Aguirre de Cárcer, director de LA VERDAD hasta el 1 de junio; y Beatriz Rocamora, como secretaria- ha seleccionado siete iniciativas civiles que se centran en conservar, gestionar y reutilizar para evitar la degradación del medio natural y concienciar de la importancia de promover un desarrollo que lo preserve y revierta su deterioro.

Regenerar los suelos fértiles, favorecer e incrementar su biodiversidad y frenar su erosión; concienciar a toda la sociedad, desde los niños hasta los ancianos, de que su papel activo puede revertir los daños ecosistémicos provocados en el territorio y de que el desarrollo y el futuro pasan por ser sostenibles; poner la creatividad y el esfuerzo al servicio de la producción para no seguir esquilmando los recursos ni contaminando; y hacer todo ello con el conocimiento como base para avanzar de manera firme en la preservación de los recursos naturales y servir de ejemplo para que estas experiencias puedan replicarse en cualquier rincón del mundo. Todas esas son las primeras iniciativas que en LA VERDAD, con el apoyo de Aqualia, Ayuntamiento de Murcia, Volvo Sedauto, Mazda Levauto, Región de Murcia, Iberdrola, Actúa-Grupo Hozono Global y Coca Cola, con la colaboración de Laken y Fundación Legado Humano, destacamos con el convencimiento de que crecerán con paso firme y transformarán el mundo.

La restauración y la renaturalización del territorio, una misión colectiva

‘Columbares con Estrella’ es el nombre del proyecto con el que la Asociación Columbares y la Fundación Estrella de Levante apuestan desde 2022 por la restauración ecológica, la reforestación y la mejora de hábitats en la finca de 26 hectáreas Los Pelaos, en la pedanía de Corvera. Una propiedad municipal en estado de abandono que, mediante la custodia del territorio, ha reverdecido el paisaje rural y el medio natural del entorno en el que se ubica.

Con el triple objetivo de favorecer y aumentar la biodiversidad, mejorar la salud del suelo y controlar las escorrentías en la cuenca vertiente del Mar Menor, Columbares y Estrella llevan cuatro años embarcando en esta aventura a escolares y voluntarios, entre quienes divulgan el conocimiento para que la experiencia se pueda replicar y así multiplicar los resultados, al tiempo que les demuestran que la acción de todos en la dirección adecuada puede recomponer el planeta.

Ciencia y conocimiento para construir un futuro sostenible, ético y responsable

Desde el convencimiento de que «los Objetivos de Desarrollo Sostenible configuran la estrategia mundial más ambiciosa hasta el momento para lograr una sociedad más justa, igualitaria y respetuosa con el planeta y el medio ambiente», la Universidad de Murcia (UMU) se lanzó en febrero de 2019 a poner en marcha su proyecto ODSesiones, un programa transversal que ha implicado a las distintas facultades y centros, a ONG, administraciones públicas, expertos, investigadores y estudiantes con el objetivo de crear conciencia de la situación que vivimos y tratar de mejorarla. Con un ODS por mes (hay 17), la UMU ha abierto esta iniciativa a toda la sociedad concienciando sobre la importancia de la Agenda 2030 para lograr un futuro sostenible y dejando patente que cada persona puede contribuir al éxito de esta estrategia.

En noviembre de este año acabará la segunda campaña de la iniciativa, que ha ampliado su influencia más allá de la Región con los proyectos Universitarios ODSesionados y +Universitarios ODSesionados, hasta la UNED en Madrid y en una jornada en la que participaron más de un centenar de representantes de los consejos de estudiantes de la mayoría de universidades públicas. Una ímproba tarea que ha acercado a los estudiantes a la realidad de las problemáticas que denuncian los ODS y también a las posibles soluciones de la mano de personal experto: un premio en sí mismo al esfuerzo.

Pieles veganas y libres de plástico ‘made in Murcia’

Si la vida te da limones… haz biocuero, debieron pensar los responsables de la iniciativa empresarial Hopeel, en Ceutí, que han aprovechado los biorresiduos de los cítricos y las olivas que abundan en la Región de Murcia para crear «un producto biotextil de nueva generación que imita al cuero». Materia prima local para solucionar un problema global.

Los responsables de la iniciativa, que están ahora en fase de ensayo y escalado industrial, han logrado un producto «100% biodegradable, sustituto del cuero animal, cuyo curtido es altamente tóxico, y también sustituto del cuero sintético: polipieles derivadas del petróleo y que tantos problemas medioambientales ocasionan con los microplásticos», explica Elena Lorente.

Economía circular y reciclaje al 100% están en el ADN de esta aventura empresarial con sello netamente murciano y que trata de responder a las demandas de los consumidores y los diseñadores comprometidos con el medio ambiente y conscientes de la necesidad de corregir hábitos de consumo que destruyen el equilibrio natural de los ecosistemas». En Hopeel, explican, han dado con la fórmula perfecta para lograr un material 100% biodegradable, circular y libre de plásticos y tóxicos que, aseguran sus creadores, es «resistente y con un acabado de calidad».

Con aplicación en la industria textil, una de las más contaminantes del mundo, y la moda, la tapicería, la marroquinería, el calzado y la automoción, Hopeel aporta un beneficio añadido a la agricultura local, en la que «se puede usar como compost cuando acabe su vida útil; se puede producir con energías renovables y es totalmente inocuo para el medio ambiente».

Dormir bien, vivir mejor

En busca de la sostenibilidad industrial, demandada por las nuevas normativas europeas y por la conciencia medioambiental de los clientes, la marca de colchones Buensueño de Abanilla ha puesto en marcha un plan para reducir el impacto de su actividad.

Así, en primer lugar, han incorporado tejidos confeccionados con hilo reciclado para la fabricación de los colchones. También han sustituido los embalajes de plástico por otros de papel y cartón reciclado, y han reducido un 70% el tamaño del envasado de los colchones mediante su enrrollado al vacío, disminuyendo a su vez su volumen, el coste de su transporte y las emisiones en la distribución de los colchones.

Estas medidas, que ya se han puesto en práctica en la fábrica que la empresa tiene en el municipio de Abanilla, han permitido ahorrar 221.238 metros lineales de plástico de un solo uso al año; ahorrar 2.500 litros de agua en la fabricación de los colchones y reducir un 70% el volumen de sus productos.

Buensueño ha ido un paso más allá apostando por una gestión sostenible en las ventas, sustituyendo las visitas presenciales, «que conllevan noches fuera de casa y dificultan la conciliación», por un sistema de atención a clientes y ventas con ‘telemarketing’ y ’email marketing’. Así «evitamos desplazamientos comerciales innecesarios, ahorrando gastos de transporte y reduciendo emisiones, al tiempo que favorecemos la conciliación familiar y aumentamos el bienestar de la plantilla», traslada la empresa participante en los premios.

Residuos industriales, agroforestales y mineros para reducir la enorme huella

La producción de clinker, materia prima principal del cemento tradicional, es responsable de un 10% de las emisiones mundiales de CO2. Conscientes de este hándicap de cara a hacer sostenible el sector de la construcción, la empresa Cementos La Cruz (Abanilla) ha desarrollado una estrategia para reducir hasta un 55% -con el objetivo de lograr la huella cero- las emisiones de gases de efecto invernadero e introducir materiales innovadores para «producir un tipo de cemento nuevo que solo contendrá un 20% de clinker», explican desde La Cruz sobre su proyecto Eraclitus. La empresa empezará a construir este verano las instalaciones en las que se llevará a cabo este nuevo método de producción que «es -explica Nicolás Muñoz- un cambio de paradigma que, a través de diversas operaciones tecnológicas, incorpora en la producción residuos industriales, mineros y agroforestales, contribuyendo a la economía circular».

Igualmente, Eraclitus contará con la biomasa como único combustible durante el proceso de producción para alinearse, «aún más, con los objetivos de sostenibilidad». Según los datos facilitados por la empresa, este nuevo proceso de producción «permitirá reducir las emisiones de CO2 del cemento por debajo de los 200 kg/Tn y evitará liberar a la atmósfera unas 450.000 toneladas de carbono en los próximos diez años, contribuyendo a la descarbonización del sector».

Mar Menor y comunicación como ejes del aprendizaje

Los alumnos de Bachillerato y ESO del IES Las Salinas del Mar Menor de La Manga (Cartagena) han mirado a lo más próximo para extender las redes del conocimiento a lo más amplio. Con el Mar Menor que observan cada día desde sus aulas, han puesto en marcha de la mano del equipo docente el proyecto «’Onda Salada; la voz que deja huella’: una radio escolar interdisciplinar que ha convertido el Mar Menor y su entorno en el eje del aprendizaje», explican los promotores de la pionera iniciativa.

Las ondas y las habilidades comunicativas que han desarrollado han servido de correa de transmisión del conocimiento literario, biológico, musical, artístico, económico, idiomático y social enraizado en la laguna que les ve crecer; han investigado y analizado su ecosistema; han recurrido a especialistas y científicos para profundizar en los contenidos; han desarrollado y fomentado el pensamiento crítico entre sus iguales y entre sus familiares y amigos; y han trabajado para amplificar su conciencia medioambiental contagiando a toda la sociedad.

Con la creación del ‘podcast’, que han difundido a través de plataformas como Spotify e Ivoox, las redes sociales y la emisora escolar, han empujado al alumnado y a sus familias a «asumir un papel activo en la preservación del Mar Menor. La radio escolar se ha convertido en una herramienta de aprendizaje innovadora y participativa en la que la educación escolar ha trascendido las aulas para generar impacto en todo el entorno».

El derecho y la personalidad jurídica del Mar Menor, la minería y sus efectos contaminantes en la laguna, los estilos periodísticos y los diferentes formatos para difundirlos, el feminismo y el emprendimiento, el deporte, la creación literaria… Conocimiento sin límite que los jóvenes han recopilado y ofrecido a toda la Región.

Algodón para bolsas que transforman hábitos en toda la comunidad local

Bajo el lema ‘Menos plástico, más vida’, los alumnos de Primaria del CEIP Petra González de La Paca (Lorca) se pusieron en marcha para transformar hábitos de consumo cotidianos que no les gustaban. Durante un proceso de análisis e investigación, explican los docentes del centro, y como respuesta a la creciente preocupación por la contaminación por plásticos, los niños detectaron que las tiendas locales de La Paca, Doña Inés y Las Terreras usaban gran cantidad de bolsas de plástico de un solo uso «de difícil reciclaje», que contribuían a acumular residuos, contaminar del entorno natural y afectaban a la fauna, especialmente marina, detallan.

Conscientes de que juntos tenían más fuerza, consiguieron el apoyo de comerciantes y familias con una campaña de concienciación y sensibilización destinada a todos sus vecinos. Talleres de estampado ayudaron a complementar el trabajo de diseño realizado y a producir las bolsas de algodón que luego vendieron en el centro. Como resultado, el 70% de los hogares de las tres poblaciones adquirieron estas bolsas y se redujo el uso de las de plástico. Además, destinaron los beneficios a pagar las bolsas de tela y a ayudar a familias y comercios valencianos afectados por la dana.

El objetivo del proyecto, cuentan los docentes, era demostrar que mediante la sensibilización y la acción comunitaria es posible promover una cultura más respetuosa con el medio ambiente. Y, satisfechos con la respuesta y los cambios de hábitos de consumo de sus vecinos, han decidido que los estudiantes sigan siendo agentes de cambio, involucrándose en futuras campañas y nuevas iniciativas de reducción de residuos y consumo responsable.

William Abrego

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