Jamenei afirma que «Irán nunca se rendirá» y que continuará con su programa nuclear

Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, también afirmó haber cumplido sus objetivos en el archienemigo persa:«En el momento más decisivo, nos hemos levantado como un león y nuestro rugido ha hecho temblar Teherán y ha reverberado en todo el mundo. Nuestra operación se inscribirá en los anales de la historia militar».

Solo faltaba conocer la versión del Líder Supremo del país atacado, que permanecía desaparecido desde el inicio de la ‘Operación León Ascendente’. Alí Jamenei reapareció este jueves para ofrecerla en un discurso televisado. «Quiero dar la enhorabuena al pueblo iraní por su victoria frente al falaz régimen sionista. Porque, a pesar de todo el ruido y de sus cánticos de victoria, el régimen sionista ha sido aplastado por los golpes de la República Islámica», declaró, en referencia a los misiles que lograron esquivar los interceptores de la ‘Cúpula de Hierro’. Tampoco se olvidó de Estados Unidos: «El régimen americano se ha involucrado directamente en la guerra, convencido de que, si no lo hacía, el régimen sionista sería destruido por completo. Ha intentado salvarlo, pero no lo ha conseguido», sentenció.

Aunque en ningún momento levantó la voz, Jamenei no renunció a la habitual retórica agresiva del régimen y aseguró que Israel estuvo «a punto de colapsar» por las represalias de Irán y que Trump había exagerado el impacto de sus ataques, que «no hicieron nada significativo».

Es más, Jamenei añadió que el ataque iraní contra la base militar estadounidense de Al Udeid en Catar representa «una severa bofetada para América», a la que envió un mensaje contundente: «Su presidente indicó en una de sus declaraciones que Irán debe rendirse. Ya no se trata del enriquecimiento del uranio ni de la industria nuclear, sino de la rendición de Irán. Eso nunca ocurrirá».

Sin embargo, el clérigo de 86 años que gobierna el país asiático fue comedido en sus amenazas. «Si Israel vuelve a atacarnos, le causaremos aún más destrucción», prometió. Y señaló que volverá a poner la diana en las bases militares de Estados Unidos en la región si vuelve a atacar su territorio. Ese condicionante es clave, porque supone que da por cesadas las hostilidades. Pero, sin duda, el anuncio más preocupante que hizo fue el relativo a su programa nuclear: «La mayoría de las instalaciones siguen operativas y perseveraremos en nuestros objetivos», apostilló.

Análisis de datos

Es pronto para determinar si eso es cierto y factible. No en vano, los análisis al respecto muestran notables discrepancias, incluso entre los realizados por las diferentes agencias de la Inteligencia estadounidense. Un informe clasificado filtrado a la CNN, y cuya veracidad la Casa Blanca acabó confirmando, reducía a meses el retraso provocado por las bombas de penetración profunda en el programa nuclear iraní, que mantendría intactas algunas de las capacidades clave para acabar produciendo una bomba.

Más cauto, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), reconoce que ha perdido la pista del uranio enriquecido desde que se iniciaron las hostilidades y considera necesario acceder a las tres instalaciones atacadas para hacer una valoración realista de la situación. Su director general, Rafael Grossi, ha solicitado acceso, pero Teherán aún no se lo ha proporcionado.

De esta forma, hasta que inspectores neutrales puedan ver y contar lo sucedido, todo son conjeturas. Las últimas que han trascendido son las de la CIA. Más alineadas con el discurso de Trump, consideran que los ataques americanos han provocado «un daño enorme» en el programa nuclear iraní, algo que comparte la Inteligencia israelí.

Esas conclusiones fueron las que hoy ha esgrimido el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, para arremeter contra la prensa que continúa arrojando dudas sobre la efectividad de la operación. «Es irresponsable. ¿Qué tal si nos alegramos por el éxito histórico que hemos cosechado?», ha espetado a los periodistas.