
Consuelo Campoy (Molina de Segura, 31 años) no seguirá en el STV Roldán la próxima temporada. Llegó al club pachequero en el verano de 2015 … y en esa primera etapa de cuatro años conquistó una liga, una Copa de Europa y disputó la primera Copa de España de la historia de la entidad. Su gran rendimiento la llevó a la selección española, con la que también ganó el primer título continental del combinado nacional femenino. En 2019 firmó en el Alicante, donde solamente estuvo una campaña. Después regresó a Roldán, donde ha permanecido hasta ahora. En total han sido nueve años vistiendo la camiseta del club de su vida, que resume ahora en LA VERDAD.
–Poco después de terminar la final, comunicó que no continuaría en Roldán. ¿Por qué?
–A finales de octubre me lesioné gravemente, tuve una luxación del tobillo y fractura del peroné. Me dieron un pronóstico de entre cinco y seis meses de baja, pero a los tres meses ya estaba jugando. Cuando me recuperé, me senté a hablar con el director deportivo y me dijo que a partir de marzo comenzarían a hablar individualmente con las jugadoras sobre su futuro de cara a la próxima temporada. Llegó esa fecha y como no me decían nada (aunque tiene representante, siempre lo ha gestionado todo ella), subí a las oficinas para preguntar por mi situación. En ese momento me comunicaron que todas las negociaciones estaban paradas porque tenían problemas económicos, pero que confiaban en retomarlo en dos semanas. No ocurrió. A final de abril, recibí un mensaje del director deportivo para que fuese a hablar con él antes del entrenamiento.
–¿Y qué ocurrió en esa conversación?
–No tenía buenas sensaciones antes de esa conversación, sentía que me estaban evitando. Ahí me volvieron a decir que seguían con problemas económicos y que tenían que hacer recortes y que no contaban conmigo para la próxima temporada.
–¿Cómo recibió esa noticia, después de tantos años en el club?
–Les dije que lo aceptaba y les agradecí todas estas campañas que he pasado con ellos. Eso sí, les transmití que hubiese esperado una oferta de renovación a la baja porque saben que me estoy preparando las oposiciones de profesora de Educación Física y que priorizo más cosas, además de lo deportivo. No sucedió, pero yo quería terminar dejándomelo todo en la pista, como así ha sido.
LA FINAL ANTE EL FUTSI
«Teníamos el escenario idílico en el partido en Roldán para haber cerrado la Liga. Nos faltó acierto y tuvimos varios fallos»
– ¿Se sintió dolida?
–Hubiese esperado y aceptado que me bajasen mucho el sueldo. Soy de Molina, lo tengo todo aquí y lo saben. Considero que las formas no fueron las mejores porque si en febrero ya sabían algo, me lo podían haber dicho. Creo que lo tenían claro y lo demoraron. Mi decisión era continuar en el STV Roldán y retirarme ahí y en el club lo sabían. Sé que me queda poco como jugadora y que ahora también estoy centrada en el después y podía haber seguido por menos dinero, no era un problema. Al final, ha sido mucho tiempo ligada a un club, unas compañeras y una afición y duele. En Roldán lo he vivido todo y me voy con una sensación agridulce.
–¿Qué va a hacer la próxima temporada? ¿Dónde se ve?
–Desde que me comentó el STV Roldán que no contaba conmigo, le dije a mi representante que necesitaba parar y reflexionar para ver qué es lo que realmente quiero. He pasado un año muy complicado por diversas situaciones y, por eso, quiero elegir mi futuro con la mente limpia. Sé que estaré vinculada al deporte de una forma u otra. También estoy opositando y es ahí donde destino toda mi energía. Ahora priorizo estar yo bien y tranquila.
–¿Se plantea dejar de jugar?
–No lo sé. No sé si volveré a jugar en septiembre, en octubre, en el mercado de invierno o el curso siguiente. Ahora necesito estar tranquila. Lo que tengo claro es que, de una manera u otra, el deporte siempre va a formar parte de mi vida. No sé lo que voy a hacer.
–Y en medio de todo esto, el STV Roldán ha llegado hasta un tercer partido de la final para proclamarse campeón de liga. ¿Cómo lo ha vivido?
–El ‘playoff’ ha sido muy especial para mí, pero también muy agridulce. Empezamos la temporada muy irregulares y en ese momento llegó también mi lesión, no creo que mucha gente esperase que llegásemos a la final. Eso fue muy satisfactorio, hemos terminado con un nivel altísimo y hemos aportado todas las jugadoras. Pero a la vez, individualmente, cada partido que jugaba sabía que podía ser el último con esta camiseta y que me iba del club.
–¿Caer en ese tercer partido en Madrid, fue duro?
–Muy duro. Teníamos el escenario idílico en el partido en Roldán para haber cerrado la liga, con nuestra afición y en casa. Hicimos un encuentro muy bueno, pero nos faltó acierto y nos penalizaron algunos fallos.
–¿Con qué momento se queda de estos nueve años en Roldán?
–Es difícil escoger solo uno, pero quizá me quedaría con esa liga que ganamos en 2018 en la última jornada. Fue en casa, con nuestra afición, éramos cuatro equipos candidatos al título en ese último partido y es algo que ninguna de las que estuvimos allí olvidará jamás. Lo mejor que tiene Roldán es su afición, son los mejores del mundo y me emociono solo con recordar muchos partidos vividos en el Gabriel Pérez y muchos recibimientos previos que nos organizaron. Todo el apoyo y el cariño que me han dado, que nos han dado, siempre es el mejor homenaje que puedo tener.
SU FUTURO
«Estoy opositando para ser profesora de Educación Física y es ahí donde destino toda mi energía. No sé si volveré a jugar»
–Con tantos años de experiencia en la máxima categoría ¿cómo ve la evolución del fútbol sala en nuestro país?
–En los últimos años se ha ido profesionalizando bastante, pero sigue habiendo muchas diferencias entre clubes. Encontramos algunos que tienen una estructura muy buena en las bases, pero les falta en el primer equipo. Hay equipos en los que sus jugadoras tienen que costearse ellas mismas los fisioterapeutas, en otros solo tienen contrato la mitad de la plantilla. La evolución es positiva, antes no había contratos profesionales, pero queda muchísimo por hacer en cuanto a descansos, transportes, hoteles, nutricionistas, etcétera.
–¿Ayudará de cara al futuro ese Mundial de noviembre?
–Espero que sí, va a ser el primer Campeonato del Mundo de la historia. Ayudará, sobre todo, a darle visibilidad al fútbol sala femenino. Ojalá sea ese empujón que nuestro deporte necesita.
– Usted ha contribuido a dar a conocer el fútbol sala en la Región y tiene un pabellón con su nombre en Molina de Segura.
–Eso significa mucho para mí, es un reconocimiento enorme y muy especial. Cuando me lo dijeron, no me lo creía. Ha sido la primera vez que una mujer lleva su nombre en un recinto deportivo y poder darle visibilidad al resto de compañeras es muy gratificante.

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Enlace de origen : Consuelo Campoy: «En Roldán lo he vivido todo y quería retirarme aquí, pero no ha podido ser»