Hace justo un año, el 7 de julio de 2024, el bravo banderillero murciano José Mora toreaba a las ordenes de Gómez del Pilar en … la plaza francesa de Ceret. El tercer toro de la tarde, de la ganadería de José Escolar, lo prendió brutalmente, infiriéndole una gravísima cornada en la que el pitón entró 25 centímetros desde el glúteo, llegando hasta la vejiga, provocando graves daños tanto en ese órgano como en el recto, perforado también por el cuerno.
Los primeros días resultaron un calvario, con dos operaciones en el hospital de Perpignan, a donde fue trasladado desde la plaza de Ceret. Mora recuerda las noches de dolor y su preocupación en aquellos momentos: «Mi pareja y mis hijos estaban lejos, y cuando llegaron mi estado era muy complicado». Una visita especial, antes de ser trasladado a Murcia, fue la de sus hijos: «Se me partió el alma al verlos sufrir». Quizás sea una de las razones por la que si el futuro no le permite volver a los ruedos, lo asuma con tranquilidad: «Vi lo mal que lo pasó mi familia, mis hijos, que no me gustaría que volvieran a pasar por eso, por lo que, si no puedo regresar a los ruedos, lo aceptaré». Sobre si podrá volver a torear contesta con sinceridad y cierta resignación: «No sé si volveré a torear, lo veo muy difícil, la vejiga quedó destrozada y los daños en el recto fueron muy importantes y una cornada en esa misma zona sería nefasta». Y confirma que «este año seguro que no voy a poder volver a torear, porque con la operación de este jueves necesitaré algunos meses para recuperarme». Pese a lo dolorido, Mora se siente animado: «Me han quitado la bolsa que llevaba y me han intervenido sobre la misma colostomía. Ahora soy como un niño pequeño, solo me dan líquidos y tengo que volver a aprender a hacer mis necesidades por mis propios medios. Me va a dar mayor autonomía, pero está siendo muy molesto».
Mención especial tiene para los médicos: «Quiero agradecer al doctor Ricardo Robles y a todo su equipo el trato que han tenido conmigo desde que llegué a Murcia». Lleva un año de baja y, si no puede torear, tiene ilusión en retomar su oficio de tornero cuando físicamente pueda acometer el trabajo.
Mora, este domingo.
Cedida

En relación al día de la cornada, todos los medios especializados pusieron su foco en José Mora, que sufría una de las cornadas más graves de la temporada. Mora se muestra agradecido con los compañeros: «Rafaelillo ha estado siempre muy atento, y me ha acompañado en el hospital, el maestro Fundi también se ha preocupado mucho por mi estado», y respecto al reconocimiento profesional recuerda la tarde de octubre en la que recogió en Valencia el premio que lo otorgó Toros con el Soro: «Fue una gala muy emotiva, en la que me dio el premio Ortega Cano, y también se reconoció a Rafael Cañada, que ha quedado inválido por una cornada. Subieron todos los toreros a darnos el premio, entre ellos Paco Ureña, Ponce, El Soro, Padilla, Borja Jiménez… Fue un momento muy emocionante en el que las grandes figuras quisieron rendirme homenaje, pese a ser un personaje poco relevante». Palabras que demuestra la tremenda humildad de un hombre que, vestido de plata, se las ha visto con toros de las ganaderías más duras a las órdenes de Rafaelillo. Ha lidiado con maestría y ha colocado banderillas imposibles a toros de Miura, Victorino, Adolfo Martín, Escolar, Cuadri, y un sinfín de hierros de los denominados duros. Una trayectoria impecable de la que no saca pecho: «Como banderillero he sido una más de la cuadrilla, siempre al servicio del matador».
«Vi lo mal que lo pasó mi familia y no me gustaría que volvieran a pasar por esto; si no puedo regresar a los ruedos, lo aceptaré»
José Mora es un torero auténtico, de gran valor, que siendo un chiquillo salió de Murcia en 1995 para apuntarse a la Escuela Taurina de Madrid. Allí coincidió con El Juli o Miguel Abellán, entre otros. Sin embargo, el murciano fue el elegido, por delante de todos los demás alumnos, para representar a la Escuela en Las Ventas. Salió a hombros en 1996. Uno de los pocos toreros de nuestra tierra que ha sentido esa sensación. De novillero con picadores también firmó una gran tarde en Madrid en 1998, dando una vuelta al ruedo. No llegó a tomar la alternativa y cambió el oro por la plata para convertirse en uno de los banderilleros más valientes y solventes del escalafón.
Esta de Francia fue su tercera cornada grave. En Mazarrón un toro le partió la safena en 2003, y en 2011 un toro de Adolfo le propinó una soberana paliza y una grave cornada en el muslo en Madrid. Pese a los malos momentos, Mora recuerda los principios y su periplo como banderillero para concluir: «Me siento orgulloso de lo que he conseguido en el toreo».

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Enlace de origen : José Mora: «Veo muy difícil volver a torear»