Dos vecinos de Alhama, de Roma a Santiago a pie para cumplir una promesa

Dos vecinos de Alhama, de Roma a Santiago a pie para cumplir una promesa

Lunes, 14 de julio 2025, 01:29

El viernes 28 de marzo dos vecinos de Alhama de Murcia decidieron pasar a la acción y emprender un reto que les llevaba tiempo rondando por la cabeza. El objetivo era realizar el Camino de Santiago, algo que, de primeras, poco tiene de particular. El matiz es que estos aventureros marcaron como punto de salida la plaza de San Pedro, en Roma. Por lo tanto, han completado una travesía que les ha llevado a caminar por Europa tres meses y recorrer una distancia de casi 3.000 kilómetros.

Los protagonistas de esta aventura son Beppino Maieron, un italiano de 71 años que llegó hasta Alhama a finales de la década de los años setenta, y se quedó a vivir en este municipio, al que lleva unido ya cinco décadas. Por otro lado, se encuentra Víctor Martínez, que, a sus 62 años, decidió cumplir una promesa, al igual que Beppino. Cada uno programó la aventura por su cuenta. Sus destinos se unieron un día que coincidieron y charlando comprobaron que los dos tenían el mismo proyecto. Fue entonces cuando decidieron materializarlo y embarcarse en una aventura que acaban de completar.

En el caso de Beppino, un reto de estas características no le era ajeno. Esta fue su segunda gran apuesta, ya que, en el año 2023, como recogió LA VERDAD, completó en bicicleta la distancia que existe entre Alhama de Murcia e Italia. Se trata de unos 2.000 kilómetros. Tras completar aquella proeza, decidió implicarse en este nuevo proyecto que ahora ha tocado a su fin. Sobre su última aventura, recuerda Beppino Maieron que «semanas antes de emprender este proyecto la salud me jugó una mala pasada». Asegura que ese fue «el detonante que me convenció por completo para llevar a cabo el plan que tenía en mi cabeza». Tras el aviso que le dio la salud, afirma que «tengo mucha suerte de poder haber completado este reto».

Víctor Martínez amplió su trayecto otros 135 kilómetros para llegar hasta Finisterre, como le recomendó su mujer

Con un toque de ironía, apunta que «creo que me ha tocado una varita santa». De mente inquieta, no tardó en cabiler otra idea en su cabeza. Se trata de continuar su viaje desde Galicia hasta Extremadura y después regresar a Alhama de Murcia, completando el conocido como Camino Eulaliense, que une las ciudades de Mérida y Totana, en la comarca del Bajo Guadalentín.

«Seguro que regresaré más sabio y bueno», sentencia. Destaca con cariño a los compañeros de viaje que han caminado a su lado en los días de largas travesías, haciendo etapas de unos 20 kilómetros diarios. Por cierto, como buen cocinero de pasta italiana, en numerosas ocasiones ha actuado de chef en los albergues para sus compañeros peregrinos, una faceta que, según afirma, le ha dado cierto prestigio y fama de buen cocinero con sus compañeros de camino.

Por su parte, Víctor Martínez, el otro peregrino, recuerda que hace años prometió a su ángel de la guarda que si le cumplía una petición muy especial que le hizo, él respondería haciendo «algo grande». Al hilo, apunta que «mi promesa se vio cumplida. Ese mismo día alguien habló de ir andado de Roma a Santiago de Compostela y me dije a mí mismo que eso me tocaba a mí y lo tenía que hacer», aunque admite que «nunca pensé que realmente lo haría».

Beppino Maieron realiza en la actualidad el Camino Eulaliense, que conecta Mérida con Totana

Sin embargo, ahora ya es una realidad que ha realizado con éxito su tercer camino de Santiago. Los anteriores los hizo en sus años de juventud. Una vez en bicicleta y otra andando. En aquellas ocasiones, solo recorrió tierras de España. El trayecto desde Italia lo considera «una proeza única, una lucha de etapas muy bonitas, las que he hecho, cada día, acordándome de mi familia en todo momento», rememora con nostalgia.

Juntos hasta España

Precisamente, la esposa de Víctor le alentó para que Santiago de Compostela no fuera el final definitivo. «Le hice caso y mi proyecto terminó, finalmente, en Finisterre», avanza. Cada día, al amanecer, Víctor y Beppino emprendían juntos la ruta que pensaban completar esa jornada. Sin embargo, cuando llegaron a España, decidieron separar sus caminos y seguir en solitario. Víctor quiso pasar un día en Navarra con unos amigos. Los dos afirman que guardan grandes recuerdos de sus etapas por Italia y Francia, pero señalan que «sin lugar a dudas», el camino por España «es el mejor». Recuerdan que «vibramos al llegar a nuestro país».

Víctor completó el reto el 2 de julio. Llegó en solitario a Santiago de Compostela. Su certificado de peregrino acreditó los kilómetros que recorrió en su hazaña. 2.824, en total. «Al entrar en la plaza del Obradoiro, se me pusieron los pelos de punta y se me produjo un desplome tremendo en el cuerpo, pero, al mismo tiempo, me recorrió una gran sensación de bienestar», afirmó.

A su paso por Francia ya había perdido 18 kilos. «Me dicen que se me ha puesto cara de figurín», ironiza. Después de realizar cinco días más de caminatas, hasta llegar al final de la tierra, en Finisterre, sumó 135 kilómetros más, completando un total de 105 días. En Finisterre se encontró con sus hijos y volvió hasta Alhama. Beppino Maieron, por su parte, llegó a Santiago de Compostela el 4 de julio tras completar 107 etapas. En la actualidad recorre el Camino Eulaliense.

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