Más de una década lleva abierto el restaurante Don Kebab, en la avenida de Roldán de Torre Pacheco, un negocio que gestiona Hassan, un ciudadano de origen marroquí afincado en La Unión. Una década tras la que la mayoría de su clientela son jóvenes españoles y en la que no ha tenido «ningún problema». Hasta la noche del pasado domingo cuando, en medio de la ola de violencia racista que se ha desatado en el municipio tras la agresión brutal a un anciano, un grupo «de entre cuarenta y cincuenta personas» asaltó su local «con bates de béisbol, machetes, piedras y palos», causando importantes destrozos materiales en su interior.
«Estábamos trabajando, como cualquier día normal, cuando empezó a llegar gente vestida de negro, con cascos en la cabeza y encapuchados. Me dijeron ‘moro, cierra, que hoy no se trabaja’, lanzaron un gas dentro, que olía fatal. Cerramos la persiana, pero la volvimos a abrir porque parecía que se habían ido», relata Hassan. Pero no se fueron. Las cámaras de seguridad del establecimiento captaron cómo el grupo de radicales accedió al interior del local, lanzando piedras y sillas, y destrozando todo a su paso. A su vez, Hassan y otro empleado huyeron corriendo y pudieron escapar por una puerta trasera. «Si no tenemos esa puerta trasera, estaríamos muertos», decía este vecino. Con las prisas y el susto, se dejó el ventilador encendido y el dinero en la caja. «Corrimos por nuestra vida, lo demás no nos importaba».
El suceso del kebab tenía indignada este lunes a la ciudadanía pacífica de Torre Pacheco. «Como no se ponga freno a esto, va a haber muertos y cosas más graves», advierte asustado Hamza, un joven de origen magrebí que reside en España desde que tenía un año. De hecho, habla un perfecto castellano, con acento de la Región. «Cuando voy al norte de España, me preguntan si soy murciano», comenta.
«Estamos horrorizados. Por el día la cosa parece calmada pero por la noche empieza a complicarse. Parecía que el domingo iba a ser más tranquilo, con toda la presencia policial que había,pero cómo han acabado las calles y algunos locales, casi te diría que fue peor que el primer día. Así que hace falta más dotación policial», reflexiona este ciudadano, quien está intentando promover una manifestación pacífica para exigir el cese de la violencia, pero se está encontrando con cierta resistencia por parte de algunos amigos españoles. «Algunos tienen miedo y no quieren que en este momento se les relacione con nosotros», lamenta.
Fachada del kebab destrozado.
Pablo Sánchez / AGM

«Un país maravilloso»
Pero no todos los habitantes de procedencia extranjera de Torre Pacheco son del Magreb. En el municipio hay 85 nacionalidades distintas, y una colonia que ha crecido en los últimos años es la hindú. Uno de ellos es Gurmit Singh, que reside en España desde 2001 y regenta una tienda de comestibles junto a su hijo en el casco urbano pachequero.
«Estos días estamos cerrando antes por lo que está pasando», relata este ciudadano, que no entiende cómo las personas pueden recurrir a la violencia. «Aquí llevo casi 25 años y la convivencia ha sido siempre muy buena. Con los españoles, con los extranjeros, con todos. España es un país maravilloso. Si quieren pelearse, que se vayan a la India, que allí hay mucha gente para pelearse», declaraba este lunes, sentado en la plaza del Ayuntamiento y deseando que se recobre la normalidad en su municipio de acogida.

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Enlace de origen : Trabajadores del kebab asaltado en Torre Pacheco: «Si no llegamos a tener una puerta trasera, estaríamos muertos»