Patxi Fernández
Lunes, 14 de julio 2025
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha una campaña especial de vigilancia y control del consumo de alcohol y drogas en la conducción, que se extenderá desde el 14 hasta el 20 de julio.
Con la colaboración de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, así como policías autonómicas y municipales, la DGT realizará más de 30.000 pruebas diarias a conductores en vías tanto interurbanas como urbanas. El objetivo es claro: prevenir los siniestros viales causados por el consumo de sustancias, una de las principales causas de mortalidad en nuestras carreteras.
Según los datos que baraja este organismo, en 2023, 246 personas perdieron la vida en siniestros de tráfico donde el alcohol fue un factor concurrente, lo que representa un alarmante 26% del total de siniestros mortales. Además, el alcohol estuvo presente en el 13% de todos los siniestros registrados, consolidándose como la segunda causa de siniestralidad vial en España, solo por detrás de las distracciones y superando a la velocidad.
La DGT insiste en que el consumo de alcohol, incluso en pequeñas cantidades, afecta directamente a funciones esenciales para una conducción segura. Actúa como un depresor del sistema nervioso central, alterando la percepción, el tiempo de reacción, la coordinación y la capacidad de juicio. Esto se traduce en una mayor lentitud para reaccionar ante imprevistos, una subestimación de la velocidad propia y ajena, y dificultades para evaluar distancias, incluso cuando el conductor cree tener el control.
A medida que la tasa de alcoholemia aumenta, los efectos se agravan exponencialmente, incrementando no solo el número de accidentes, sino también la gravedad de sus consecuencias. Estudios demuestran que las lesiones sufridas por las víctimas en siniestros con alcohol suelen ser más graves, debido a que la conducción bajo sus efectos se asocia a menudo con comportamientos de alto riesgo como el exceso de velocidad o las maniobras temerarias. La evidencia científica es contundente: la única tasa segura de alcohol al volante es 0,0%.
Multas y responsabilidad penal
Conducir habiendo ingerido alcohol o drogas tiene consecuencias fatales; en el mejor de los casos, con una sanción administrativa, pero en otros muchos con penas de cárcel. En 2024, según los datos de la Fiscalía de Seguridad Vial, más de 50.000 conductores fueron condenados por conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas.
A estos castigos normativos o penales hay que sumar el más importante y es que la vida de una persona que ha matado a otra/s en un accidente de tráfico por haber cometido la imprudencia de conducir habiendo ingerido alcohol o drogas no vuelve a ser la misma.
Los efectos del alcohol
RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL Y COLECTIVA
Conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas pone en riesgo vidas. Cada vez que una persona se pone al volante tras haber consumido alcohol o drogas, está tomando una decisión que no solo compromete su propia seguridad, sino también la del resto de usuarios de la vía: otros conductores, pasajeros, peatones o ciclistas.
Lo que a veces se percibe como una «decisión personal» puede acabar teniendo un impacto devastador en familias enteras.
Si alguien de tu entorno ha consumido, impide que coja el coche. La responsabilidad en la seguridad vial no se limita únicamente al conductor. Como familiares, amigos o acompañantes, también tenemos la capacidad —y la obligación moral— de intervenir. No basta con advertir o aconsejar, hay que actuar con firmeza y evitar que se ponga al volante.
Nunca te subas como pasajero con una persona que haya bebido o consumido drogas. Aceptar subir a un vehículo conducido por alguien bajo los efectos del alcohol o las drogas implica exponerse directamente al peligro.
Como pasajeros, también debemos asumir un rol activo en la prevención. Subirse a ese coche significa poner en riesgo la propia vida y, en muchos casos, normalizar un comportamiento que no debería tener cabida en una sociedad responsable.
La única tasa segura es 0,0%. Actualmente se está tramitando en el Congreso de los Diputados la reforma de la Ley que propone reducir al 0,1 la tasa máxima de alcohol permitida al volante, con el objetivo de reforzar la seguridad en las carreteras y disminuir el número de víctimas. Adelántate a la nueva normativa: si decides no consumir ni una sola gota de alcohol antes de conducir, estarás contribuyendo desde hoy mismo a prevenir siniestros y salvar vidas.
Como parte de esta campaña, la Federación Nacional de Lesionados Medulares y Otras Discapacidades Físicas (ASPAYM) colabora un año más con la DGT para concienciar a los conductores sobre el grave riesgo de circular bajo los efectos de sustancias psicotrópicas. Bajo el lema «No corras, no bebas… no cambies las ruedas», voluntarios con lesión medular, víctimas de accidentes de tráfico, acompañarán a los agentes en los controles de alcohol y drogas en provincias como Asturias, Cádiz, Madrid, Murcia o Sevilla.
En el momento de la detención, los voluntarios de ASPAYM se acercarán a los vehículos, trasladando el mensaje de la campaña y, con su presencia, visibilizando las consecuencias y secuelas irreversibles que pueden derivarse de los accidentes de tráfico. Esta iniciativa, que fue premiada en 2015 en los Premios Ponle Freno y recibió una Mención Honorífica Luis Antona en 2024, busca generar un impacto directo y reflexivo en los conductores, reforzando la importancia de una conducción responsable y segura durante este verano y más allá.

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Enlace de origen : La DGT realizará más de 30.000 pruebas diarias de alcohol y drogas