
Está a punto de entrar en la década de los cincuenta, apenas le quedan dos meses, y, ante todo, se considera padre. Este abogado especializado … en causas medioambientales que en 2019 entró en política de la mano de Podemos, es hoy Secretario General del PSOE en el municipio de Murcia, cargo al que ha llegado sin oposición. Y lo compagina con la portavocía del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de la capital.
–Por este orden, se define como padre, abogado y Secretario General del PSOE en Murcia. ¿Qué legado le gustaría dejar desde la política a su hija y a las futuras generaciones?
–La preocupación por lo colectivo y la política, independientemente de las ideas a las que le lleve la vida, aunque me gustaría que fuesen progresistas. Salir de ese individualismo atroz en el que estamos encerrados, ese sálvese quien pueda que nos perjudica como país, Región y como sociedad en general.
–Eso es lo que le ha llevado a entrar en política. En estos años, ya desde dentro, ¿qué balance haría? ¿Se han cumplido las expectativas?
–A los que somos idealistas nos suele ocurrir que la realidad te hace bajar. Pero también es lo que nos motiva. Lo que sí veo es una política demasiado ocupada en lo que parece ser, y no en lo que es. En la imagen que se proyecta, lo que se cuenta, el famoso ‘relato’. En estos últimos 30 años en esta Región, el relato nos dice que estamos en la mejor tierra del mundo pero la realidad, los datos, nos dicen otra cosa: los peores números en los medidores sociales y calidad de vida. Y lo traslado al municipio de Murcia.
–¿Qué cambios considera necesario en este municipio?
–Para empezar, el del documento principal que rige su estructura y vida, es del 2001. Me refiero al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU); seguimos en ese mismo modelo, pensado para desarrollar la ciudad hacia el norte y totalmente desestructurado y olvidado de las pedanías.
–¿Hacia dónde debe ir, ahora que se supone que estamos en su modificación?
–Lo primero es que no parece que haya ganas de hacerlo, porque exige pensar y planificar y va más allá de los cuatro años de cada periodo electoral, y no se hace. Todos saben que es necesario modificarlo. El PSOE en sus dos años en la alcaldía inauguró la Oficina de la Revisión del Plan y al llegar ellos de nuevo, la eliminaron. Y mientras, los grandes asuntos pendientes, abandonados, como los restos de San Esteban; los barrios de La Paz y La Fama, sobre los que se mira hacia otro lado, pese a ser un problema en el centro de la ciudad. En definitiva, que el PGOU hay que cambiarlo, aparte de por estas y otras razones, porque se hizo para 25 años, y porque no se programó su desarrollo, lo que ha llevado al desorden, desequilibrio y muy caro y complicado de mantener. El futuro Plan debe ser más participativo, que no solo salga de un despacho, y centrado en crear confort y calidad de vida a sus ciudadanos y no solo para los visitantes. Una ciudad ‘de los 15 minutos’; que se adapte al cambio climático, por ejemplo, con más zonas verdes repartidas por la ciudad y eliminar suelos duros.
–En paralelo, ¿qué otros cambios ve usted necesarios?
–Para mejorar la vertebración territorial del municipio, también hay que modificar el funcionamiento de las Juntas Municipales, como verdaderos órganos de descentralización; con un equilibrio presupuestario para que las pedanías tengan los medios necesarios para hacer su proyecto de pueblo. Ahora están limitados a elegir qué orquesta toca en las fiestas. Y que haya unos servicios mínimos accesibles en todo el municipio. En definitiva, hay que reordenar prioridades.
–¿En qué sentido?
–El modelo actual está muy preocupado por la gente que lo visita y por la imagen que proyecta. Es más fácil a nivel político crear ‘un set de rodaje’ en el centro de la ciudad, pero fuera de ahí vivimos mucha gente de la que nadie se ocupa. Y no es un ataque ni al turismo, ni a los eventos ni a la programación cultural. Pero hay que establecer unas prioridades y unos mínimos exigibles para los más de 474.000 habitantes. No me conformo con un municipio que es cómodo visitarlo un día pero incómodo vivirlo 365. Es imagen pura y dura e incluso la gente que vive en el centro no está cómoda, porque vive en un escenario.
–Hablemos de movilidad. ¿Qué se puede y qué se debe hacer?
–Ante todo, reducir la necesidad de los desplazamientos y eso se consigue, como he comentando antes, descentralizando servicios. El nuevo plan se va a asentar en una infraestructura, la de los carriles segregados, y por la que fue muy criticado el PSOE; sin ella no hubiera sido imposible hacerlo. Y no sabemos si el modelo proyectado será o no suficiente, porque no sabemos nada de él después de dos años; lo han hecho en un despacho. Pero mi sensación es que será poco ambicioso por no contar con los nuevos ejes del tranvía.
–¿En qué otros ámbitos considera que se debe trabajar para el municipio del futuro?
–Tenemos que diseñar un municipio adaptada a los niños y niñas, porque eso es bueno para toda la población: espacios seguros para los peatones, cómodos en cuanto a temperatura, humedad y sombra, recorridos seguros… Y se puede empezar por mejorar el entorno de los colegios públicos, que tenemos 117, con eso ya avanzamos mucho. Son proyectos factibles y económicos.
–Visto lo visto, ¿considera que el modelo del PP está agotado después de casi 3 décadas gobernando?
–Totalmente, pero no solo porque no tengan ideas, sino porque sus ideas son las de grandes eventos, flores, luces… Y desigual, que sirve a muy poca gente del municipio. Se necesita un proyecto nuevo y lo dicen ya muchos, no solo los más cercanos a nosotros.
Política y corrupción
–En ese contexto, ¿qué daño le va a hacer al PSOE municipal los últimos casos de corrupción? Parece claro que le van a pasar factura, según las encuestas.
–Ante todo, y en general, la política municipal le interesa a muy poca gente, por desgracia. Y el voto se mueve por la política nacional y por la imagen de esta. Se ha deshumanizado a una persona, al presidente del Gobierno, sin tener en cuenta, por ejemplo el incremento como nunca del Salario Mínimo, de las pensiones, de las inversiones en la Región. Y si el voto municipal lo depositas pensando en que Puigdemont me cae mal en vez de en los servicios públicos municipales, da igual lo que se haga aquí. Esto es muy frustrante y malo para el municipio, porque nos encadena a un modelo del que ya una mayoría social es consciente que es negativo para los que vivimos aquí. Murcia tiene un potencial que no se está desarrollando.
–¿Toca en estos dos años hacer mucha calle para cambiar esta tendencia desde la oposición?
–Cierto es que estamos en la oposición y solo hemos gobernado 2 de los últimos 30 años. Y si decimos que el municipio debe cambiar desde los barrios y las pedanías, eso exige que estemos allí y que el PSOE sea visto como una herramienta de mejora de su día a día. Hay que hacer mucha calle, hablando y haciendo política municipal.
–Una reflexión final. ¿Qué está haciendo mal la izquierda que no parece llegar a los jóvenes, según las recientes encuestas?
–El mundo ha cambiado mucho más que la izquierda, y a partir de ahí podemos pensar si hace falta cambiar la izquierda o cambiar el mundo. Y creo, que sin renunciar a ser izquierda, se tiene que adaptar y no lo ha hecho.

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Enlace de origen : Ginés Ruiz: «El nuevo y necesario PGOU de Murcia no debe salir solo de un despacho»