Los J’Alhamed reviven Uryula

Los J’Alhamed reviven Uryula

Sábado, 19 de julio 2025, 10:42

Después de la devastación que ha dejado el fuego, el viento y la sequía en las tierras fértiles, es a través del agua cómo el ejército J’Alhamed hace resurgir a Uryula, la Orihuela árabe. Esos fueron los elementos protagonistas y el motivo transversal de la embajada mora que este viernes llenó de espectáculo las principales calles y avenidas de la ciudad, muy animadas durante la representación. La comparsa J’Alhamed, que este año cumple medio siglo de historia, fue la encargada de abrir y protagonizar un espectacular desfile, en el que sacó a la calle 13 filas al parsimonioso ritmo de las marchas moras.

Antes, la Armengola 2025, la considerada por la leyenda como la heroína que liberó la ciudad, representada por Ana Belén Navarro, abrió el desfile. Acompñada por un ballet, salió respaldada por la fila escolta de su marido y la suya, de la comparsa Escorpiones. Con la vara de mando de la ciudad, como elemento simbólico de la envergadura del cargo y recreación de la leyenda, y con el toisón como representante de todas las comparsas encabezó el desfile de las tropas moras.

La comparsa que ostentala embajada, fundada en 1975 y en este desfile saca a la calle 13 filas, cinco bandas de música y cuatro ballets

Como embajadora de todas ellas los J’Alhamed desplegaron a continuación todo un espectáculo repartido por los cuatro bloques que caracterizaron su desfile. Comenzó con la tierra y en él marcharon las abanderadas infantiles, seguidas de tres filas, un ballet y la carroza de fundadores. Le siguió el bloque de aire, con otras tres filas y con el ballet ‘soplo de aire empoderado a la mujer que representa la ciudad de Orihuela’. Fue en el penúltimo de los bloques, con bandera de fuego, donde se presentó la abanderada, Belén Valero Reales. Tras tres filas, un ballet representó la dualidad del fuego, una historia de venganza y redención donde las llamas no sólo destruyen sino que iluminan los secretos y anhelos del pueblo. Con este elemento se plasmó el hilo narrativo con el que tras la devastación del fuego sobre la ciudad, emanaba un sentimiento colectivo de unidad.

La Armengola 2025, Ana Belén Navarro, de la comparsa Escorpiones, abrió el desfile

Presencia del embajador

Los clarines y tambores anunciaron tras ellos la llegada del embajador y con ello el elemento del agua. Primero con un ballet se simbolizaba el resurgimiento de la ciudad, tras la resistencia de Uryula a la sequía, el viento y las llamas. El cortejo familiar, caballos y las banderas de las puertas azules del Generalife se adelantaron a la fila escolta Aisha y la fila escolta Al’kasar, a la que pertenece el embajador. Ambas filas precedieron a la carroza del embajador. Javier López Fabregat, acompañado por su mujer Ester Gutiérrez Marcos, y sus hijos, Ana y Javier. Acapararon todas las miradas y aplausos a lo largo de los 800 metros aproximadamente que tiene el desfile.

Tras ellos siguieron el resto de las comparsas del bando moro: Abdelazíes, Moros Realistas, comparsa Beduina Moros Bedawíes, comparsa Beduina Moros Muladíes, comparsa Moros Almorávides, comparsa Moros Viejos de Abén-Mohor, Moros Nazaríes de Abén-Humeya, Musulmanes Escorpiones, Moros Almohábenos y Moros Negros Egipcios. Al cierre de esta edición, el desfile todavía discurría por las calles.

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