Un megaterremoto en Rusia pone en alerta de tsunami a California, Alaska, Hawai y Japón

Millones de personas en las costas del Pacífico han sido advertidas de la posibilidad de olas de tres a cuatro metros de altura. El gobernador de Hawai, Josh Green, ha señalado que la primera ola procedente del terremoto ha superado ya el atolón Midway, a unos 2.100 kilómetros al noroeste de Honolulu. La intensidad del seísmo ha sido tal que en este punto del Pacífico el nivel del mar ha crecido 1,8 metros.

Las autoridades hawaianas han ordenado esta noche pasada la evacuación en la costa de Oahu y también se han activado las sirenas en Honolulu y Maui, donde los vuelos han sido cancelados. Son los grandes centros turísticos del territorio. La playa de Waikiki fue desalojada hace horas. Largas caravanas de coches abandonaron rápidamente la zona en busca de refugio en el interior. Incluso el ejército ha abierto algunas áreas restringidas en sus bases para facilitar la salida de coches.

«Están evacuando todas las zonas costeras y la gente está entrando en pánico. Da bastante miedo», ha explicado Jennifer Potter, una vecina de Maui, a ‘The Washington Post’. «Hay sirenas y alertas de emergencia sonando el todas las redes móviles». En la isla Grande, la mayor del archipiélago, la orden ha sido taxativa: «Vayan a terrenos altos o tierra adentro ahora».

En Japón también se ha instado a la población de las zonas más bajas de la costa que se trasladen al interior y que aseguren sus embarcaciones. La Agencia Meteorológica ha advertido en X de que los «tsunamis golpearán repetidamente. No ingresen al mar o se acerquen a la costa hasta que se levante la alerta». Olas más altas de lo habitual han llegado ya pasadas las 6.30 de la mañana (hora española) a las prefecturas de Hokkaido, Miyagi y Aomori. La agencia ha señalado que, aunque todavía el oleaje no ha alcanzado una potencia realmente significativa, sí podría crecer de modo exponencial en las próximas horas, incluso hasta este jueves.

Varias líneas de tren paralelas al litoral del Pacífico hna sido canceladas. Una de las alertas afecta a la provincia de Fukushima, donde se recuerda el accidente nuclear ocurrido en 2011 a causa de otro tsunami. Las características del fenómeno actual distan mucho de aquella ocasión, en que un temblor de nueve grados sacudió un enclave mucho más próximo, Tohoku. aunque la central nuclear ha sido evacuada por seguridad..

El Estado de California ha anunciado el cierre de las playas, al menos en el área de San Francisco, durante este miércoles. Anecdóticamente, los meteorólogos miran con atención hacia Crescent City, un tramo costero próximo a la frontera entre este Estado y Oregón que ha recibido 32 tsunamis en los últimos 90 años. En Alaska, las alertas están centradas en las islas volcánicas del norte del Océano Pacífico Norte.

Hasta el día de hoy, 284 tsunamis han tocado Estados Unidos desde que se comenzaron a registrar estos fenómenos. El peor de todos ocurrió precisamente en Alaska y causó la muerte a 168 personas en las Islas Aleutianas en 1946. «¡Manténganse fuertes y a salvo!», ha pedido el presidente Donald Trump a la población en un mensaje en su red social.

En realidad, medio planeta se encuentra en alerta debido a las consecuencia del terremoto ruso. En Baja California han informado de la llegada de corrientes más fuertes de lo habitual y el resto de la cornisa latinoamericana también ha sido prevenida del riesgo de posibles fenómenos costeros que han obligado, por lo pronto, a amarrar flotas pesqueras y cancelar ferris. Cientos de miles de turistas tampoco lo tendrán fácil para bañarse en las playas. En otro extremo, la costa oriental de China se prepara para un posible «impacto desastroso» del oleaje en las áreas de Shanghái y Zhejiang a lo largo de la tarde-noche de este miércoles.

Los sismógrafos de todo el mundo han saltado con el movimiento telúrico de Kamchatka, una inestable península volcanica en el aislado este del país, según el Servicio Geofísico de la Academia Rusa de las Ciencias. Luego se han producido al menos seis réplicas, dos de ellas también muy fuertes, de 6,9 y 6,3 grados. Los terremotos más devastadores de los que se tienen conocimiento sucedieron en 1960 en la región chilena de Biobio, que alcanzó los 9,5 grados, y el de Tohoku, sucedido en Japón en 2011, de 9 grados y que mantuvo al planeta en un puño por la catástrofe nuclear de Fukushima.

Las primera imágenes difundidas desde Rusia muestran la ciudad de Severo Kurlisk parcialmente inundada, con casas y pabellones semisumergidos e importantes destrozos en su puerto.