Respetuoso «hasta para nacer» se define Alex Guirado (Murcia, 1998), que vino a este mundo «en el descanso de un Madrid-Barça», sin querer molestar … al personal sanitario de la Arrixaca que veía el partido, ríe. Tan «sencillo y humilde» como buena gente y divertido se muestra a pecho descubierto este cantante de nuestra tierra, folclórico hasta las trancas, criado entre discos y canciones de Isabel Pantoja, Rocío Jurado y Lola Flores. De Carlos Cano, de Julio Iglesias y de Raphael.
Un día, cuando no levantaba más de dos palmos del suelo, Alex Guirado -el mismo nombre que figura en su DNI y que adoptó para su carrera artística- se quedó totalmente embelesado frente a la cantante Nuria Fergó para acabar descubriendo que eso es lo que quería llegar a ser de mayor. No había cumplido ni cinco años cuando ya versionaba el ‘Brisa de esperanza’ de la Fergó en el colegio, y se ponía encima las fundas del sofá para imitar a sus cantantes favoritas.
En 2017 publicó ‘Tu bandera’, que la prestigiosa revista ‘Shangay’ bautizó como «el himno del Orgullo en Murcia’, y desde entonces no ha parado de crecer este «simple mortal» que no concibe la vida «sin un escenario», resume. Hace solo unas semanas sacó al mercado su versión del ‘Ramito de violetas’ junto a sus amigos de Neoverbeneo -Aarón Sáez y Nando Costa- y este martes teloneará en San Pedro del Pinatar, en el festival Sal de Música, a la mismísima Gloria Gaynor: «¡Aún no me lo creo!».
–¿Qué le dirá?
-Entre su español y mi inglés, esa conversación será digna de verla (risas). ‘Gracias’ sería lo único que me saldría. ¡Gracias! La primera canción que yo canté en un estudio fue un ‘cover’ de ‘Can’t take my eyes off you’. Antes que ‘Tu bandera’. Es supercurioso que, ocho años después, la vida te pone a telonear a la que tú empezaste a versionar. Es muy fuerte. Y encima en mi tierra. Esto es algo que solo pasa una vez en la vida, como el cometa Halley.
–¿Qué niño fue usted?
-Recuerdo mi infancia rodeado de música. Siempre con una cinta o con un disco en la mano. Con el ‘walkman’. Aprendiéndome las tablas de multiplicar al ritmo de Miliki. Todo era música. Era un niño feliz. Un niño que, con cuatro años, vio a Nuria Fergó y decidió que quería ser eso que estaba viendo sobre el escenario. Yo fui un niño de la generación de Melody, de María Isabel… Niñas que nos trasmitían la posibilidad de ser artistas, que hicieron buena cuna. Un niño que iba al Conservatorio y estudiaba música. Y también muy follonero. En Educación Física nos daban tiempo libre y, mientras los chicos se iban a jugar al fútbol, yo me iba a la sala de profesores y decía: ‘¡Hola!’. Y cantaba ‘Brisa de esperanza’ de Nuria Fergó. Una infancia bonita y rodeada de música.
–¿Siempre pensó dedicarse a la música?
-En mi familia pensaban que iba a ser abogado o profesor. Supongo que pensarían que esta vida es una vida muy sacrificada, muy dada a la carretera, muchos kilómetros, mucha maleta… Pero yo sabía que por algún lado iba a salir la bala. Me costó un poquito, pero en casa sabían que yo iba a ser artista y no tuve nunca otra vocación que no fuera esa. Y, además, yo tengo una gran capacidad de trabajo. Pero nunca he tenido que coger una cucharita y darle al vaso y decir: ‘Quiero ser artista, o soy homosexual’. Ha sido todo naturalidad y libertad.
En tragos cortos
-
Un sitio para tomar algo.
-La terraza del Quitapesares, después de la romería de la Fuensanta. -
Una canción.
-‘Nada’, de Isabel Pantoja. -
Un libro para el verano.
-‘Las trece rosas’, de Carlos Fonseca. -
¿Qué consejo daría?
-No me gusta dar consejos ni que me los den sin pedirlos. Pero, si me lo pide, cuida lo que quieres tener en tu vida porque sale carísimo perder lo que no tiene precio. -
Un aroma
-El del incienso un Domingo de Ramos en las calles de Murcia. -
¿Con quién no cenaría jamás?
-Con el Grinch. -
¿Quién dejó de caerle mal?
-Jim Carrey, cuando crecí y descubrí que no era el Grinch, que solo era un actor. -
¿Le gustaría ser invisible?
-Como artista, jamás. Prefiero el teletransporte. -
¿Qué le gustaría ser de mayor?
-Una jubilada en Benidorm. -
¿Tiene enemigos?
-Ni lo sé ni me importa. -
¿Qué es lo que más detesta?
-El fascismo. -
¿Un baño ideal?
-En el Balneario de Archena.
–¿Algún artista en la familia?
-No, no hay una rama o una herencia. Mi padre es tornero fresador y mi madre es costurera, modista. Mi abuela y mi madre solamente han conocido la vida de la máquina de coser y han vivido la vida de doña Herminia, de ‘Cuéntame’. Viviendo la vida de los hijos, la vida del marido, la vida de la casa… Y yo no he vivido otra cosa que no sea el ruido de la máquina de coser, aunque yo no cojo una aguja así me maten, ni un dedal, no lo puedo ver. Y tampoco puedo escuchar el sonido de la máquina de coser. Pero somos una familia muy trabajadora, muy humilde.
–¿De pequeño se vestía como las cantantes que admiraba?
-Claro. Figúrese, en 2005 van Son de Sol a Eurovisión con ‘Brujería’. Pues a coger la tela de la sábana de satén y a cantar ‘que es una brujería, dame remedio para el alma mía’. O en Nochevieja pedir a todos que se sentaran para cantarles ‘Antes muerta que sencilla’. Y no había ningún problema. Mi abuela compraba en Julián López telas doradas y yo me las ponía en el pasillo, o las fundas del sofá. Con cuatro y cinco años.
–Como artista, Alex Guirado dejó de ser un desconocido con ‘Tu bandera’. ¿Cuál es esa bandera?
-La de la libertad.
–¿Un himno?
-La escribí en 2017 pensando que fuera mi primer ‘single’, nada más. Con el tiempo, el público lo ha recogido como un himno dentro de la Región, y también a nivel estatal. Para mi sorpresa, a los pocos días de sacar el tema, ‘Shangay’ publicó aquello de que ‘Murcia ya cuenta con su himno del Orgullo’. Fíjese, yo tenía 19 años. Yo he bailado toda la vida y he cantado toda la vida, La primera vez que la canté en directo fue en el Orgullo de 2018, en la plaza de La Merced, y pensé: ‘Verás tú, nadie la va a cantar’. Y todos la cantaron conmigo. Y dije: ‘Aquí está pasando algo’. Le debo todo a ‘Tu bandera’. Eso salió de lo más profundo de mi corazón y le debo todo, es mi carta de presentación. ¿Himno? Los himnos no se componen, no se hacen. Eso lo da el público. El que vaya de primeras con la pretensión de hacer un himno, va mal. Creo que el mayor pecado de un artista es la vanidad. Nosotros solo somos conductores de arte, no el arte. Esto se lo escuché hace poco a Rossy de Palma. Es como si el cable o el enchufe se creyeran la electricidad.
Javier Carrión / AGM

–¿Qué mensaje le hizo especial ilusión?
-Siempre dedico un tiempo cada día para responder a todo el mundo. Porque antes de artista he sido fan. Y tengo un toc: necesito dejar las bandejas de mensajes vacías. Hubo una persona que estaba en el hospital con su padre, que estaba perdiendo la memoria. Y, pasando historias de Instagram, reconoció mi voz y pidió ver mi vídeo. Esas cosas te tocan mucho la fibra. ¿Cómo voy a dejar la bandeja de mensajes sin revisar si hay cosas así de bonitas? Igual que si hay algo malo. Para eso hay un botón que está en rojo y pone eliminar y es precioso. Se borra, y ya.
–¿Ha recibido mucho odio?
-Mire, hay mucha gente a la que le ofende que le digan travesti. Pero vengo de la escuela de la Terremoto de Alcorcón, que cuando salió decían: ‘Es drag’. Me han enseñado que eso no es una ofensa. No hago transformismo, no soy un travesti. Me encantaría hacerlo. Supone muchas más dotes de las que tengo. Supone un conocimiento en humor, en teatro, en caracterización… Entiendo que llevando el pelo por la cintura, saliendo vestido de una determinada forma, quien no me conozca dirá: ‘Pues es drag’. Pero a mí no me ofende. Me llena de orgullo y satisfacción, como decía el que está por ahí. Pero, cuando salgo al escenario, es como ponerme el uniforme de trabajo. Gastamos mucho tiempo en idear el vestuario. Como cuando Miguel Bosé se vestía de torero.
–¿Su madre participa?
-Mi madre me dice: ‘Haz el favor, no traigas más volantes’ (risas). No cabe nada más en el trastero.
–¿Qué se tiene prohibido?
-[Decidido] Hablarme mal. Y ser menos devoto de San Judas Tadeo y de las causas perdidas.
–¿Religioso?
-Mucho. Soy muy creyente. Soy caballero de la Virgen de la Fuensanta. Y mire [saca el móvil y abre una de las aplicaciones, que resulta ser la de Radio María]. Si no me pongo un rato esto todas las noches, no me puedo dormir.
–¿Defectos?
-¡Muchos! Y cuanto más busco, más defectos me encuentro. El que más me irrita es que soy muy superticioso. Con las escaleras, con los triángulos, con las tijeras, con el pie derecho, con los gatos negros, con el salero… Pero nadie se da cuenta, solo me doy cuenta yo.
Javier Carrión / AGM

–¿Sueños?
-Sueño ahora mismo tengo muchísimo (risas). Mi sueño es trabajar, trabajar, seguir trabajando y poder vivir de lo que me gusta. Vivir del escenario y que la gente me siga.
–No puede vivir sin…
-Sin la música. Sin mi gente. Y sin ir de vez en cuando a ver a mi Virgen de la Fuensanta.
–Si fuera presidente del Gobierno, ¿cuál sería la primera medida que aprobaría?
-La vuelta de ‘Hotel Glam’ a la televisión (risas).
–¿Una espina clavada?
-No haber visto nunca en directo a Camilo Sesto.
–Que no le esperen…
-Madrugando. Ni de pie. Que no me esperen madrugando ni de pie.
–¿Qué es para usted madrugar?
-Bueno, hay gente que se acuesta a las 6 de la mañana. Yo me acuesto y no me levanto.
–¿Qué se ha aceptado con normalidad que usted no puede soportar?
-Este calor infernal que hace. Y también pedir limón y que te pongan una miseria. O sea, un trozo de limón que por más que lo aprietes te dice: ‘Por favor, no me aprietes más que no soy de aquí’.
–¿Qué le parece muy urgente?
-Luchar por los derechos del colectivo LGTBI. Luchar por los derechos sociales. Luchar por una vida digna, por una vivienda digna y por un alquiler digno. Y luchar por nuestros mayores.
–Termine esta entrevista como usted quiera.
-Pues hasta aquí hemos llegado (risas). No. Por favor, si alguien está leyendo esto, que alguien se traiga de América a Charo Baeza [única murciana que ha salido en los Simpson]. Que alguien la traiga a Murcia y le pongan una rotonda o una calle, y que Murcia rinda homenaje a Charo Baeza como se merece. Lo de Charo es una injusticia.

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Enlace de origen : Alex Guirado: «Alguien debería traer a Charo Baeza a Murcia y rendirle el homenaje que merece»