Vacaciones en moto: consejos para viajar en pareja por las rutas a dos ruedas

Vacaciones en moto: consejos para viajar en pareja por las rutas a dos ruedas

Iván Bolaño Doforno

Jueves, 21 de agosto 2025

A diferencia de otros medios de transporte diseñados para trasladar a sus ocupantes a su destino de vacaciones lo antes posible, o de la forma más cómoda o económica, la motocicleta es el vehículo escogido por aquellos usuarios que prefieren dedicar sus días de verano a disfrutar del trayecto. Al motorista le suele importar más la ruta que la meta, y en su planificación tiende a desestimar las autopistas o autovías decantándose por carreteras secundarias que alargan el viaje pero que ofrecen otras experiencias y paisajes más memorables.

Una vez escogido el recorrido prestando atención al estado de las carreteras, gasolineras donde repostar, puntos de interés turístico y lugares donde dormir, toca supervisar que la máquina esté en perfectas condiciones para conducir de forma más segura y minimizar el riesgo de sufrir averías inesperadas durante el viaje.

Se aconseja evitar las horas más calurosas del día, y no hacer comidas abundantes –por supuesto, nada de bebidas alcohólicas–, descansar y estirar las piernas como mucho cada hora y media, e hidratarse siempre en cada parada. Es indispensable que la vestimenta y el casco sean los adecuados y específicos de verano, para garantizar la protección pero también la ventilación y frescor en las curvas de la carretera.

El equipaje debe adaptarse tanto al tipo de moto como a la duración del viaje. Su colocación no debe estorbar la conducción y debe situarse lo más cercano al centro de gravedad –al asiento del conductor– y lo más pesado debe ir siempre lo más bajo posible. La firmeza de las suspensiones debe ajustarse para que siempre esté relacionada con la carga que tendrán que soportar. Sobrepasar el límite de carga sobre la parrilla trasera aligera la dirección y la convierte en imprecisa y peligrosa.

Por supuesto, antes de llevar a cabo un viaje en moto es imprescindible comprobar su buen estado mecánico. Lo mejor es llevarla a una revisión en tu taller de confianza, para comprobar el buen estado de las suspensiones, frenos y neumáticos para evitar ningún percance que quite tiempo al viaje. Un pequeño kit con herramientas básicas nos permitirá llevar a cabo cualquier ajuste necesario en la ruta sin tener que llamar a la asistencia en carretera. También es aconsejable contar con un juego adicional de llaves por si se extravían las originales y poder proseguir el recorrido.

Viajar con pasajero también implica cambios en la dinámica de la moto, pues se duplica el peso sobre el vehículo condicionando la maniobrabilidad en los giros o virajes y la capacidad de frenada. La postura del pasajero es clave: siempre debe llevar los pies sobre las estriberas incluso al detener la motocicleta en un semáforo, y agarrarse a las asideras de la moto. Debe acercarse al conductor y seguir sus movimientos y los de la motocicleta para crear una conducción fluida: en curvas, debe mirar por encima del hombro del conductor, sobre el izquierdo en curvas de izquierdas, y sobre el derecho en curvas a derecha. Y el conductor puede abusar más del freno trasero, ya que la rueda carga con más peso y no se bloquea tan fácilmente, y de paso evita que el pasajero se mueva hacia delante cuando se frena con el delantero.

Instalar una cúpula en el manillar delantero hará que haya una resistencia al viento mucho menor y que se disminuya considerablemente la fatiga a la hora de conducir. Mejora la aerodinámica –evitando que el torso del conductor actúe como un freno– y, por lo tanto, los consumos también se reducen. Aunque España no sea conocida por sus lluvias en verano, algunas zonas pueden presentar descargas y aquí los efectos de un parabrisas también se agradecen enormemente.

En cuanto a la meteorología, es imprescindible consultar diariamente las previsiones del tiempo y tener en cuenta que en situaciones de lluvia y niebla la estabilidad y la visibilidad son considerablemente menores que en un coche. A veces es mejor perder un día de ruta que arriesgarse a circular en malas condiciones. Muchos expertos recomiendan que la planificación del viaje se haga con atracciones que no sean imperdibles por si se tienen que cancelar ante causas mayores.

Otro elemento que es mejor tener y no necesitar que necesitar y no tener es un pequeño botiquín para solucionar pequeñas lesiones. Esparadrapo para cortes, tiritas para ampollas, clorexidina, analgésicos y crema para quemaduras harán que los imprevistos sean mucho más manejables en caso de que surjan.

A la hora de planificar la ruta, es importante contar con un presupuesto que se ajuste a nuestro viaje, y dotarlo de un 15% adicional para hacer frente a situaciones como ir a cierto restaurante, alargar una ruta o no poder encontrar el hotel a la primera. Una vez hayas llegado a tu destino, cuidado con las cervezas porque después de un día de montar al sol caerán de un solo trago.

El sentimiento de comunión con otros moteros es algo que no tienen los que viajan en coche. Aprovéchalo y saluda a otros moteros con los que te cruces mientras comas o te detengas a repostar, muchos de ellos tendrán buenos consejos sobre lugares que ver, sitios para parar o rutas escénicas. Es posible incluso que se unan unos kilómetros en tu ruta y, si no van a un ritmo cómodo para ti, es tan sencillo como hacerles una señal para que prosigan el recorrido sin ti.

Enlace de origen : Vacaciones en moto: consejos para viajar en pareja por las rutas a dos ruedas