
Prácticamente incontables son los detalles a cerrar a la hora de planificar una década de funcionamiento del servicio de transporte público de un municipio como el de Murcia … . Entran en el cómputo, entre otras cuestiones, el número de vehículos y líneas, rutas concretas y paradas, conductores necesarios, kilómetros recorridos y el combustible a consumir, sin olvidar el desgaste y amortización de la flota. Todos estos elementos precisan para su correcto engrase en el día a día de una base de operaciones y la solución para articularla, en el caso de Murcia, ya ha sido sellada.
Es en un espacio como este en el que se guardan los autobuses –160, en este caso–, en el que estos repostan y en el que se realizan los trabajos de mantenimiento pertinentes. También es el punto en el que inician y finalizan su jornada laboral los conductores y desde el que los vehículos alcanzan la cabecera de las distintas líneas, para acabar retornando a él al final del día. Por ello, el Ayuntamiento, a la hora de cerrar los pliegos para la licitación del nuevo modelo de transporte público, debía tomar una importante decisión: cómo se va a organizar el servicio de cocheras de la nueva concesión.
Fue el pasado viernes cuando la Junta de Gobierno municipal selló de manera formal la opción escogida, que no es otra que la adquisición de las instalaciones construidas por Latbus, antigua concesionaria del servicio de autobús en el área metropolitana, para su inclusión en la próxima licitación. Hay que recordar, no obstante, que estas dependencias se encuentran actualmente en uso, dado que Monbús las arrienda a la empresa propietaria para dar soporte al actual servicio de autobús entre la capital y sus pedanías.
Una continuidad a justificar
Podría parecer, por tanto, que esta era la solución, por su continuidad, más lógica, evidente y, por tanto, la prioritaria. Pero ni esta alternativa ha sido la primera opción ni la normativa la contempla a priori como la preferida, ante la aplicación del principio de competencia en el proceso de contratación de las administraciones públicas, frente a una adquisición directa. De hecho, según reconocen desde la Concejalía de Movilidad, Gestión Económica y Contratación, los planes del anterior gobierno municipal pasaban por la construcción de unas nuevas cocheras, ejecutadas bien por parte del Ayuntamiento, repercutiendo su coste nuevo adjudicatario del servicio, o bien por parte de la empresa ganadora del concurso.
Sin embargo, los números que maneja el Consistorio apuntan, en el caso de esta opción, a un encarecimiento del contrato en más de 12 millones de euros respecto al uso de unas instalaciones ya existentes en el municipio, como las de Latbus, que cuentan, además, con todas los requisitos necesarios para la prestación del servicio, incluyendo dársenas suficientes, un tren de lavado, talleres y una instalación eléctrica adecuada, necesaria, por ejemplo, para la carga de los nuevos ‘tranvibuses’.
El Ayuntamiento ha tenido que justificar la idoneidad de las instalaciones y de la solución adoptada para evitar el concurso público
Este ahorro deriva, según fuentes municipales, de diversos conceptos, empezando por el del coste que supondría el propio desarrollo de las instalaciones a los precios actuales, incluyendo, por ejemplo, la solicitud a Iberdrola de instalación de un nuevo entronque eléctrico con la potencia necesaria, el cual supone, por sí solo, una inversión de dos millones de euros y una espera de en torno a nueve meses para su instalación.
Una ubicación ventajosa
También se ha valorado como punto a favor a la hora de adoptar esta decisión la ubicación de las cocheras de Latbus, en la carretera de El Palmar. Y es que su cercanía con el centro urbano y otros núcleos de población permite reducir los llamados ‘kilómetros en vacío’, que son aquellos que se realizan sin pasajeros para alcanzar la cabecera de línea o retornar a la base.
Esta distancia sumaría más de 630.000 kilómetros y un coste de 1,7 millones al año en relación a la posibilidad de construir unas nuevas instalaciones, las cuales apuntaban para su ubicación a los terrenos de los que dispone el Consistorio en el Centro Integrado de Transportes de Murcia (Citmusa), ubicado en la pedanía de Sangonera la Seca. De hecho, es allí donde se localizan las cocheras del servicio de autobuses urbanos, los llamados ‘coloraos’, que presta en estos momentos la concesionaria Transportes de Murcia y que, por su tamaño, no cumplen con las características necesarias para el nuevo contrato unificado.
Finalmente, destacan desde el Consistorio que la adquisición de las cocheras de Latbus permitirá que la nueva concesión cuente con sus instalaciones definitivas desde el minuto uno y evitará tener que arrendar otras de manera provisional, durante el tiempo de duración del proceso de construcción de las nuevas, que podría consumir entre dos y tres años. Se consigue, así, el ahorro de un alquiler que muy posiblemente sería el de las cocheras de Latbus, las únicas idóneas en el entorno.
Finalmente, añade la Concejalía que podría haberse establecido en los pliegos que cada licitador incluyera en la oferta su propia solución para las cocheras, pero eso quizás podría haber dado una ventaja competitiva a Monbús, empresa que dispone en este momento de las instalaciones más adecuadas para la prestación del servicio. Por todo ello, el Consistorio ha aprobado adquirir las cocheras de Latbus, tras una tasación independiente, para incorporar su uso obligatorio en la licitación, debiendo cubrir su amortización la adjudicataria y revirtiendo en el Ayuntamiento con el fin del contrato.
Esta adquisición directa –en detrimento del concurso público y de la que no se facilita el precio total– ha tenido así que ser justificada, con estos argumentos, en el acuerdo aprobado el viernes en la Junta de Gobierno. «El ahorro de esos casi 13 millones redundará en la mejora del servicio prestado», zanjan desde el Consistorio.
Mayor puntuación en función del periodo de renovación de la flota
Otro aspecto a tener en cuenta en la valoración de las ofertas será el plan de flota. La adjudicataria partirá con 15 vehículos aportados a la concesión por el Consistorio -para su amortización-, incluidos los siete ‘tranvibuses’ y ocho buses seminuevos, así como con gran parte de la flota de los ‘coloraos’, que revertirá en el Ayuntamiento. Además, una docena de buses eléctricos serán cedidos por la Comunidad Autónoma. No obstante, obtendrán mayor puntuación las ofertas que planteen un mejor periodo de transición en el camino a la incorporación de la totalidad de los buses necesarios, cumpliendo con las limitaciones de los pliegos, esos mismos cuya licitación va con retraso y sigue a la espera de un informe un informe preceptivo de la Consejería de Hacienda.

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Enlace de origen : El Ayuntamiento de Murcia se hace con las cocheras de Latbus para su uso en la nueva concesión