La edad de oro del fútbol murciano marca goles lejos de la Región

La edad de oro del fútbol murciano marca goles lejos de la Región

Antonio Zomeño

Martes, 2 de septiembre 2025, 12:09

La primera degustación del nuevo curso futbolístico en la élite ha pasado por una cata breve pero intensa. Después de tan solo tres jornadas disputadas en Primera División, el fútbol de la Región de Murcia promete una añada sobresaliente en este curso 25-26. Un talento fino al paladar, capaz de competir en cualquier mesa, pero donde es inevitable saborear un retrogusto amargo, más propio de un vino picado. En las primeras fechas, hasta seis goles anotados en La Liga han llevado por etiqueta ‘criado en Murcia’, pero estos se han celebrado en otras latitudes. La Región lo cultiva, otros lo embotellan y se descorcha en los grandes salones del fútbol, esos a los que los equipos murcianos no están invitados.

Los datos en el arranque de temporada son demoledores: el talento regional se ha destacado como el sorprendente colíder de goles en la Primera División española junto a Cataluña, con seis tantos repartidos entre Isi Palazón, Toni Martínez, Germán Valera, Rodrigo Mendoza y Rafa Mir por partida doble. Pero como las cepas de Jumilla, Yecla o Bullas, el talento se hace fuerte en suelos austeros, gana cuerpo y viaja hasta las mesas donde pueden pagar su precio. Mientras, los dos clubes con mayor masa social de la comunidad, FC Cartagena y Real Murcia, viven sus debuts en la categoría de bronce en el primer año sin representantes en el fútbol profesional en el último lustro. La élite habla con deje panocho, pero el escaparate local sigue anclado en Primera RFEF.

Una ‘edad de oro’

El contingente murciano en la cumbre del fútbol es rotundo. Once jugadores compiten en las cinco grandes ligas –ocho en La Liga, dos en la Serie A italiana y uno en la Premier League–, con presencia en las tres competiciones UEFA –Champions, Europa League y Conference–. Fuera del principal escaparate, el mapa se expande por el globo con unos nueve futbolistas en primeras divisiones internacionales –de la MLS a la Superliga china, pasando por Grecia, Polonia o Bulgaria–, además de varios jugadores murcianos entre los dos segundos escalones más potentes del globo, LaLiga Hypermotion y la Championship inglesa.

Si se trazan líneas desde la Vega Alta al Campo de Cartagena, aparecen nombres propios y acentos conocidos. Cieza añora la zurda de Isi Palazón, con 1 gol y 2 asistencias portando el brazalete del Rayo Vallecano en un inicio de temporada sublime, donde ha certificado la clasificación de los franjirrojos a la Conference. Iván Martín, nacido en Bilbao pero criado en Torre Pacheco, pasó de Segunda a disputar la Champions con el Girona, donde continúa este año junto a Cristian Portugués ‘Portu’, interior de Beniel con casi 300 partidos en Primera. El extremo Toni Martínez, oriundo de Balsapintada, ha abierto la temporada goleadora del Alavés este curso; aunque gran parte de la aportación regional a la élite pasa por un recién ascendido que está cuadrando un inicio liguero sobresaliente.

La Región cuenta con once jugadores en las cinco grandes ligas, además de representantes en las tres competiciones UEFA

De la Región al Martínez Valero; las filas del Elche cuentan con cuatro murcianos. Molina de Segura aporta la electricidad de Germán Valera y la imponente irrupción de Rodrigo Mendoza, en la agenda de varios clubes de un nivel muy superior. El centrocampista John Chetauya añade músculo desde la ciudad de Murcia y, por último, aparece el ariete Rafa Mir, nacido en Cartagena pero criado en Javalí Nuevo, en plena forma con dos goles en los tres partidos iniciales. Mourad, ariete de Balsapintada, era el quinto murciano del Elche, pero ayer se confirmó su fichaje por el Tijuana mexicano.

La élite extranjera

La ‘edad de oro’ del fútbol murciano no se limita a las fronteras nacionales. Cartagena puede presumir de la absoluta élite con Robert Sánchez, guardameta del Chelsea campeón del Mundial de Clubes que este año disputará Champions. La Serie A también tiene raíz murciana, con el central muleño Patric Gabarrón cumpliendo su décima temporada en la Lazio de Roma y, desde este verano, el pivote Yellu Santiago, llegado al Hellas Verona tras un par de cursos en el Getafe. Aunque esta diáspora murciana está esparcida por todo el globo.

Es el caso de Adrián Marín, lateral de Torre Pacheco que este curso ha cruzado el charco desde Braga para recalar en el Orlando City de la MLS; o de los dos murcianos en Croacia, Gonzalo Villar y Raúl Torrente, que disputarán Europa League este curso con el Dinamo Zagreb. Juan Antonio Ros en la Superliga china, Isma Ferrer en el Beroe búlgaro, Alberto Botía en Grecia, Josema Sánchez en Polonia, Mourad en México o Adrián Riera en Chipre completan una nómina de murcianos repartidos por primeras divisiones internacionales que ponen rostro al punto álgido de este fenómeno exportador.

La paradoja doméstica

Mientras el acento murciano se cuela en los videomarcadores de LaLiga y Europa, Real Murcia y FC Cartagena luchan por regresar al fútbol profesional sin apenas murcianos en sus filas. Pedro León y Andrés López de grana; Alfredo Ortuño de albinegro. Hasta ahí. Es el peaje de las inercias financieras de ambos clubes en los últimos años, en momentos antagónicos considerando la historia de cada club, pero donde la volatilidad deportiva y la carencia de infraestructuras de primer nivel actúan como nexo común entre ambos.

Los sueños eternos de las ciudades deportivas a ambos lados del Puerto de la Cadena parecen más cercanos de lo que han estado nunca, pero siguen sin materializarse, y en último término producen una fuga de talento hacia focos cercanos más profesionales y atractivos para una progresión hacia la élite. Son los casos de proyectos más asentados como el Almería o el ya citado Elche, a pocos kilómetros de la Región. El tejido de canteras locales funciona, la oferta es vasta y de calidad, capaz de producir futbolistas de primer nivel por sí sola, pero la imagen del Villarreal captando el talento que emana de clubes como el Ranero o la EF Torre Pacheco es habitual.

Las cifras datan una edad dorada, pero en una dinámica exportadora. Si la Región quiere saborearla en casa, toca cuidar la bodega propia: estabilidad en los proyectos, infraestructuras de nivel y una cadena de valor que blinde derechos de formación con retorno económico para reinvertir en cantera. El talento crece en casa, falta que se sirva en nuestras plazas. Hasta entonces, tocará disfrutarlo en la distancia, con orgullo pero ausencia.

Límite de sesiones alcanzadas

El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a las vez.

Por favor, inténtalo pasados unos minutos.

Sesión cerrada

Al iniciar sesión desde un dispositivo distinto, por seguridad, se cerró la última sesión en este.

Para continuar disfrutando de su suscripción digital, inicie sesión en este dispositivo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores



Enlace de origen : La edad de oro del fútbol murciano marca goles lejos de la Región