Abanicos para recibir a la Virgen de la Fuensanta en Murcia

Abanicos para recibir a la Virgen de la Fuensanta en Murcia

Jueves, 4 de septiembre 2025, 21:28

Abanicos por doquier. Eso es lo que pudo verse por las esquinas del barrio del Carmen durante el recibimiento a la Virgen de la Fuensanta. «¡Qué bochorno! Me he venido de la playa a acompañar a la Virgen, aprovechando, además, que el agua estaba ya fría, y aquí nos estamos asfixiando», comentaba Fina, a las puertas de la Arciprestal y con 30 grados en el termómetro.

Este calor se veía agravado por la gran cantidad de gente que se acercó a acompañar a la Patrona. «Yo ya me estoy agobiando», se escuchaba decir a más de una señora mayor al paso de la comitiva. Varios miles de fieles aguardaban así a una ‘Morenica’, que se convertirá durante los dos próximos años en una virgen viajera.

Tal y como ya se anunció a principios del verano, la Patrona peregrinará así a las parroquias de las pedanías de Murcia -e incluso al vecino municipio de Molina de Segura- para celebrar el Centenario de su Coronación Canónica, que se celebra en 2027.

Para ir preparando esta conmemoración, la camarera de la Virgen, María Artiñano de la Cierva, eligió este jueves un atuendo muy especial para la bajada de la ‘Morenica’ hasta la Catedral, evento con el que se da inicio cada año a la Feria de Murcia.

Así, la Fuensanta partió de su santuario del monte a las 15.30 horas portando uno de los mantos que Pilar de la Cierva Kirkpatrick, madre de María Artiñano, le regaló en 1977 con motivo del cumplimiento del medio siglo de dicha coronación.

«Va muy guapa y elegante, con ese verde pálido tirando a grisáceo, adornado con flores», explicaba Artiñano, muy «ilusionada» por la recuperación de entre el ajuar de la ‘Morenica’ de una prenda que le evoca especiales recuerdos de su progenitora, histórica y querida camarera de la Virgen, a la que dedicó 52 años de su vida.

«Además, nos ha quedado un día estupendo para que la Fuensanta vuelva a la ciudad, ¡tenemos la máxima de España!», añadía, recordando los nervios pasados el año anterior, en los que la lluvia amenazó con aguar la bajada. En la puerta de la iglesia del Carmen, como es costumbre, esperaban a la Patrona las autoridades eclesiásticas, políticas y los representantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

Y si la romería de ayer fue especial para la camarera de la Virgen, no lo fue menos para el obispo, José Manuel Lorca Planes, que apura sus días al frente de la Diócesis de Cartagena. En la esquina de Torre de Romo se la encontró el alcalde, José Ballesta, pasadas las 19.30 horas, justo antes del encuentro de la Patrona con el Cristo de la Sangre y de la primera petalada.

Hasta llegar hasta este punto, la Virgen había recorrido ya más de 6 kilómetros sobre los hombros, no solo de los miembros de la Real Hermandad de Caballeros de la Fuensanta, sino también sobre los de todos aquellos fieles que solicitaron actuar como estantes, al menos durante unos metros. Descalzo desde Algezares la acompañaba Antonio, que prefirió no revelar la promesa que le llevó a cumplir con este pequeño sacrificio.

«¡Guapa, guapa y guapa!»

Tras salir de la Iglesia del Carmen, no habían puesto los caballeros de la Fuensanta un pie en el Puente Viejo cuando la Coral Discantus, dirigida por Ángel Luis Carrillo, comenzó a entonar himnos religiosos a los que siguieron el Himno a Murcia, entre vítores y los gritos de ‘¡Guapa, guapa y guapa!’ que le lanzaban los vecinos.

Pasado el mítico paso sobre el río Segura, y atravesado el monumental y modernista arco floral de doce metros de altura -con un peine de diez metros-, la ‘Morenica’ se dirigió a la Glorieta, entre decenas de reposteros, para enfilar a continuación la calle Arenal.

Ahí, bajo catorce estandartes de damasco rojo, tuvo lugar la segunda petalada, «la más abundante» hasta la fecha, según había adelantado el propio alcalde de Murcia, José Ballesta. Finalmente, la Patrona alcanzó la plaza Belluga, donde fue recibida con pasodobles y una tronaera, ocho minutos antes de las 9 de la noche. «Y eso que iba en hora cuando llegó a Murcia», comentaba alguien.

Será en la Catedral donde ‘la Morenica’ hasta el próximo 16 de septiembre, día en el que volverá a su Santuario de Algezares en una multitudinaria romería, en lo que constituye el día grande de la Feria de Murcia y con el que se pone punto y final a la misma. Será tras las Fiestas de Primavera cuando la Fuensanta inicie su extraordinario periplo viajero, pero de momento, lo que toca es que presida una Feria que acaba de arrancar.

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