Muere a los 100 años Gustavo Torner, el creador total que revolucionó Cuenca

Muere a los 100 años Gustavo Torner, el creador total que revolucionó Cuenca

Isabel Urrutia Cabrera

Domingo, 7 de septiembre 2025, 13:11

Gustavo Torner de la Fuente falleció este domingo, apenas dos meses después de haber celebrado su centenario rodeado de familia y amigos. Méritos tenía de sobra para que le felicitara todo el mundo. No solo revolucionó el panorama cultural de su localidad natal como cofundador del Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, sino que también dejó una huella imborrable en el panorama artístico internacional.

Pintor, escultor, diseñador, escenógrafo y museógrafo autodidacta, tenía una imaginación y capacidad de trabajo insólita. Lo mismo brillaba como diseñador de las tiendas Loewe, entre 1982 y 1994, que montaba en una plaza de Madrid ‘Los Cubos’, una estructura monumental de acero que parece una cascada geométrica. Era un hombre de acción. Tenía alma de artista y mente de constructor. En su familia se cultivaba la ciencia y el arte con toda naturalidad. Por un lado, era hijo de Jorge Torner, ingeniero y profesor de Mecánica Racional, y por otro, sobrino-nieto de los pintores Luis y Miguel de la Fuente.

Esa doble herencia marcó su destino: no podía vivir sin el rigor ni la fantasía. Estudió Ingeniería Técnica Forestal y ejerció la profesión en Teruel hasta 1965. Sus extraordinarias habilidades como dibujante le valieron el encargo de crear láminas botánicas para la obra ‘Flora Forestal de España’, trabajos que influyeron en su posterior desarrollo artístico. En 1950 viajó a Francia e Italia, y al año siguiente se trasladó a Cuenca, donde estrechó su amistad con Antonio Saura y comenzó a pintar.

Homenaje a la naturaleza

Sus primeras obras rendían homenaje a la naturaleza, una constante que impregna y fertiliza toda su producción. En 1955 realizó su primera exposición individual y, un año después, creó su primera obra abstracta, ‘Roca’. Ya entonces empieza a expresarse a través de materiales y texturas. No le interesan las referencias figurativas. En sus manos cobran nueva vida la arena, el feldespato, el cáñamo, el látex, el aluminio… Es un explorador incansable de texturas y simetrías. Esta aproximación lo conectó con las corrientes internacionales del Informalismo y el Nuevo Realismo.

Entre 1961 y 1962 participó en la Bienal de São Paulo y la Bienal de Venecia. Llegado a ese punto, se encontró en un cruce de caminos que le obligaba a elegir. En 1965 dejó su trabajo de ingeniero y, al año siguiente, fundó junto a Fernando Zóbel y Gerardo Rueda el Museo de Arte Abstracto Español en Cuenca.

Esos tres artistas lideraron el ‘Grupo de Cuenca’, integrado por creadores que cultivaban la abstracción en sus diversas vertientes. Entre ellos, había figuras de la talla de Antonio Lorenzo, Manuel Millares, Sempere, Canogar, Luis Feito, Chirino y Segundo Gámez. Este movimiento fue uno de los primeros empeños en introducir las nuevas corrientes del arte moderno en España durante la década de 1960. A partir de 1966 Torner inició su actividad escultórica con obras como ‘Laberinto’ (1973) y ‘El recuerdo de Parménides’ (1976). Su producción incluye más de treinta piezas monumentales distribuidas por toda España.

En 2005 se inauguró el Espacio Torner en la antigua iglesia gótica de San Pablo de Cuenca, una instalación permanente que alberga cuarenta obras de Torner. La mitad fueron cedidas por el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, depositario de unas 600 piezas donadas por Torner en 2003. Su producción se encuentra representada en cerca de un centenar de museos e importantes colecciones mundiales, incluyendo el MoMA de Nueva York y la Tate Gallery de Londres.

Enlace de origen : Muere a los 100 años Gustavo Torner, el creador total que revolucionó Cuenca