Las casetas de turrón de Lorca, una tradición en vías de extinción

Las casetas de turrón de Lorca, una tradición en vías de extinción

Mateo García despacha turrón a unos clientes en su caseta en la feria de la Virgen de las Huertas. GONZALO J. MARTÍNEZ / AGM

Solo quedan cuatro de estas antiguas construcciones de madera, que son seña de identidad de las fiestas patronales

Lunes, 8 de septiembre 2025, 15:09

«O la gente joven se anima a comprarnos turrón o esto desaparece», dice convencido Mateo García, mientras despacha trozos de este dulce a sus clientes junto a una copa de anís, una de las tradiciones más arraigadas de las fiestas en honor a la patrona de Lorca, la Virgen de las Huertas.

«Solo quedamos cuatro y llegamos a ser 12», confirma su hermano Diego, que está vinculado a la caseta de turrón «desde que me reconozco». Ayudaba a vender a sus abuelos siendo un niño y luego a sus padres, en un negocio que pertenece a su familia durante más de 200 años. Ceder el testigo a los hijos «va a ser difícil», reconocen.

Los clientes que se acercan a las vetustas casetas de madera son sobre todo «gente mayor», en muchos casos acompañados por sus hijos y nietos, a los que hacen partícipes de la costumbre lorquina.

El día grande de las fiestas patronales es intenso para estos pequeños negocios, que no cierran en toda la noche. Tras la verbena, que se prolonga hasta altas horas de la madrugada, comienzan las misas en el santuario y el goteo de gente ante los puestos es constante. La mayor afluencia de público se produce por la tarde, cuando se celebra la procesión y comienzan a funcionar las atracciones de la feria.

Carmen nunca falta a la cita y al salir de misa de 10 degustó un pedazo de turrón y una copa de anís junto a su marido y otros tres matrimonios amigos. «Nos gusta celebrar la fiesta, venimos todos los años», confirmó ante el mostrador con un amplio muestrario de apetitosos turrones elaborados de forma artesanal con almendra, avellana, patata, guirlache y yema.

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