
El imperio ataca de nuevo. Dos semanas después de que EEUU hundiese una presunta «narcolancha venezolana» en el Caribe, la furia estadounidense volvió a prender … en llamas una lancha acusada de transportar drogas.
«El ataque se produjo mientras estos narcoterroristas confirmados procedentes de Venezuela se encontraban en aguas internacionales transportando narcóticos ilegales (¡UN ARMA MORTAL QUE ENVENENA A LOS ESTADOUNIDENSES!) con destino a EE.UU.», justificó el presidente Donald Trump al anunciarlo en las redes sociales.
Como en el primer caso del pasado día 2, le acompañaba un vídeo desclasificado del Pentágono, esta vez a todo color, que muestra a la lancha de dos motores meciéndose en el mar bajo la mira de tiro, antes de estallar en llamas con sus ocupantes dentro y acabar convertida en una columna de humo negro. Trump precisó que la lancha atacada navegaba en aguas internacionales cuando fue alcanzada y que sus tres ocupantes —«terroristas masculinos»— murieron en la explosión.
En total, 27 segundos de acción, narrados por el comandante en jefe con lenguaje de guerra. «Esta mañana, por órdenes mías, fuerzas militares estadounidenses llevaron a cabo un segundo ataque cinético contra carteles de narcotráfico y narcoterroristas extraordinariamente violentos en el área de responsabilidad del Comando Sur», proclamó en Truth Social.
Con su estilo justiciero y amenazador, Trump avisó que, «si transportas drogas que pueden matar a estadounidenses, ¡te estamos cazando!», escribió. «Quedas advertido».
Ambos ataques se han producido sin que el Congreso haya sido consultado ni haya mediado declaración formal de guerra. Si bien el ataque ha despertado pocas críticas políticas de la oposición dentro de EEUU, los expertos internacionales no han dudado en calificarlo de ejecución extrajudicial. No hay más pruebas que la palabra de Trump sobre la identidad de los presuntos narcotraficantes, once de los cuales habrían fallecido en el primer ataque.
El ataque es semejante al modus operandi que utilizó EEUU con drones en la lucha contra el terrorismo de al-Aqaeda, pero si entonces el ejecutivo estaba amparado por la Autorización para el Uso de la Fuerza Militar (AUMF) de 2001, los expertos creen que esa ley no tiene validez para este caso, por mucho que el gobierno haya declarado organizaciones terroristas a los carteles de la droga. La AUMF se ha usado como coartada legal para ataques con drones en más de 20 países, sin que el gobierno de Trump haya precisado el modo en que estos misiles fueron lanzados.
Para el presidente, los cárteles del narcotráfico «extremadamente violentos», subrayó con abundancia de mayúsculas, «REPRESENTAN UNA AMENAZA para la seguridad nacional de EE.UU., su política exterior y sus intereses vitales». Si bien la advertencia es para todos los cárteles latinoamericanos, en ambos ataques se acusa a la lancha incendiada de haber partido de Venezuela y se la asocia con el Cartel de los Soles, del que se responsabiliza directamente a Nicolás Maduro y a la cúpula de su gobierno.
Ayer mismo el gobierno venezolano acusó a la flota estadounidense desplazada al Caribe para esta misión de haber retenido durante ocho horas a un barco de pescadores en aguas venezolanas. Maduro acusó a EEUU de buscar una reacción de su gobierno para tener una excusa con la que atacarlo. «No hemos caído en provocaciones, ni caeremos en ellas», aseguró.
Ahora, a por Memphis
Donald Trump volvió a poner a prueba ayer el alcance del poder presidencial al firmar una orden que le permitirá desplegar en la ciudad de Memphis (Tennessee), no solo a la Guardia Nacional, reservada para labores de emergencia, sino a varios cuerpos federales, entre ellos el BI, la Agencia Antidrogas (DEA), el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y los antidisturbios de los US Marshall. «Ahora vamos a enviar la gran fuerza», anunció. En esa ciudad demócrata de un estado profundamente republicano, espera contar con el apoyo del gobernador. «Después vamos a hacernos Chicago, que probablemente será la siguiente», anunció, «ahí vamos a ir a lo grande». En la lista de ciudades en las que utilizará la delincuencia como excusa para tomar el control está también St. Louis (Misuri). Tenemos que salvar a nuestras grandes ciudades», prometió. Su asesor, Stephen Miller, añadió que el gobierno «acabará con los delincuentes, ya sean de antifa, narcotraficantes o del Tren de Aragua».

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Enlace de origen : EE UU mata a tres tripulantes de una lancha de «narcoterroristas de Venezuela»