Baño de fervor y sol para la Patrona de Murcia

Baño de fervor y sol para la Patrona de Murcia

Martes, 16 de septiembre 2025, 16:17

Con gorra, sombrero de paja o con la cabeza descubierta. En carro infantil, a pie o con andador. Solos, en familia, con pareja o con amigos. Con zapatillas de deporte, sandalias o los pies descalzos. Para hacer una petición, cumplir una promesa, dar las gracias o, simplemente, por el placer de sumarse a una tradición con 245 años de historia. Hay tantos perfiles de peregrino, y tan diversas las motivaciones, como único es el sentimiento –de reto y logro a un tiempo– que acompaña a los cientos de miles de personas que, cada año como hoy, en el martes grande de feria, arropan a la Patrona de Murcia en su romería de vuelta al Santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta, esa casa que la cobija y que de ella toma su nombre.

Aún sin conocer las cifras de participación estimadas por la Policía Local de Murcia, y que suelen sobrepasar con mucho el medio millón, la Romería de la Morenica ha estado marcada este 16 de septiembre por un intenso calor y el batir continuado de abanicos propios y regalados. Un año más, residentes en todos los puntos de la Región, turistas de paso y vecinos de poblaciones cercanas a la Comunidad Autónoma han recorrido junto a la Fuensanta su peregrinar desde la Catedral hasta la pedanía de Algezares, en un recorrido que se iniciaba minutos antes de las 8 de la mañana en la puerta principal del templo catedralicio, en la plaza del Cardenal Belluga, desprovista ya su fachada de los andamios que el año pasado forzaron su salida desde la plaza de la Cruz.

Tras la misa oficiada por el obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, comenzaba una sucesión de vítores y salvas, de petaladas, fuegos artificiales y reencuentros, que concluían con el giro que la Patrona ha protagonizado hacia la entrada de su santuario, cerca de las 14.20 de la tarde. Entre los romeros, la boliviana Verónica Jordán confesaba que esta ha sido su primera romería, después de haber vuelto a la Región hace apenas un año, una década después de su primera estancia en ella. Descalza, en Verónica conviven hoy un anhelo y una promesa seguro compartidos por otros migrantes en tierras huertanas. «Le pido a la Virgen que puedan venir mis hijos desde Bolivia, y prometo que volveré a hacer con ellos, una vez más, este camino».

Ni mucho menos ha sido la primera romería para Emilio, miembro del grupo de amigos los ‘Romericos del día después’. «Desde que estaba yo en la barriga de mi madre, en 1947, no he dejado de salir excepto el año de la pandemia», relataba esta mañana frente a la iglesia del Carmen, uno de los puntos clave del recorrido. Como Emilio, José Coll es otro veterano del día grande de la Fuensanta. Un experimentado hostelero que lleva ofreciendo avituallamiento gratuito a los romeros –mistela en porrón y galletas de coco– desde 1966: 19 años en Santiago el Mayor y 40 años en el barrio carmelitano, en la esquina de su emblemático Mesón Los Pepes. «Han pasado sesenta años y solo pienso que la Fuensanta está igual de guapa», contaba emocionado esta mañana.

«’Mucha calor’ y mucha gente»

Además de las mesas improvisadas de degustaciones, a la venta o de regalo, el trazado de la Romería ha estado un año más jalonado de ‘burras’ metálicas sobre ruedas con cirios a 4, 5 y 6 euros, de churrerías ambulantes y, ya en las cercanías del Reguerón, de tenderetes con bidones cargados de hielo y bebidas frías, haciendo el agosto en septiembre gracias a las altas temperaturas. «Hace ‘mucha calor’ y hay mucha gente», se oía sin parar entre los vecinos de Santiago el Mayor y el barrio del Progreso, volcados ambos con la Morenica en su camino de ascenso al monte.

Las altas temperaturas no han sido obstáculo para que algunas familias hayan tirado la casa por la ventana y decidido acompañar a la Patrona también con sus benjamines y sus mayores. Así lo han hecho diecisiete miembros de la Peña La Romería, casi todos familiares entre sí y vecinos de Vistalegre, San Antolín, Churra y Cuenca, incluidas la pequeña Velentina, de 4 años, y la experimentada Juli, de 78. «Este año estrenamos camiseta azul para ir a juego con el manto de la Fuensanta», contaban junto al antiguo paso a nivel de Santiago el Mayor. Y es que la Morenica ha estrenado en romería un diseño ‘Globo’ con seda azul de Garín, donado por la familia de Luis Miguel García de Andrés –fundador de Pastelerías Luis Miguel–, y confeccionado en la misma fábrica valenciana de la que salió el manto original en 1879. En grupos más pequeños, en solitario o de a dos, también otros romeros vivían la jornada de forma especial. Como Miguel Arce, llegado de Beniel junto a Rubén Navarro y que ha cumplido con su piel como único calzado una misma promesa por tercer año consecutivo. «Tengo confianza absoluta en la Fuensanta», decía sonriente y convencido antes del ecuador de la jornada.

Una vez cruzado el Reguerón, punto crítico de fuerzas para el más pintado, el camino hasta Algezares se ha sucedido entre piropos de «guapa, guapa y guapa» y la tradicional petalada desde los balcones de La Rosaleda, la emblemática casa-torre que perteneció a la familia Barceló y hasta la que ha acudido el alcalde de Murcia, José Ballesta, que tal como inició una nueva Feria de Septiembre el pasado 4 de septiembre, en Belluga, ha bajado el telón de las fiestas hoy en la pedanía donde se guarecerá la Fuensanta hasta las fiestas de Cuaresma del año próximo.

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