El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, estará presente este lunes a mediodía en Egipto en la firma del acuerdo para el fin de la masacre en Gaza … y la paz en Oriente Próximo que entró en vigor ayer viernes, tras ser asumido por el Gobierno israelí de Benjamín Netanyahu y la milicia palestina Hamás bajo patrocinio de Donald Trump. Sánchez ha sido invitado por el Gobierno egipcio a una cumbre en Sharm el-Sheij, a orillas del Mar Rojo, con el que la comunidad internacional, con los países árabes al frente, pretende dar un espaldarazo explícito al pacto para hacer permanente el alto el fuego que ha puesto fin a dos años de castigo de Israel sobre la población civil de la Franja a raíz de los atentados de Hamás del 7 de octubre de 2023 y forjar una salida duradera y estable al conflicto histórico en la región.
A la cita, con el marchamo de episodio histórico, acudirán el presidente de Estados Unidos -erigido en inesperado muñidor de un acuerdo cuyo plasmación más inmediata es la tregua en Gaza y la comprometida liberación por la organización terrorista palestina de los rehenes hebreos-, los líderes árabes y también varios de los europeos. Una fotografía de alcance global en la que Sánchez tendrá hueco después de haber sido el mandatario de la UE más crítico con el Ejecutivo de Netanyahu desde casi el inicio de la represión del ejército israelí sobre la Franja y tras una semana en la que el presidente español ha escuchado de nuevo los reproches de Tel Aviv -pero esta vez, en un contexto marcado por el pacto para acabar con las hostilidades-, ha visto cómo Trump sugería la expulsión de España de la OTAN -aunque formalmente eso no es posible- y ha recibido con distancia el Premio Nobel de la Paz para María Corina Machado que da aire a la posición del PP y Vox contra el chavismo en Venezuela.
El Gobierno, con Sánchez a la cabeza, había convertido a la vuelta de verano su denuncia de la matanza en Gaza -calificada ya sin ambages por el presidente y sus ministros como «genocidio»- en punta de lanza de su estrategia política, después del noqueo que supusieron en junio la imputación y posterior ingreso en prisión de Santos Cerdán, el hasta entonces número tres del PSOE y hombre de máxima confianza del jefe del Ejecutivo. Y después de meses de tiranteces con el gabinete de Netanyahu una vez que España reconoció oficialmente al Estado de Palestina, cuya constitución ha sido una apuesta compartida por los sucesivos gobiernos del PSOE y del PP pese al actual choque frontal entre Sánchez y Feijóo.
Las circunstancias sobrevenidas, con un fulgurante plan de paz de Trump que ha cristalizado, al menos en su primera fase para frenar la masacre en la Franja, en menos de dos semanas, ha hecho coincidir el aniversario del 7-O y el impulso a una salida que se ambiciona definitiva para las hostilidades en la región con la aprobación por el Congreso del real decreto para el embargo de armas a Israel promovido por el Gobierno. La Embajada israelí en España ya calificó de «perverso, inhumano y aberrante» que la iniciativa fuera a votarse el mismo día en que se recordaba a las víctimas de Hamás en el segundo aniversario de sus atentados, lo que hizo que la Cámara baja, a instancias de Junts, pospusiera el refrendo al miércoles. Al día siguiente, Tel Aviv mencionó expresamente al de Sánchez entre los ejecutivos «hostiles» que, a su juicio, no debían participar esa misma jornada en la conferencia de París apadrinada por Emmanuel Macron y en la que estuvo el ministro de Exteriores, José Manuel Albares.
Es jueves se cerró con la airada sugerencia de Trump, en un despacho en la Casa Blanca con el presidente de Finlandia, para que la OTAN se plantee expulsar a España por la renuencia del líder del PSOE a llegar hasta el 5% del PIB en el gasto en defensa. Una invitación inviable en sus términos dado que la reglamentación de la Alianza limita las salidas a una decisión propia de los estados que la integran. Pero que evidenció que el mandatario estadounidense no olvida el pulso con el Gobierno español, que le replicó reivindicando que nuestro país tiene «tanto derecho» como EE UU a sentarse en la gran entente atlántica.
Pero el brillo de que se ha dotado Trump con el plan de paz para Oriente Próximo y que éste haya sido aceptado, a la espera de verificar su desarrollo, por las distintas facciones palestinas ha obligado al Ejecutivo de Sánchez y a las fuerzas de izquierdas a recomponer el discurso, tras semanas zahiriendo al PP de Alberto Núñez Feijóo por sus equilibrios entre el amparo a Israel frente al terrorismo de Hamás y la denuncia de la masacre perpetrada por Netanyahu en Gaza, con más de 60.000 personas asesinadas. Moncloa se ha esforzado en subrayar el reiterado compromiso que Sánchez ha mantenido con el logro de una paz consistente en la región cimentada sobre la solución de los dos estados. Y la vicepresidenta segunda y ‘alma mater’ de Sumar, Yolanda Díaz, ha matizado la evaluación crítica efectuada por los suyos del acuerdo cuando Trump lo lanzó.

Soy William Abrego, me uní como ejecutivo de SEO y me abrí camino hasta el puesto de Gerente Asociado de Marketing Digital en 5 años en Prudour Pvt. Ltd. Tengo un conocimiento profundo de SEO en la página y fuera de la página, así como herramientas de marketing de contenido y diferentes estrategias de SEO para promover informes de investigación de mercado y monitorear el tráfico del sitio web, los resultados de búsqueda y el desarrollo de estrategias. Creo que soy el candidato adecuado para este perfil ya que tengo las habilidades y experiencia requeridas.
Enlace de origen : Sánchez estará el lunes en Egipto en la firma del acuerdo sobre el plan de paz