Continúa la pesadilla de Alcaraz con París cuando se trata de jugar bajo techo. Da igual la localización, ya sea en Bercy o en … La Défense, los problemas siguen siendo los mismos. Safiulin, Humbert y ahora Norrie, todos ellos han sido capaces de inclinar al palmareño a las primeras de cambio. En este último envite ante el británico, además con una remontada en contra. Nunca encontró el buen camino Alcaraz, que acabó encadenando 54 errores no forzados, 29 de ellos con la derecha, su gran arma para ganar partidos.
Alcaraz volvía a jugar un partido en París 141 días después. Aún con la final de Roland Garros fresca en la memoria. Como si esa batalla de cinco horas y media con Jannik Sinner hubiera acontecido la semana pasada. La ciudad de la luz es especial para el de El Palmar. Dos títulos de Roland Garros y una medalla olímpica confirman el romance de Alcaraz con la capital francesa. Pero hay un torneo que aún no le ha correspondido, y anoche el número uno del mundo dio el primer paso para romper el maleficio.
Porque no es lo mismo jugar en París bajo techo que al aire libre para Alcaraz. El último Masters 1000 del curso siempre le ha provocado dolores de cabeza: el desplome ante Gaston en 2021 con todo el estadio cantando La Marsellesa, la lesión abdominal en 2022 o las caídas tempranas los dos últimos años frente a Safiulin y Humbert respectivamente. No le fue nada bien a Alcaraz en Bercy, donde se ha disputado el torneo históricamente, así que ahora buscaba sacarse la espina en el imponente La Défense Arena, nueva casa del torneo desde este año.
No le hizo un guiño el destino con el primer emparejamiento al murciano. Cameron Norrie aparecía como un hueso duro en el debut tras cerca de un mes sin competir. Doble examen para él: ganar y probar su tobillo izquierdo lesionado en Tokio. Feroz el británico desde el primer momento, imprimiendo un ritmo difícil de seguir para un Alcaraz que debía limpiar el óxido de todas estas semanas a pasos agigantados. Fresco de piernas Norrie, recordando al tenista que llegó a levantar el título de Indian Wells. Llegaba a todas las bolas, muchas de ellas imposibles, de un Alcaraz que no daba crédito al otro lado de la red. Una más, una más. Obligado a golpear una pelota más por culpa de la velocidad de un Norrie crecido. La primera opción de rotura fue para él, pero quien aprovechó la suya fue Alcaraz, protagonista absoluto del primer acto (17 ganadores y 19 errores no forzados).
Atenazado y con poco ritmo, el de El Palmar encontró antes el resultado que las sensaciones. Norrie, lejos de hundirse, mantuvo el ritmo en el segundo set y encontró el premio a tanto esfuerzo. Una rotura temprana dio ventaja al tenista nacido en Sudáfrica. La gran mayoría de los 16.000 espectadores presentes en la central de La Défense trataban de animar al palmareño, pero la reacción estuvo lejos en todo momento. De más a menos Alcaraz, acumulando errores (19 en la segunda manga). El partido, equilibrado, pero en cuanto a sensaciones, muy por delante Norrie.
Totalmente ofuscado el de El Palmar. Expresó sus sensaciones justo antes del tercer set a Juan Carlos Ferrero: «No sé qué está pasando, la siento cero», admitía Alcaraz refiriéndose a su golpe de derecha. También tuvo algunas palabras para la pista, que ha visto reducida su velocidad con respecto al año pasado: «Esto es tierra, es peor que Montecarlo», afirmó cabreado ante la mirada impasible de un Ferrero que trató de calmarlo justo antes del set decisivo. Las dudas no hicieron más que crecer en la cabeza de un Alcaraz que no encontraba la escapatoria. Sacaba adelante sus servicios Norrie con facilidad, al tiempo que el de El Palmar se hacía un lío.
Aprovechó la tesitura Norrie para tomar ventaja también en la tercera manga. Aún con todo el público a su favor, Alcaraz fue incapaz de encontrar en su tenis las respuestas a la ecuación propuesta por el tenista nacido en Sudáfrica, que acabó consumando la sorpresa: «He entrenado muchos días aquí. Me he sentido increíble estos días. Golpeando la pelota, moviéndome en la pista. Haciéndolo todo muy limpio. Pero hoy he sentido que no podía hacer más de lo que he hecho. Hay que dar crédito a Norrie, por supuesto, porque no me ha dejado sentirme bien y ha sido capaz de remontar el partido», admitió Alcaraz tras el partido.

Soy William Abrego, me uní como ejecutivo de SEO y me abrí camino hasta el puesto de Gerente Asociado de Marketing Digital en 5 años en Prudour Pvt. Ltd. Tengo un conocimiento profundo de SEO en la página y fuera de la página, así como herramientas de marketing de contenido y diferentes estrategias de SEO para promover informes de investigación de mercado y monitorear el tráfico del sitio web, los resultados de búsqueda y el desarrollo de estrategias. Creo que soy el candidato adecuado para este perfil ya que tengo las habilidades y experiencia requeridas.
Enlace de origen : Nuevo escenario, misma pesadilla para Alcaraz en París