Los opositores docentes podrán elegir entre dos opciones en el examen práctico y llevarse su copia

Los opositores docentes podrán elegir entre dos opciones en el examen práctico y llevarse su copia

Miércoles, 29 de octubre 2025

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Los opositores docentes tendrán cambios sustanciales en el modelo de exámenes, que fue objeto de quejas y polémica tras la última convocatoria. La Consejería de Educación ha rediseñado el formato después de la controversia y de que quedaran más de 300 plazas desiertas en ese proceso. La mayor opcionalidad en el examen práctico, el temario cerrado y la posibilidad de que los opositores se lleven una copia de su ejercicio son los cambios principales. Las modificaciones son relevantes y recogen algunas de las demandas planteadas en su día por los opositores descontentos.

Los ajustes se centran en el examen práctico, la prueba que suspendieron hasta un 90% de los aspirantes en algunas de las especialidades con mayor número de interinos presentados. Con el nuevo modelo, que se aplicará ya para la convocatoria del próximo julio, los opositores podrán elegir entre dos opciones de pregunta en la prueba práctica. El ejercicio será diseñado además por una comisión formada por tres miembros del tribunal, con el fin de que haya un trabajo conjunto sobre la prueba; hasta el momento, se encargaba de elaborar el ejercicio solo el presidente del Tribunal 1 de cada especialidad. Los sindicatos y la plataforma de opositores que han impulsado los cambios se quejaban precisamente de la unicidad en el diseño del examen, que quedaba a criterio de una sola persona. «Eso implicaba que pesara una visión única y también la propia especialidad del examinador, que podía influir en el tipo de preguntas», apunta Nuria Montiel, de Docentes Unidos. Desde el sindicato Sterm, consideran que el cambio implica «reconocer que ha habido una mala praxis hasta ahora».

Las preguntas de la prueba práctica se ceñirán desde las próximas oposiciones exclusivamente al contenido del currículo. Hasta el momento, ese ejercicio podía versar del contenido del currículo o del temario, lo que generaba inseguridad y desconcierto a los aspirante a una plaza de opositor, sorprendidos en ocasiones por el tipo de pregunta planteada.

Los interinos que no estaban de acuerdo con su nota en las últimas convocatorias se quejaban también de la sensación de indefensión que les generaba no poder contar con una copia del ejercicio una vez entregado para poder chequear así sus fallos y aciertos. Desde las próximas oposiciones, los aspirantes realizarán los exámenes en papel autocopiable y los candidatos se podrán llevar la copia del ejercicio que han realizado. El sindicato Anpe pide que se vaya más allá y reclama una justificación individualizada de las calificaciones, «es decir, no basta con que se lleven una copia de su examen, sino que los opositores quieren saber en qué han fallado y, por tanto, exigimos una justificación detallada de las calificaciones».

El nuevo modelo de exámenes, que se aplicará ya desde julio en todas las oposiciones de profesor y maestro, establece además que la convocatoria de empleo público incluirá las características específicas de la prueba práctica por especialidad, y los criterios generales de valoración por especialidad para la prueba práctica, el tema y la parte didáctica. Los aspirantes que participaron en el último proceso, que se han manifestado en varias ocasiones molestos por los resultados, denunciaron también la falta de concreción, que les dejaba «vendidos» a la hora de preparar las oposiciones.

Una vez la Consejería de Educación ha diseñado esos cambios, el modelo de exámenes sigue teniendo margen de mejora, ya que la normativa básica a la que se ajusta es estatal. El consejero, Víctor Marín, insistió ayer en que «es necesaria una revisión urgente del modelo de acceso a la función pública docente que compete exclusivamente al Ministerio de Educación, porque la normativa de acceso tiene cerca de 20 años».

El modelo de concurso oposición está regulado por normativa estatal de obligado cumplimiento para todas las comunidades autónomas, con el propósito de que se garantice la igualdad de condiciones en todo el territorio nacional, así que la actualización, estructural, que el Ministerio ya ha planteado, es competencia del Gobierno central. Entre otras cuestiones, los temarios datan de 1993 y están ya desactualizados y alejados de lo que se imparte en las aulas. De hecho, el Ministerio de Educación ha empezado a negociar con los sindicatos de enseñanza una reforma de la profesión docente que contemplaría la actualización de las oposiciones para hacer las pruebas más orientados a evaluar la capacidad docente.

El descalabro en las últimas oposiciones docentes, con casi dos de cada diez aspirantes suspensos y cerca de 300 plazas desiertas, puso en cuestión la obsolescencia del formato de las pruebas, que aspirantes, interinos, docentes, sindicatos de enseñanza y expertos calificaron de desfasadas. Las quejas sobre el examen práctico, que ha sido objeto de los cambios, fueron abrumadoras, ya que la media con el tema es eliminatoria, y dejó fuera del proceso a miles de aspirantes.

La próxima convocatoria de oposiciones corresponde al cuerpo de Maestros y se celebrará en julio con la previsión de convocar 1.500 plazas, cifra que probablemente aumentará tras las negociaciones con los sindicatos las próximas semanas. Para Marín, los cambios aplicados por su consejería facilitarán que las pruebas sean «más transparentes, objetivas y que los opositores conozcan su contenido y criterios de evaluación con antelación. El objetivo de estas nuevas medidas, que se estudiarán con los sindicatos en mesa de negociación, es mejorar el procedimiento en los aspectos que son competencia de la Comunidad».

  1. Interinos y sindicatos piden más modificaciones y reclaman participar en las negociaciones

Los cambios planteados por la Consejería de Educación fueron bien recibidos ayer por interinos y sindicatos de enseñanza, quienes reclaman, en cualquier caso, ir más allá y piden participar en la negociación del nuevo modelo. La plataforma Docentes Unidos considera que el hecho de que la Administración se abra ahora, después de las protestas, a modificar el formato, evidencia «que sí era necesario afrontar los cambios», reclama Nuria Montiel. «La debacle puso de manifiesto que el sistema está obsoleto y no obedece a la premisa de seleccionar a los más capacitados», reclama. Desde el sindicato Sterm, consideran que las mejoras «son insuficientes y no parten del consenso con el profesorado docente porque no ha habido negociación». Reclaman además que no se hayan abordado las condiciones laborales de los miembros de los tribunales, una cuestión «crucial para que tengan tiempo y estén en condiciones de evaluar los exámenes».

Como el resto de sindicatos, Comisiones Obreras considera que los cambios en los exámenes son fruto de las protestas y movilizaciones convocadas tras la convocatoria del pasado año. «Se corrobora la eficacia y el fruto de las concentraciones», resaltó Nacho Tornel, de la Federación de Enseñanza, quien también apuntó que algunas cuestiones importantes han quedado sin abordar, como «las condiciones laborales de los tribunales y la necesidad de que las plantillas de corrección sean públicas, lo que disiparía muchas dudas que atormentan a los opositores».

Anpe reclama además la aprobación inmediata de la oferta de plazas para las oposiciones al cuerpo de maestros con una oferta 1.624 plazas, mejoras en las condiciones laborales de los miembros del tribunal, la justificación individualizada de las calificaciones y la creación de una comisión específica para la valoración de los méritos.

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