
La Policía ha descartado el móvil terrorista en el apuñalamiento múltiple ocurrido este sábado dentro de un tren de pasajeros en el trayecto entre Doncaster … y Londres. El superintendente, John Loveless, que actúa como portavoz de la investigación, ha declarado este domingo que «nada sugiere que se trate de un atentado» confirmando los rumores surgidos horas antes de que el departamento especializado en terrorismo se había retirado del caso.
Loveless ha informado que, de los diez heridos en el ataque, dos continúan luchando entre la vida y la muerte en el hospital. De los restantes, cuatro han sido dados de alta y el resto de recupera de los numerosos navajazos recibidos en una extraña agresión que ha sembrado la alarma entre los británicos. La secretaria de Transporte, Heidi Alexander, ha anunciado que los pasajeros observarán este domingo «una presencia policial muy visible» en las estaciones y en los trenes «para tranquilizar al público».
Los dos detenidos durante el brutal apuñalamiento siguen bajo custodia y sometidos a interrogatorios para esclarecer los motivos de la agresión. Se trata de dos ciudadanos británicos, uno de 32 años y otro de 35 y ascendencia caribeña.
La noche del sábado se convirtió en una escena de pánico y confusión en el tren de las 18.25 horas que cubría el trayecto entre Doncaster y la estación londinense de King’s Cross, cuando un ataque con arma blanca dejó diez personas hospitalizadas, nueve de ellas con heridas que los servicios médicos calificaron como potencialmente mortales. El tren efectuó una parada no programada en la estación de Huntingdon, en Cambridgeshire, tras las llamadas de emergencia de varios pasajeros que alertaron de los apuñalamientos poco antes de las 19.40 horas. La Policía irrumpió en el andén mientras los equipos sanitarios atendían a las víctimas y evacuaban a los heridos más graves. A las 21.45, las autoridades locales confirmaron la detención de dos personas relacionadas con el suceso, que permanecen bajo custodia.
La Policía de Transporte Británica (BTP, por sus siglas en inglés) informó en un comunicado que las unidades de lucha antiterrorista colaboran en la investigación «para establecer las circunstancias completas y la motivación del incidente», aunque por el momento no se ha atribuido móvil alguno. La investigación se mantiene abierta, y las fuerzas de seguridad han advertido que aún no pueden determinar si el ataque guarda relación con el terrorismo o con un acto de violencia individual. No se han facilitado los nombres de las personas heridas ni los de los arrestados, y se desconoce también si existe vínculo alguno entre ellos.
Según testimonios recogidos por la prensa local, el caos se desató unos diez minutos después de que el tren saliera de Peterborough, cuando varios pasajeros comenzaron a gritar que alguien estaba apuñalando a la gente en los vagones delanteros. «Escuché que alguien gritaba ‘corran, corran, hay un hombre apuñalando a todo el mundo’, y al principio pensé que era una broma después de Halloween», relató Olly Foster, uno de los testigos entrevistados por la BBC. Explicó que al intentar ayudar a otros pasajeros notó su mano «cubierta de sangre» y que había «sangre por toda la silla» donde se había apoyado. Foster contó que un hombre mayor intercedió para proteger a una niña y resultó herido en la cabeza y el cuello, mientras otros pasajeros improvisaban torniquetes con chaquetas y ropa. El ataque, según su testimonio, duró entre diez y quince minutos, aunque «pareció eterno».
Sky News informó, citando a varios pasajeros, que un hombre armado con un cuchillo de grandes dimensiones fue visto posteriormente en el andén de la estación de Huntingdon, donde agentes armados le apuntaron con sus armas antes de reducirlo mediante el uso de una pistola táser.
El primer ministro, Keir Starmer, calificó el suceso como «un incidente atroz y profundamente preocupante» y exhortó a la población a seguir las instrucciones de las autoridades locales. En una breve declaración, expresó su «solidaridad con las víctimas y sus familias» y agradeció la «rápida respuesta» de los servicios de emergencia.
La compañía ferroviaria London North Eastern Railway (LNER), operadora del tren afectado, ha pedido a los pasajeros que aplacen sus viajes, advirtiendo de que las interrupciones en la línea se prolongarán hasta el final de este domingo. Su director general, David Horne, publicó un comunicado en el que se declaró «profundamente consternado y entristecido por este grave incidente» y agradeció a los equipos de emergencia su actuación «rápida y profesional». Añadió que la empresa «hará todo lo posible para apoyar a sus clientes y empleados durante este difícil momento» y aseguró que la prioridad seguirá siendo el bienestar de todos los afectados.
El suceso ha reavivado el debate sobre la violencia con arma blanca en el Reino Unido, un fenómeno que, según datos oficiales, muestra una tendencia ascendente desde 2011. El Ministerio del Interior ha informado de que más de 60.000 cuchillos han sido incautados o entregados voluntariamente en el último año, como parte de una estrategia gubernamental para frenar los delitos con arma blanca. El propio Keir Starmer, antes de su llegada al cargo, describió el fenómeno como una «crisis nacional» que requiere una respuesta coordinada entre el Estado, las comunidades locales y las fuerzas de seguridad. Portar un cuchillo en público sin una justificación razonable puede acarrear penas de hasta cuatro años de prisión.
El ataque en el tren de Huntingdon se produce apenas un mes después de un caso de apuñalamiento en una sinagoga de Mánchester, en el que murieron dos personas, un hecho que también generó conmoción dentro y fuera del país.
La Policía de Transporte Británica continúa recogiendo declaraciones y revisando grabaciones de cámaras de seguridad tanto en los vagones como en las estaciones de la línea afectada. Un portavoz del cuerpo señaló que se espera poder ofrecer información más detallada «una vez se haya completado el análisis forense y las entrevistas a testigos».
En la madrugada de este domingo, la estación de Huntingdon permanecía cerrada al público, custodiada por cordones policiales y unidades especializadas.

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Enlace de origen : La Policía descarta el móvil terrorista en el ataque con cuchillos en un tren del Reino Unido