España volvió a ser una apisonadora en Tiflis y dejó sentenciada la clasificación para el Mundial que se celebrará el próximo año en Estados Unidos, México y Canadá, la cual queda ya únicamente pendiente de estamparle un burocrático sello el martes al término del duelo que mantendrá con Turquía. Pese al triunfo del combinado otomano sobre Bulgaria, la cita en Sevilla se convierte en una mera formalidad tras la nueva exhibición de poderío que llevó a cabo La Roja este sábado en suelo caucásico, donde trituró a una blandísima Georgia mediante un nuevo ejercicio coral de los brillantísimos artistas que dirige Luis de la Fuente.
Dos goles Oyarzabal, otro de Zubimendi y uno más de Ferran Torres desataron, frente a una Georgia que no fue sino una mera comparsa, el enésimo festival de la actual campeona de Europa, a la que no hay baja ni polémica alguna que sea capaz de distraerla en su afán por coserse una nueva estrella de campeona del mundo en su pecho.
Lejos de verse afectada por las múltiples lesiones o los recurrentes tiras y aflojas con clubes que anteponen sus intereses por encima del bien común, esta España tan punzante arriba como sólida atrás va camino de firmar una fase clasificatoria sin tacha que refuerza su condición de favorita para la Copa del Mundo que se disputará en tierras norteamericanas y permite soñar con otro ciclo dorado como el que construyó aquella selección de Luis Aragonés y Vicente del Bosque cuyos pasos sigue la soldadesca que comanda con mano de hierro y guante de seda el mariscal De la Fuente.
Georgia
Mamardashvili, Gocholeishvili (Kashia, min. 46), Lochoshvili, Goglichidze, Mamuchashvili, Tabatadze (Kvernadze, min, 57), Mekvabishvili (Tsitaishvili,min. 72), Kiteishvili, Davitashvili (Abuashvili, min. 85), Zivivadze (Kvilitaia, min. 72) y Kvaratskhelia.
0
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España
Unai Simón, Pedro Porro (Llorente, min. 46), Cubarsí, Laporte, Cucurella, Fabián Ruiz (Barrios, min. 62), Zubimendi, Ferran Torres (Yéremy Pino, min. 80), Mikel Merino (Fermín, min. 62), Baena y Oyarzabal (Borja Iglesias, min. 71).
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Goles:
0-1: min. 11, Oyarzabal, de penalti. 0-2: min. 22, Zubimendi. 0-3: min. 35, Ferran Torres. 0-4: min. 63, Oyarzabal. -
Benoit Bastien (Francia). Amonestó a Mikel Merino. -
Incidencias:
Partido correspondiente a la fase de clasificación para el Mundial 2026, disputado en el Estadio Nacional Boris Paitchadze.
Diecinueve goles a favor, cero en contra y una sensación de superioridad insultante para sus rivales resumen el avasallador tránsito de un combinado que encadena 30 choques oficiales sin conocer la derrota, dejando atrás el histórico registro que consiguió en tiempos de Del Bosque, y que pisará el martes tierras hispalenses dispuesta a disfrutar de una merecidísima fiesta que se ha ganado a pulso como premio al exquisito fútbol, la contundencia en las áreas y la profesionalidad que destila allá por donde pasa.
Y es que pese a tener encarrilada la clasificación, De la Fuente otorgó carácter de estado a la visita a Tiflis, motivo por el que dispuso un once de etiqueta. Sin la electricidad por bandas de los renqueantes Lamine Yamal y Nico Williams, apostó por Baena y Ferran Torres como acompañantes de Oyarzabal en ataque. Recuperó a Fabián Ruiz, talismán de La Roja, para una sala de máquinas privada de la magia de Pedri, con el ‘killer’ Merino como enganche y Zubimendi ejerciendo de ancla. Y en la zaga, con Huijsen fuera por molestias musculares, fue Cubarsí quien se abrió paso junto al capo Laporte.
No quería confianza alguna el estratega de Haro, cuyo ejército asumió el mando nada más decretarse el inicio de las hostilidades y se puso de cara el partido enseguida merced a un penalti por mano de Gocholeishvili al intentar cortar un pase de Ferran Torres que ejecutó con el temple habitual Oyarzabal. No tenía mejor forma posible de celebrar sus 50 internacionalidades el atacante de Eibar, puñal de una España enormemente autoritaria que jugó a placer frente a un adversario que no fue capaz de plantarle cara.
A placer
Asumía Georgia que España estaba en otra dimensión, tal y como reconoció en la previa su seleccionador, razón por el que los pupilos de Willy Sagnol no tuvieron reparo alguno en adoptar un perfil reactivo. Su objetivo era cavar una trinchera en torno al área de Mamardashvili, pero España apenas tuvo que esforzarse para superarla. Bastó que Fabián Ruiz atisbase el desmarque en profundidad de Zubimendi para que el centrocampista del PSG dejase solo frente a Mamardashvili al pivote del Arsenal, quien definió con la clase propia de un nueve consumado para poner tierra de por medio.
Con los deberes resueltos en poco más de 20 minutos, podría haber sido comprensible que España bajase pulsaciones y se dedicase a sobar la pelota, pero la tropa de De la Fuente es insaciable y Ferran Torres aprovechó las facilidades que concedía Georgia para sentenciar la riña antes del descanso culminando una triangulación abierta por Baena y prolongada por Oyarzabal. El Tiburón elevaba así a 23 su cuenta de dentelladas con La Roja, situándose de esa forma como el noveno máximo artillero histórico de la selección compartiendo escalón con dos mitos del calibre de Alfredo Di Stéfano y Sergio Ramos.
El broche a una tarde redonda lo pondría, ya en la segunda mitad, Oyarzabal, que aprovechó un centro llovido de Ferran Torres para batir con un testarazo manso a Mamardashvili, igualar los ocho goles con la selección de Mikel Merino en lo que va de año y darle a España el pase virtual a un Mundial al que llegará metiendo miedo.

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Enlace de origen : España tritura a Georgia y prepara la fiesta en Sevilla