Antonio Zomeño
Jueves, 20 de noviembre 2025, 01:18
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El deporte rey vive su particular juego de tronos en Murcia. La fiebre generalizada por el fútbol, en un estado de salud exuberante que se refleja en una escalada sostenida de licencias, equipos y escuelas, amenaza con poner en jaque el desarrollo mismo de las bases murcianas. El tablero del fútbol regional transita por un fenómeno que roza la frontera de lo operativo, donde el crecimiento natural del número de jóvenes futbolistas ha provocado una presión absoluta sobre los campos de fútbol municipales, instalaciones públicas sin casillas libres para aliviar las listas de espera de algunos clubes.
70.000
licencias federativas
es la cifra que la FFRM estima alcanzar este curso en toda la Región de Murcia, un dato que se traduce en un crecimiento del 10% por segundo año consecutivo. Hace dos temporadas, el total ascendió a 54.416 fichas.
95%
de ocupación
entre los 38 campos de fútbol del municipio de Murcia, una situación límite para los 614 equipos federados que reúnen a más de 13.000 jóvenes futbolistas.
3.200
jugadoras
de fútbol han participado en los eventos ‘For Fun’ de la FFRM, las jornadas de captación del fútbol femenino, cuyo auge es uno de los principales motivos del crecimiento del ecosistema murciano.
El auge de la demanda en el último lustro en el municipio de Murcia, una percepción generalizada tras la línea de cal, se confirma a través de las cifras: por segundo curso consecutivo, el número de licencias de la Federación de Fútbol de la Región de Murcia (FFRM) ha crecido un 10%, un aumento que sitúa la previsión para esta temporada 2025-26 ligeramente por encima de los 70.000 jugadores, en comparación a los 54.416 de hace dos años. Esta pulsión encuentra su paradigma en el municipio de Murcia, donde la expansión del mapa amenaza con desbordar unos terrenos saturados de vida, con el riesgo de mandar al banquillo las ambiciones deportivas de los más pequeños.
Un equilibrio difícil
«La situación ahora mismo es crítica. No hay instalaciones suficientes en Murcia centro, y las que hay están desamparadas», argumenta Ángel García, director deportivo de la AD Vistalegre. Establecido en el Campo Municipal de La Flota, terreno que soporta el trabajo de 41 equipos de fútbol base repartidos entre tres clubes, este cuadro insignia de la capital se está viendo obligado a jugar de local fuera de su habitual residencia. «Esta semana he tenido que desviar cuatro equipos a otros campos para que puedan disputar sus partidos».
Un lavado de cara. El Municipal José Barnés vive obras en su césped antes del cambio completo de tapete, previsto para mayo.
Ros Caval / AGM
Estos problemas de logística no son exclusivos de la capital. Las instalaciones de multitud de pedanías también se están revelando como insuficientes para contener las cifras del fenómeno. Es el caso del CD Alberca, obligado a reducir su número de equipos este curso ante la llegada de nuevos inquilinos a un verde recién reformado. «Este año hemos dejado fuera por lo menos a 60 niños que querían jugar aquí», lamenta Jesús Pérez, presidente del histórico club. «Nos hemos quedado con 18 equipos en competición, pero los horarios son insuficientes. Apenas tenemos dos horas semanales de medio campo por grupo».
La situación se repite en todos los grandes centros neurálgicos del fútbol base murciano. «Ahora mismo tenemos lista de espera para poder crear más equipos, pero no podemos porque no tenemos más horas de campo», explica Joaquín Utrabo, director deportivo del CFS El Progreso, que entrena entre Patiño y Santiago el Mayor. Su club cuenta con 24 equipos, pero podrían ser 30. «Llevamos tres años que nos asignan las mismas horas, da igual si tenemos más equipos o si sacamos fútbol femenino. No hay espacio para crecer», asegura.
Clubes como el CD Alberca o El Progreso se han visto obligados a dejar fuera a decenas de niños por falta de horas y espacio
La Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Murcia reconoce la saturación de las instalaciones. En una reunión con este diario, el edil Miguel Ángel Noguera y su equipo de técnicos admitieron que los campos municipales rozan una ocupación del 95%: «Tenemos 38 campos y 614 equipos federados. La realidad es que no hay más espacio, y los clubes tienen que ser conscientes de estos límites. No impedimos a nadie crecer, pero tampoco podemos dar lo que no tenemos».
Un mapa desbordado
El Consistorio detalla que en la temporada 2025-26 hay 58 clubes y 13.555 deportistas federados usando los campos municipales. A eso se suman 9 centros escolares (1.301 alumnos) y 1.398 particulares. Todo ello genera un volumen total de 16.254 usuarios. La bonificación municipal para este uso supera el millón de euros, de los cuales la vasta mayoría corresponden exclusivamente al fútbol federado, que no paga por usar las instalaciones.
El trabajo en la escuela. Los pequeños del CD Alberca entrenando el pasado jueves.
Ros Caval / AGM
En el centro del municipio, donde se ubican campos como el José Barnés, La Flota, Santiago el Mayor o El Ranero, la masificación es absoluta. El ayuntamiento insiste en que muchos clubes ambicionan crecer, pero no quieren pagar el precio de desplazarse a pedanías menos saturadas como Sucina o Corvera. «Les ofrecemos alternativas en otros campos con más disponibilidad, pero muchos clubes no quieren moverse del centro», aseguran.
«Nosotros en el Barnés lo notamos, incluso entre los más pequeños. Hay padres que quieren meter a los niños con dos o tres años. Nosotros los cogemos a partir de cinco, pero la demanda está ahí», argumenta el mítico futbolista grana Manu Núñez desde el Parque de Fofó, donde el CD Barnés que dirige entrena esta semana por las obras de reparación que vive el césped de las céntricas instalaciones. «Antes jugábamos en la calle, pero ahora todos los niños quieren venir al campo».
Las causas del ‘boom’
Pese al cambio de paradigma, el crecimiento del fútbol murciano no es algo novedoso. La cifra de adscritos a la FFRM ha aumentado en todas las temporadas recientes, incluso en el curso 2019-20, afectado severamente por la pandemia. Entonces se superaron las 50.000 licencias. Un lustro más tarde, la cifra ronda las 70.000; unos 1.200 encuentros cada fin de semana dentro de las fronteras regionales. El crecimiento del fútbol base, siempre sostenido, ha vivido un acelerón en los últimos cursos, un fenómeno profundo cuyo diagnóstico pasa por la aparición de nuevas categorías a edades más tempranas, una mayor profesionalización del deporte base y un cambio en la percepción sociocultural del fútbol como un entorno más saludable, educativo y seguro. Pero gran parte del peso recae en el auge del fútbol femenino.
«En cuatro años, hemos pasado de tener 12 niñas en el club a más de 60 repartidas en tres equipos femeninos», comenta Jesús Pérez, presidente del CD Alberca. En esos cuatro cursos: pleno de balones de oro españolas, dos visitas del Alhama a la élite y un Mundial para la historia. «Empezaron siendo cuatro clubes, pero ahora prácticamente todos tenemos sección femenina», recalca Joaquín Utrabo, en la misma línea que Manu Núñez: «Antes solo estaban los chicos, pero las chicas también juegan y están progresando una barbaridad». En parte, este auge se explica a través del éxito de iniciativas de captación como el ‘For Fun’, eventos de la FFRM dedicados al fútbol femenino que ya han reunido a más de 3.200 nuevas jugadoras.
Sin campos a la vista
El ecosistema del fútbol base murciano vive un momento de esplendor, pero las fricciones comienzan a aflorar ante la amenaza del ‘no hay billetes’. Frente a la demanda obvia, ese ‘construir más instalaciones’ que emana del grueso del ecosistema del fútbol municipal, la Concejalía de Deportes no contempla la construcción inmediata de nuevos campos, inmersa en la financiación de obras de mejora de las instalaciones existentes.
El José Barnés, Sangonera la Verde, Alquerías y El Palmar 2 serán los siguientes en renovar tapete tras los seis cambios de césped realizados el año pasado, unas obras necesarias que rondan los 400.000 euros por barba. Mientras, proyectos para dotar al municipio de más infraestructuras acumulan polvo en algún cajón, como los campos de Santa Cruz o Santiago y Zaraíche, paralizados ante la falta de presupuesto. La ciudad deportiva del Real Murcia es un proyecto privado sobre suelo público que podría descongestionar la situación mediante el traslado de las bases granas, pero aún parece lejano.
En la era del culto al cuerpo, el deporte rey ha encontrado un límite físico a su evolución en el municipio de Murcia. Como un patio de recreo plural, pero sumido en una suerte de ‘juego de la silla’, donde cada vez más niños quieren participar pero el número de asientos continúa siendo el mismo. Las cifras de participación baten récords mientras clubes e instituciones bailan alrededor en un complejo equilibrio: hacen lo posible por no dejar a nadie en el banquillo, pero las sillas están contadas y la música amenaza con detenerse.
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Soy William Abrego, me uní como ejecutivo de SEO y me abrí camino hasta el puesto de Gerente Asociado de Marketing Digital en 5 años en Prudour Pvt. Ltd. Tengo un conocimiento profundo de SEO en la página y fuera de la página, así como herramientas de marketing de contenido y diferentes estrategias de SEO para promover informes de investigación de mercado y monitorear el tráfico del sitio web, los resultados de búsqueda y el desarrollo de estrategias. Creo que soy el candidato adecuado para este perfil ya que tengo las habilidades y experiencia requeridas.
Enlace de origen : El fútbol base murciano se queda sin sitio donde crecer