Martín Savi (Buenos Aires, Argentina, 2004) pone por delante un regalo: un calendario de 2026, «muy lindo», con paisajes de la Patagonia argentina, su tierra … natal, con fotografías de Claudio Suter. Sus ojos, de un azul imperial, son de cerca como dos lagos escondidos de Tierra de Fuego. El tenor bonaerense, a sus 21 años, conoce casi toda Argentina, aunque va y viene a España, donde pasa casi la mitad del año. Este sábado actuará en la plaza del Cardenal Belluga, a las 19 horas, dentro del espectáculo ‘Murcia enciende la Navidad’, con el que se activará el alumbrado especial anticipándose en más de un mes a la natividad de Jesús. Todo el mundo está invitado a este recital gratuito.
Savi está en Murcia estos días gracias a la productora murciana Starmind, fundada por el empresario Antonio Pellicer [fundador de Salzillo Tea & Coffee] con una misión muy concreta: «Starmind no solo crea artistas, también construye leyendas». Lo cierto es que Martín Savi está en vías de pertenecer a ese lugar exclusivo reservado para unos pocos. Tiene actitud y determinación. Hace unos días inauguró en Caravaca de la Cruz el ciclo ‘Sinfonías a través de monumentos históricos’, impulsado por la Concejalía de Cultura, con la colaboración del Instituto de las Industrias Culturales y las Artes de la Región de Murcia (ICA), y este sábado tiene preparado un repertorio para deslumbrar al público.
«Siempre quise ser cantante de ópera, estoy estudiando en el Instituto Superior del Teatro Colón de Buenos Aires, uno de los tres mejores del mundo por la acústica y los profesionales que hay, y me gustaría también meterme en la rama del pop. Sería entonces un cantante de ‘lyrical pop’ (pop lírico)», cuenta en la cafetería Drexco de la calle Almudena de Murcia con un café [«con leche que sale de la vaca», especifica].
«La gente no va a pasar frío gracias a la calidez de mi voz», proclama este artista, que tiene tres profesores de vocalización y canto, entre ellos la excelente soprano Haydee Dabusti, y también un profesor de idiomas y de fonética
«Los límites te los pones tú», dice con desparpajo y con la mirada fija en el interlocutor. «Me siento honrado de estar aquí, he visto el árbol de Navidad de Murcia, y no tiene nada que envidiarle a cualquier otro del mundo». Este sábado cantará ópera, villancicos y canciones populares que todo el mundo conoce, como ‘Granada’, ‘O sole mio’ y un poco de Julio Iglesias también, como el infalible ‘Me va, me va’. «La gente no va a pasar frío gracias a la calidez de mi voz», proclama este artista, que tiene tres profesores de vocalización y canto, entre ellos la excelente soprano Haydee Dabusti, y también un profesor de idiomas y de fonética.
«Puedo cantar en ocho idiomas diferentes: alemán, árabe, italiano, francés, español, inglés, portugués y hebreo. Por eso tengo dos o tres veces por semana profesor de idiomas, además de clases de movimiento escénico y de danza. En realidad, todo el día lo tengo diagramado para estar estudiando, haciendo gimnasia y estudiando, y estudiando… Esto te da una disciplina buena, y una manera de ser muy elaborada». Al idioma ruso aún no ha llegado, «pero si me lo piden, en una semana me puedo aprender una canción». Estudia la traducción, lo que quiere decir la letra, «trato de estudiar la cultura y la manera en que esa cultura sentiría esa canción, algo que influye en la interpretación, que para mí es lo más importante».
Martín Savi, en Murcia, este jueves.
Andrés Molina / Agm
No ha olvidado el día que cantó con Julio Iglesias, cuando tenía 12 años. «Fue en un concierto que él estaba brindando en Luna Park, un estadio de 15.000 personas en Buenos Aires. Escuché la canción ‘Caruso’, una de mis favoritas, escrita por Lucio Dalla, que la cantó con Pavarotti, y yo, que estaba en la fila 40, me fui corriendo a la primera fila, donde había un hueco libre, y me puse a cantar para que me viera. Julio Iglesias me escuchó y me invitó a subir al escenario a cantar con él. Eso fue en 2016, y sería un placer inmenso para mí volver a cantar con él».
Ya de pequeño ser cantante fue su meta: «Esto para mí no es un trabajo, es un sueño». Ha cantado para el Papa Francisco en el Vaticano, con Diego Maradona, con Il Divo y con José Carreras, y fue ganador de San Remo para menores de 18 años, y ha sido nombrado Misionero por la Paz. «Pero lo importante es transmitir emociones a la gente, nadie me obliga y me face feliz».
«Una de las dificultades más importantes fue el propósito cuando no tienes motivación. Seguir enfocado si no estás convencido totalmente de que tienes un propósito. Esto es lo difícil. Yo pienso en el objetivo y en lo que quiero, y tiro hacia adelante»
Siempre viaja con algún miembro de su familia. «Siempre hay riesgos, y hay que tratar de minimizarlos al máximo», sonríe. Después del buen gusto que dejaron en Murcia los actores Ricardo Darín y Andrea Pietra con la obra de teatro ‘Escenas de la vida conyugal’, Savi reconoce que su compatriota es un fenómeno actoral, «y yo no me he visto ahí, en el cine o el teatro, pero la gente dice que tengo pasta para hacerlo». También se ha lanzado a la composición, y ya tiene seis canciones de su autoría: «Un día me puse en una reposera a escribir y me salió eso».
Más de Whitney Houston que de Lady Gaga
Reconoce que es «mediovago» con los libros físicos y que prefiere los audiolibros y, sobre todo, escuchar música. Si le dan a elegir entre Lady Gaga y Rosalía, Martín Savi sonríe: «La verdad es que yo soy más de Luis Miguel, Pavarotti, Whitney Houston, Elvis Presley, Michael Jackson… soy más de la otra época. Me quedé con ese mundo».
¿Dónde está la mayor dificultad de un cantante? Formación y experiencia parecen determinantes, y hay que demostrarlo en el escenario. «Una de las dificultades más importantes es encontrar el propósito cuando no tienes motivación. Seguir enfocado si no estás convencido totalmente de que tienes un propósito. Esto es lo difícil. Yo pienso en el objetivo y en lo que quiero, y tiro hacia adelante». Martín Savi se ve cantando para multitudes, transmitiendo cosas importantes. Pero también para pequeños públicos. No se distrae con las cifras. «Me interesa cantarle a alguien, que esas personas se olviden de sus problemas conmigo y cambiar el día a esas personas. Solo busco eso».
A los seis años, de viaje con sus padres, no había señal de radio, y compraron un cedé de una gran cantante argentina: Valeria Lynch. A la vuelta, ya se sabía todas las canciones de memoria, «y las cantaba muy bien»
¿Cuándo se dio cuenta de que quería ser cantante? A los seis años, de viaje con sus padres, no había señal de radio, y compraron un cedé de una gran cantante argentina: Valeria Lynch. A la vuelta, ya se sabía todas las canciones de memoria, «y las cantaba muy bien». Empezó a ir a la academia de Valeria Lynch, donde le ayudaron a pulir el diamante de su voz. Argentina ha dado grandes voces, grupos e intérpretes, no solo en el tango. Podemos citar a la pianista Martha Argerich, al compositor Lalo Schifrin o los folcloristas Atahualpa Yupanqui y Mercedes Sosa.
En 2026 girará por España de la mano de la productora murciana Starmind con el musical ‘Jesucristo Superstar’, coincidiendo con el 50 aniversario del estreno en España con Camilo Sesto, un papel que, reconoce Martín Savi, es muy difícil de lograr. Surgirán entonces nuevos recuerdos que quién sabe si podrán desbancar al mejor de todos: el día en que pudo cantar ante el Papa Francisco el ‘Ave María’.

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Enlace de origen : Martín Savi, el tenor argentino que puede cantar en ocho idiomas: «Esto para mí no es un trabajo, es un sueño»