
El incendio en el pabellón de los negociadores de la Cumbre del Clima de Belém, que obligó a desalojar a delegaciones como la española, tuvo … su réplica figurada a última hora de ese mismo día, cuando se conoció el borrador del principal texto, el Muritao (antes ‘cover decisions’), propuesto por la presidencia brasileña. El gobierno de Lula Da Silva, que había inaugurado la COP30 con encendidas palabras de transición energética, había eliminado toda referencia a los combustibles fósiles. Hasta el miércoles se proponían dos opciones para seguir con la lucha por acabar con esta fuente energética contaminante y seguir la senda de reducir el calentamiento global. En las siete páginas que deben guiar a los países en sus compromisos climáticos no se hace mención a los combustibles fósiles.
Al leerlo, prendieron las llamas y 36 países, entre ellos España, se pusieron de acuerdo para enviar una carta de protesta contundente que, pese al lenguaje diplomático, muestra la indignación por echar por tierra el esfuerzo de treinta citas por el clima. «La propuesta no cumple con las condiciones mínimas requeridas para un resultado creíble de la COP. No podemos apoyar un resultado que no incluya una hoja de ruta para implementar una transición justa, ordenada y equitativa que nos aleje de los combustibles fósiles», escriben los representantes de países como Francia, Alemania, Bélgica, Reino Unido, Dinamarca… al expresar su «profunda preocupación con respecto a la propuesta actual».
La ausencia de este punto, tan debatido, que tantas horas de discusión dentro y fuera de la cumbre han ocupado a políticos, científicos y sociedad civil, implica un «resultado inferior», «un retroceso», continúan los firmantes, como Suecia, Suiza, Chile, Colombia, Costa Rica, México… Además «la exclusión de una hoja de ruta para abordar la interdependencia entre el clima y la naturaleza, en particular para detener la deforestación, sigue siendo profundamente preocupante. No reflejar esto indica que ni siquiera los temas menos polémicos pueden ser consensuados». Un punto que apunta directamente a un fracaso de los ‘facilitadores’ encabezados por Brasil.
Adiós ambición
Prosiguen las delegaciones de Austria, Bulgaria, Croacia, Chequia, Estonia, Fiyi, Finlandia… «la ambición debe ir acompañada de medios de implementación adecuados. Reiteramos que la implementación debe apoyarse mediante resultados concretos en materia de financiación, tecnología y desarrollo de capacidades. Sin esto, la ambición se queda en mera retórica y la implementación se vuelve inalcanzable». Nada parece haberse conseguido en la sede amazónica de la COP. «El verdadero liderazgo exige la presentación de un texto que impulse la respuesta global a la crisis climática, no uno que reduzca las expectativas para complacer a los más reacios».
En los pasillos de la Cumbre del Clima se denunciaba las prisas por aprobar un texto final, que siempre ha requerido de un delicado consenso y que en ocasiones ha requerido más tiempo, uno o dos días más, para que el documento final no tenga menos «ambición» (palabra clave muy repetida en las COP) que el anterior. Pero esta vez el texto retrocede a la casilla de salida, con agravantes. «Nos preocupan las narrativas emergentes que sugieren que los países ambiciosos están ralentizando el progreso. Esto no refleja la realidad».
«El desafío surge cuando se presenta un paquete que omite elementos esenciales con la expectativa de una aceptación incondicional, reflejando únicamente lo que es aceptable para unos pocos», prosiguen Islas Marshall, Mónaco, Países Bajos, Panamá, Palaos, República de Corea, Eslovenia, Tuvalu… «La ambición no debe presentarse como un obstáculo; son los intentos de limitarla los que obstaculizan nuestro progreso colectivo».
Con la firma también de Georgia, Guatemala, Honduras, Islandia, Irlanda, Kenia, Liechtenstein, Luxemburgo y Vanuatu, los países rebeldes finalizan: «Solicitamos respetuosamente, pero con firmeza, a la Presidencia que presente una propuesta revisada que refleje las opiniones de la mayoría y restablezca el equilibrio, la ambición y la credibilidad del proceso». El incendio de este jueves en Belém fue doble, y el metafórico todavía no está controlado.
Posición española
Una vez conocida la carta de protesta, la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Sara Aagesen, máximo representante español en la COP30, ratificó la posición mostrada el día anterior: «Estamos en una situación difícil. Hemos visto el texto proporcionado por la presidencia. No es suficiente y tenemos tiempo para mejorarlo», mantuvo en rueda de prensa desde Belém. «Necesitamos asegurar que esta COP proporcione un plan de respuesta claro a la brecha de ambición e implementación que hemos visto bajo el plan NDC que responde. Una vez más, quiero mencionar la palabra alinear la ciencia para abordar temas clave que impulsen la reducción global de emisiones. En particular, abordar los combustibles fósiles».
«Eso es lo que necesitamos urgentemente», prosiguió. «Muchos países quieren unirse a nosotros apoyando la hoja de ruta para la transición como parte de un paquete político que nos gustaría ver salir de Belém, un proceso que se base en los compromisos existentes y nos ayude a avanzar cada vez más rápido. Estamos en una década crítica. Necesitamos que esto se refleje en el texto hoy. Vemos que el paquete que hemos visto es insuficiente».
Antes del fracaso
El fracaso amenazaba la Cumbre del Clima. Durante el viernes, día en que se suponía debía salir una declaración consensuada que permitiera avanzar en la próxima COP, la número 31, a celebrarse en Turquía, se aceleraron las negociaciones. En la tarde se reunían los ministros de los países participantes, en torno al Mutirao, o texto final con los temas más polémicos. Ya antes, la ministra Aagesen había sostenido otro cónclave con países de la Unión Europea.
Ante el descontento de las partes y la protesta pública de algunos países, a los que se iban sumando otros, como afirma una fuente de Belém, la presidencia brasileña convocó a una nueva reunión para esa tarde (21 horas españolas), donde se tratarán «múltiples asuntos», incluyendo los que fueron eliminados del borrador presentado el jueves, incluyendo las hojas de ruta de la descarbonización y el final de los combustibles fósiles.
Las propuestas de transición energética y la financiación están sobre la mesa, pero no se espera que termine de negociarse hasta varias horas después. Si es que hay voluntad de enmendar el error de cálculo del día anterior. «De tantas cosas que no hay, cualquier cosa puede suceder», decía una fuente consciente de la falta de tiempo y del «sentido de urgencia» de la última hora. ¿Habrá tiempo para debatir?
En paralelo las ONG daban una rueda de prensa: «No jueguen con nosotros», advertían. «A pesar de la presión social y política, no se incluye una mención a la transición justa y ordenada para los combustibles fósiles». La dinámica, acusó Philippine Mélager, técnica de Acción Climática en Ecodes, es dilatar la acción climática. «Necesitamos que el texto que tendremos en unas horas o unos días, contesten a esa urgencia y tengan una hoja de ruta que incluya la financiación».

Soy William Abrego, me uní como ejecutivo de SEO y me abrí camino hasta el puesto de Gerente Asociado de Marketing Digital en 5 años en Prudour Pvt. Ltd. Tengo un conocimiento profundo de SEO en la página y fuera de la página, así como herramientas de marketing de contenido y diferentes estrategias de SEO para promover informes de investigación de mercado y monitorear el tráfico del sitio web, los resultados de búsqueda y el desarrollo de estrategias. Creo que soy el candidato adecuado para este perfil ya que tengo las habilidades y experiencia requeridas.
Enlace de origen : España protesta ante Brasil por eliminar los combustibles fósiles en el texto final de la Cumbre del Clima