Musulmanes, cristianos y judíos recrean en Lorca el pasado de la ciudad de frontera

Musulmanes, cristianos y judíos recrean en Lorca el pasado de la ciudad de frontera

Sábado, 22 de noviembre 2025, 22:01

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Batallas, pactos, tratados, traiciones, derrotas y conquistas forman parte de la historia medieval de la ciudad, que se recreó este sábado en un vistoso desfile. Más de mil figurantes interpretaron a ilustres personajes musulmanes, cristianos y judíos que dejaron su huella en Lorca. Las tres culturas coexistieron en un hostil territorio de frontera y kábilas, mesnadas y aljamas marcharon triunfales por la avenida Juan Carlos I ante miles de espectadores.

Iban ataviados con lujosas vestimentas, con telas brocadas y sedas, algunas de llamativos colores. En la singular puesta en escena, no faltaron carrozas, caballos y dromedarios para recrear el amplio periodo desde la llegada del primer musulmán, en el año 713, cuando se selló el pacto de Tudmir, hasta la visita a la ciudad de Fernando el Católico en 1488 para recabar tropas y acometer la última fase de la conquista granadina.

El espectáculo organizado por la Federación San Clemente con motivo de las fiestas patronales dio comienzo con el grupo Bereberes de Campillo. Representa la dominación musulmana y el comienzo de la implantación de la cultura islámica y el emir Abd Al Azid Ibn Musa simbolizó la entrada triunfal en la ciudad, acompañado por su esposa favorita, Egilona. También desfiló el grupo Muladíes de Lurqa con el emir Daysam Ibn Ishaq y su favorita, Azhual. De su vestimenta, destacan las capas bordadas y el brillo de cristal.

Los Caballeros del Santo Sepulcro evocaron una de las primeras incursiones cristianas en la ciudad musulmana del siglo XII. Los integrantes lucieron bordada en sus trajes y capas la cruz de Godofredo. Los Almohades de Lurqa lucieron su estandarte bordado a mano con canutillo de polvo de lapislázuli y de rubí. Antecedieron a la Mesnada del Infante Alfonso de Castilla, de cuya vestimenta destaca la capa bordada sobre raso de seda carmesí en sedas y canutillo de oro y plata inspirada en un vestigio del manto original que se encuentra en el sarcófago de su hijo Sancho IV, custodiado en el Real Monasterio de las Huelgas de Burgos. El infante portó una réplica exacta de la Corona de los Camafeos, conservada en la catedral primada de Toledo.

Los grupos Mudéjares de Lurqa y Benimerines rememoraron el dominio musulmán en la ciudad. El caudillo mudéjar Almoniara estrenó un llamativo peto de cuero repleto de escamas de metal. Dieron paso a las Damas de Aragón, tras las que desfiló el primer grupo de la cultura judía con Bene Aleví, presidido por Izaque Jahení, recaudador de impuestos de los musulmanes, que llevaba en su mano un viático de plata. La nobleza castellana estuvo representada por los Caballeros de Xiquena, compuesto por jinetes y amazonas, y por los Caballeros de la Orden Templaria de San Juan. Lucieron el Guion Real de Juan II, bordado a mano sobre fondo carmesí. Las 15 mujeres que también forman parte de este grupo estrenaron trajes.

Nuevo estandarte judío

El grupo judío de Bene Abendanno estaba presidido por José Rufo, que ejerció de alcaide de la ciudad. Estrenó un estandarte bordado sobre terciopelo granate en hilos de oro y plata en canutillo y sedas. El elemento central es el candalabro de nueve brazos, fiel reflejo de la Janukia gótica, que forma parte de la colección del museo de la historia medieval Ciufront. Escoltaron al grupo judío siete jinetes que realizaron un espectáculo ecuestre.

Al frente del grupo de Bene Aventuriel estuvo el rabí y talmudista Rabi Mosh Abenahayón. Desfiló con una Torá o libro sagrado realizado en piel que tiene más de dos siglos de antigüedad y que fue donado en 2022 a la Federación San Clemente por la comunidad judía de Málaga.

En la agrupación de los Caballeros y Dama de los Reyes Católicos sobresalía la regia estampa de Isabel en su trono. Desfilaron los estandartes de armas de caballería e infantería que son fieles réplicas bordadas en sedas y oro de los originales que se encuentran en la Capilla Real de Granada.

Cerró el desfile el cortejo de San Clemente con la talla del Patrón de la ciudad. Iba escoltado por los 23 miembros del cortejo cardenalicio de la Hermandad de San Clemente. Dos singulares piezas precedieron la imagen: la réplica de la cruz de cristal de roca de Fernando el Católico del siglo XV, cuyo original se custodia en San Mateo, y la corona papal, cincelada a mano sobre plata y metales blancos, bañados en oro y piedras semipreciosas. Antes de la incorporación del patrón al desfile, el grupo Coros y Danzas bailó la jota lorquina ante la imagen en la plaza de Calderón.

Mañana, festividad de San Clemente se celebrará la tradicional romería y lorquinos y visitantes podrán asistir a las recreaciones históricas de lo que ocurrió el 23 de noviembre de 1244 en la alcazaba.

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