
Con las banderas de España y de la OTAN coronando su vela y la canción del grupo cartagenero Arde Bogotá ‘Exoplaneta’ sonando por megafonía interior, … el submarino ‘Isaac Peral’ (S-81) entró este viernes por la mañana en su base del Arsenal de Cartagena tras haber navegado más de cinco mil millas por el Mediterráneo, la mayoría en inmersión. Todo ello durante los 45 días que ha durado la primera misión internacional y al servicio de la OTAN del que es el primer submarino de diseño y fabricación española, resultado de la colaboración entre la Armada y la empresa pública Navantia. En el muelle norte del Arsenal, fue recibido por el personal de la Base, Escuela y Flotilla de Submarinos, así como por familiares de los miembros de la dotación.
«Felicidades, habéis hecho historia», les dijo desde el muelle el jefe de la Flotilla, el capitán de navío Alfonso Carrasco Santos, en sus cálidas palabras de bienvenida y agradecimiento a las familias. Se refirió así al hecho de que es la primera vez que un submarino de la Clase 80 se adentra en el imprevisible Mediterráneo, a las felicitaciones recibidas de los altos mandos de la OTAN y del Mando de Operaciones por el trabajo realizado, así como por el hecho de que después de nueve décadas un submarino español visitó un puerto egipcio, en este caso el de Alejandría. El S-81 hizo allí una de sus tres escalas, junto con las bases de Augusta, en Italia, y Souda, en Grecia.
Esas tres paradas para descansar y hacer víveres fueron los únicos momentos de esparcimiento para una dotación que en su primera misión internacional tuvo el encargo de la OTAN de realizar misiones de vigilancia para la seguridad en el Mediterráneo. «Hemos visto barcos de interés, los hemos vigilado e informado de ello», dijo con gran reserva el comandante del buque, el capitán de corbeta Fernando Clavijo Rey-Stolle. Estas misiones generan información clasificada. A grandes rasgos, el ‘Isaac Peral’ se ha encargado de hacer tareas de policía marítima, seguimiento a buques sospechosos de colaborar con países y regímenes enfrentados a la OTAN, como Rusia y sus aliados en el Mediterráneo, y de apoyar las misiones de seguridad para la navegación que realizan las flotas permanentes de la Alianza.
Clavijo se mostró más que satisfecho del rendimiento del submarino en su crucero de resistencia y además de confirmar que han realizado tareas imposibles de alcanzar con los anteriores submarinos S-70, construidos hace cuarenta años, reveló: «Hemos hecho cosas con este submarino que no me esperaba». Esas «cosas» son maniobras de distinta índole que también son secretas, aunque el comandante destacó también a grandes rasgos las facilidades para la maniobrabilidad, el posicionamiento y la obtención de información que tiene el ‘Isaac Peral’. La Armada también guarda con celo la mejora del llamado coeficiente de indiscreción de la nave, la métrica que mide la detectabilidad de un submarino convencional cuando tiene que aproximarse a la superficie para tomar aire con el que recargar baterías, respecto al tiempo total de navegación.
El «reto» alcanzado «hay que ponerlo en valor», destacó el capitán de navío Carrasco, quien dedicó el primer ‘bravo zulú’ (buen trabajo, en la jerga naval) al ‘Isaac Peral’. Tras una semana de descanso en su base, el submarino se hará a la mar de nuevo para realizar tareas de patrulla naval y ejercicios de adiestramiento con otras unidades de la Armada.

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Enlace de origen : El comandante del S-81 tras su primera misión OTAN: «Hemos hecho cosas con este submarino que no me esperaba»