Viernes, 28 de noviembre 2025, 18:35
La Navidad se proyectó este viernes desde Murcia hacia las estrellas con la presencia de una de carne y hueso, el actor ‘hollywoodiense’ Richard Gere, que vino finalmente sin la compañía de su mujer, después de que esta sufriera un pequeño percance.
No obstante, quiso el intérprete norteamericano mostrarse poco más que como un secundario de lujo, algo que no acabó de conseguir entre los gritos de ‘¡Richard, Richard!’ del público asistente. El protagonismo era, sin embargo, para otros: los niños de la Fundación Aladina, entidad dedicada a la ayuda y acompañamiento a los pacientes enfermos de cáncer infantil y sus familiares.
Fueron estos pequeños, con algo de retraso sobre el horario previsto, y encabezados por Noel y Emma, los que pusieron el corazón para lanzar la magia. Y no lo hicieron de manera figurada o poética, sino de forma literal, ya que los pequeños colocaron un corazón a los pies del gran abeto luminoso, para que este subiera hasta la copa al ritmo de su latido. Fue ese el momento en el que la plaza Circular estalló de luz.
Con la boca abierta se quedaron los miles y miles de asistentes durante los seis minutos de éxtasis navideño con 65 cañones de luz -«visibles desde la huerta», según el Ayuntamiento-, rayos láser en diversas direcciones, una lluvia de nieve artificial y de pompas de jabón y una sucesión de fuegos artificiales, entre las miles de lucecitas que los asistentes mostraban gracias a los pequeños arbolitos repartidos por la organización. Las palabras «¡qué bonito!» Se escucharon en casi cada rincón.
No obstante, acabado el espectáculo, el árbol se quedó a oscuras durante unos minutos, lo que hizo pensar a los asistentes que se había producido un fallo eléctrico que fuentes municipales niegan, pese a lo anticlimático del final. Antes, un emocionado Ballesta había dado paso a los pequeños Noel y Emma, al fundador de la fundación Aladina, Paco Arango, y al propio Gere, que entró a la plaza con un «¡Hola ‘Mursia’, hola chicos!».
«Tenéis un alcalde increíble», señaló indicando que este acto es «todo por los niños y para los niños» y que estas celebraciones nos recuerda que «somos criaturas de luz, no seres oscuros». «Si nos vemos uniendo nuestras luces propias, podemos imaginar el jardín de luz que podría ser este mundo», concluyó.
Y todo esto ocurrió en una plaza en la que prácticamente no cabía un alma. No daban las cinco y media de la tarde y los tranvías ya bajaban abarrotados de pasajeros. Todos se daban por avisados de que esto sería así. Con las seis en el reloj, los asistentes comenzaban a entrar en el recinto casi en estampida y lo llenaban en unos pocos minutos.
Unas pantallas colocadas en el perímetro de la plaza permitieron seguir el acto a todos aquellos que no consiguieron un mejor lugar para presenciarlo y que tuvieron que ubicarse en zonas vías adyacentes como Alfonso X y avenida de la Constitución.
Como telonero de este espectáculo de luz y color, Drilo y su Pandilla, ataviados como Papá Noel, amenizaron la espera hasta el momento culminante, mientras los más jóvenes los acompañaban cantando, esos mismos a los que Richard Gere les queda ya muy lejos: el cocodrilo murciano es menos global pero es más de su generación.
TikTok como ventana
«La verdad es que no he visto ninguna película suya; lo conozco por lo que me dice mi madre y por lo que veo en TikTok: ni he visto Pretty Woman, pero se suben ‘edits’ como momentos de la cinta, como la escena de las compras», comentaba Paola a sus 18 años. La aplicación china se ha convertido en la ventana al mundo de la Generación Z.
La Reina de la Huerta Alba Franco, reconocía haber visto alguna, «aunque a la que le hacía ilusión que viniera era a mi madre, que es a la que la marcó cuando tenía mi edad; pero reconozco que fue alguien importante».
No era este el mismo caso el de talludito José Antonio, «emocionado» por ver a una estrella de su juventud. «Aunque realmente, estoy aquí más por mi mujer, que es a la que le parece guapo», confesaba entre risas. Los móviles comenzaron a asomar cuando se corrió el rumor de que el actor había llegado a la plaza.
Concluido el éxtasis sensorial navideño, fue el turno de la fiesta musical, la cual corrió a cargo del conocido DJ y productor musical, Carlos Jean. «Alguien tiene ganas de divertirse por aquí», señalaba casi como maestro de ceremonias. Después vinieron unas horas de música electrónica en plena plaza Circular.
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Enlace de origen : Richard Gere, una estrella para proyectar la Navidad de Murcia al cielo
