La Policía Nacional de Cartagena detiene a 19 personas en el último año por robos en viviendas

Aunque en esa operación jugó a su favor el hecho de que este último robo se produjo en Cartagena y conocer muy bien las posibles vías de escape de los delincuentes, su tasa de detenciones y resolución de delitos no ha hecho más que aumentar. No en vano el comisario Damián Romero elogió su labor durante la celebración del patrón de la Policía Nacional, destacando que esta unidad es «una de las mejores de España».

Para ellos la clave de este éxito radica en tres pilares fundamentales: la detección de patrones, la experiencia y preparación de los siete agentes que conforman la unidad, así como la estrecha colaboración que mantienen con otras plantillas de la Policía Nacional e incluso de otros cuerpos de las fuerzas de seguridad. «Si no fuese así sería imposible y es la ciudadanía la que sale beneficiada».

En septiembre también llevaron a cabo la ‘operación Oliver’ con la que resolvieron ocho delitos de robo en viviendas de Cartagena, Elche y Alicante. Pero la más anecdótica tuvo lugar durante la pandemia y los llevó a atravesar España entera hasta detener en Asturias a un grupo organizado itinerante, que terminó con la detención de cuatro personas y el cierre de más de 20 robos cometidos en Granada, Almería, Málaga, Gijón y Cartagena. «Lo que esta unidad busca es que Cartagena no sea una ciudad amable para los ladrones», aseguró Bernal. Además del carácter itinerante de los robos, otra de las características que tienen en común es que «lo que buscan en las casas cuando entran suelen ser joyas y dinero». Bernal destacó también el hecho de que los autores de este tipo de robos son en su mayoría «georgianos y suelen ser grupos formados exclusivamente por hombres». De hecho, de las 19 personas que han sido detenidas este año, 14 son de esa nacionalidad.

Los siete agentes que componen la unidad tienen en común su dilatada experiencia y, sobre todo, la vocación. «No podríamos hacer este trabajo, sin horarios y a veces hasta sin vacaciones, si no nos gustara lo que hacemos. Para nosotros la mayor satisfacción es cuando le devolvemos a alguien sus pertenencias robadas. Para algunas personas esos recuerdos son irremplazables», aseguró el jefe de la unidad.

Una de las herramientas que la Policía Nacional está potenciando más es el uso de sus redes sociales para ofrecer consejos de seguridad a la población. Desde la unidad de Crimen Organizado recomiendan seguirlas, ya que «son vídeos cortos para evitar robos y están haciendo un gran trabajo de prevención». Entre los consejos que ofrecen, el jefe de la brigada de Policía Judicial destaca la instalación de cámaras de videovigilancia en las comunidades de propietarios porque tiene un importante efecto disuasorio». Otra de las recomendaciones está enfocada a las personas mayores y vulnerables para evitar el conocido como «hurto cariñoso» e incluye «no llevar joyas a la vista y evitar a desconocidos que sobrepasan la distancia social».

Dada la tasa de resolución de casos que ha alcanzado, la metodología con la que trabaja la unidad de Crimen Organizado se ha convertido en un ejemplo a seguir para otros cuerpos. Así lo confirmó el jefe de la Brigada de Policía Judicial de Cartagena, José Bernal, quien aseguró que «nuestro sistema de investigación se está exportando fuera. Tanto es así que, en congresos y reuniones a nivel Europol, España abandera los proyectos que están enfocados a la lucha contra la delincuencia itinerante». Bernal hizo hincapié en que no se trata de «vender humo, los resultados están aquí. Policías de otros países aprenden nuestros métodos, que se basan exclusivamente en la búsqueda de patrones». Igualmente destacable, pero probablemente más complicado de exportar es el otro factor que distingue a esta unidad es que «son un equipo impresionante», declaró.

En la mayoría de los casos detectados de robos en domicilios se trata delincuencia itinerante, lo que significa que quienes los cometen no se establecen en Cartagena. Entre los métodos que emplean los ladrones destaca el llamado «bumping», aunque también utilizan ganzúas o «impresioning», que consiste en acceder a la casa haciendo un molde de la llave, sin forzar la cerradura ni dejar rastro. «Esto hace que, algunas veces, cuando recuperamos los objetos robados y se los entregamos a los propietarios éstos no saben ni que se los han quitado», comentó.

En cuanto a la preparación del robo, el jefe de la brigada recordó que lo que buscan los ladrones son «primeras viviendas en las que no haya nadie. Evitan las casas habitadas, pero tampoco quieren casas de veraneo». También explicó que la técnica del hilo invisible u otros tipos de marcaje de los domicilios son un delito en sí mismo» porque son actos preparatorios para la comisión de un delito y hay condenas con penas de cárcel por ello».