El sector de comidas preparadas crece firme con los nuevos hábitos y suma 500 negocios en la Región

Un tercio del valor añadido bruto (VAB) de este sector lo aporta ya la provisión de comidas preparadas para eventos, mientras que los dos tercios restantes corresponde a otros servicios de comidas. Así lo recoge en el informe ‘Restauración y consumo fuera del hogar 2024. Observatorio del sector Food Service en España y sus regiones en el contexto europeo’, publicado por Cajamar. También se refleja que dicha actividad representa el 9,7% del VAB de todo el sector de la restauración. Se trata del nivel de creación de riqueza máximo del último lustro, si bien su peso alcanzó un máximo en 2020 dentro de un contexto marcado por el cierre y las medidas restrictivas en bares y restaurantes con la pandemia.

El salto tras la pandemia

Por lo que se refiere a los trabajadores que desarrollan su labor en esta actividad se elevan a 5.357, que forman parte del total de 177.645 afiliados a la Seguridad Social en este segmento en España al cierre de diciembre de 2024. Lo que supone un 5,2% más que en 2023. Es decir, la tercera mayor subida por comunidades, que encabezan Baleares (+8,2%) y Andalucía (+6,9%). En cualquier caso, Madrid y Cataluña son la que más empleo acumulan en valores absolutos, concentrando el 21,6% y el 17,5% del total de cotizantes, respectivamente. En el año 2020 los murcianos empleados en este sector eran 4.096.

El tejido productivo de esta rama de actividad de alimentación está integrado exactamente por 504 mercantiles en la Comunidad, sobre un total de 14.440 firmas en el conjunto del país. Una cifra que supone un incremento del 1,8% en relación al año anterior –dos décimas por encima de la media española– y que se suma al repunte del 3,8% que se produjo en el ejercicio 2023 frente a 2022. De esa manera se recoge en el trabajo dirigido por Joaquín Maudos, realizado junto a Jimena Salamanca, pertenecientes a la Universidad de Valencia y al IVIE (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas). Además, esta evolución acontece dentro de una tendencia al alza que empezó a fraguarse en pleno covid, cuando a nivel nacional el impacto fue negativo (-0,9%).

En cuanto al tamaño, existe un claro predominio de las microempresas, que suponen el 68,8%, a las que hay que sumar otro 25% de pequeñas. Mientras que las medianas suman el 6,2%. Y es que la inmensa mayoría de este ecosistema productivo lo conforman pequeños establecimientos de comidas para llevar que se reparten por ciudades y pueblos. De ahí que ello influya en la configuración de las plantillas de trabajadores, donde se aprecian mayores rasgos de temporalidad y dedicación a tiempo parcial.

Claro que hay algunos ejemplos de empresas dedicadas a la elaboración más industrializada de platos que han experimentado un gran desarrollo en los últimos años. Ahí emergen proyectos líderes, como el de Nueva Cocina Mediterránea, fundado en 2002 por Luis Miguel García de Andrés, propietario de las conocidas pastelerías Luis Miguel, en Murcia, que ofrece soluciones alimentarias mediante la creación de los denominados productos de cuarta y quinta gama, como son los cocinados y envasados que solo necesitan un calentamiento (microondas, horno) para ser consumidos. Aunque, en especial, merece hacer hincapié en su apuesta por la producción a gran escala de ensaladilla rusa.

Dentro de la rama empresarial especializada en la elaboración de comidas preparadas, Andalucía es con diferencia la primera autonomía con mayor número de empresas (3.483), representando casi una de cada cuatro en España (24,1%). Le sigue en importancia Cataluña (18,9%), Madrid (14,1%) y Comunidad Valenciana (13,2%). Mientras que el caso murciano, su peso del 3,5% la sitúa casi al mismo nivel que Galicia (3,6%) y por encima de territorios como Castilla La Mancha (3,2%), Castilla y León (2,6%) y País Vasco (1,5%).

Por otra parte, este subsector regional representa en estos momentos hasta el 7,5% del mercado total de la restauración en la Comunidad, tras haber ganado cada vez más presencia en los últimos años. En el global español, la cuota de las comidas preparadas se queda en el 5,9%, cuando cinco años antes era del 5,6%.

Diferencias regionales

En la Región de Murcia se contabilizan hasta 6.746 empresas en todo el sector de la restauración, en las que trabajan más de 37.000 personas. De las que 124 corresponde a hoteles y alojamientos similares, 1.780 a restaurantes y puestos de comida y 4.338 establecimientos de bebida.

También las diferencias regionales son acusadas cuando se analiza la competitividad. Así, mientras que el sector de la restauración de Baleares y Canarias es un 31% y 22% más competitivo que la media nacional, respectivamente, el de la Región de Murcia y la misma Madrid es un 22-23% menos competitivo. Un aspecto que se explica por el crecimiento acumulado de los costes laborales (+15,3% entre 2019-2023). En este terreno, el sector de comidas preparadas presenta una productividad del trabajo claramente inferior al agregado global de la restauración.

«Nos dedicamos a las comidas preparadas desde el año 2000, cuando empezamos en Beniaján, y vemos que este sector va continuamente en alza». Así lo afirma Francisco Linares, fundador de Saboralia, firma que cuenta actualmente con dos establecimientos de comidas para llevar en la ciudad de Murcia -en las calles Andrés Baquero y Ronda de Levante-, «después de trasladarnos al centro en 2008 a raíz de la crisis económica». En 2016 fue cuando abrieron su segundo local.

«El ritmo de vida que lleva la gente ahora, con familias en las que trabajan los dos miembros de la pareja, con poco tiempo para cocinar y también para comer, hace que esta tendencia siga creciendo. Además, en nuestro caso ofrecemos una dieta mediterránea, con platos de toda la vida que son buscados cada vez más por los clientes, por lo que notamos una mayor demanda», señala Francisco, que lidera un negocio familiar junto a su mujer, y en el que también está integrado su hijo. En total, cuentan con 14 empleados, «a los que cuidamos mucho», resalta.

También apunta que «la inflación en alimentación está siendo bastante dura, además, siempre sobran productos de las cestas de la compra de que no se aprovechan. Por lo que si sacas cuentas, aparte de la comodidad, resulta incluso más barato comprar la comida hecha que si uno solo tiene que cocinarla». De hecho, «como dijo Juan Roig, de Mercadona las cocinas acabarán por desaparecer en las casas».

En el caso de Saboralia también ponen el énfasis en el valor distintivo de su cocina tradicional, «con materias y productos de primera calidad» con el que atienen a su clientela fiel. Por ello, «entre las ventas directas en nuestros establecimientos, sumado a los pedidos de las plataformas, atendemos una media de 500 pedidos diarios, que supone que estemos dando de comer entre 1.000 y 1.200 personas al día», manifiesta.

Por otro lado, «el tema del ‘delivery’ también está muy en aumento. Nosotros tenemos mucha venta que entra por internet para que le lleven el pedido su domicilio», según Linares.