Navidad en pandora

Navidad en pandora

Jueves, 18 de diciembre 2025, 19:33

Comenta

Llega la Navidad y los más nerviosos de España son los pavos y Zapatero, y aunque Ferrero y Alcaraz no puedan tomarse el turrón juntos, podemos consolarnos yendo al cine a refugiarnos del frío y Cortylandia.

Los Reyes Magos nos mandan carbón por adelantado (eso de que lo vean todo es un problema), pues nos traen la tercera (¿o era cuarta?) entrega de la saga (¿o era franquicia?) de Avatar, ‘Avatar: fuego y ceniza’. He estado tentado de ir a la reseña que hice de la última y pulsar ctrl + c, puesto que la historia es siamesa. Una vez más un supuesto paraíso natural se ve asaltado por las fuerzas del mal, aunque esta vez los nativos no ponen la otra mejilla. Todo es igual (de simple) que siempre, hasta repiten malo, aunque por supuesto los efectos visuales son apabullantes y se merecen todos los premios que seguro se llevan.

Pero esto no es un laboratorio de I+D+I, sino una película y la historia pesa mucho, y en este caso no llega ni a peso pluma. Un aburrimiento de más de tres horas (tiempo de vida que nadie nos devolverá), un largometraje con presupuesto y ambición del Titanic y que artísticamente corre la misma suerte. Lo bueno y lo malo, según si eres un avatarense o no, es que la siguiente entrega de estos pitufos creciditos no llegará hasta el 2029 (gracias a Dios).

Ya que empecé con un director que me deja frío con sus fantasías de ciencia ficción, seguiré con otro que siempre calienta mi alma, Francois Ozon, responsable de ‘El extranjero’, nueva adaptación de la obra maestra de Albert Camus (el libro francés más importante del siglo pasado). Un hombre que gasta traje marrón como alma, es juzgado por un crimen que comete, pero sentenciado por ser un tullido emocional. Un monumento al absurdo, que a veces nos recordará a ‘El proceso’. El blanco y negro, que ya usó Ozon en ‘Frantz’ (2016), con la que tiene evidentes similitudes, vuelve aquí a mostrarse en toda su belleza. Benjamin Voisin, ya visto en la seductora ‘Verano 1985’, es el protagonista que clava la apatía hasta la irritación del señor Meursalult, que es tan mítico en la literatura como Bloom o Ripley.

La otra francesa de la jornada es una en la que Jodie Foster regala, como es habitual en ella, una buena interpretación, la primera integra en francés. En ‘Vida privada’ interpreta a una psiquiatra que quiere desentrañar el misterio que rodea la muerte de una paciente con la ayuda de su ex marido. Una intriga plagada de fina comedia que nos hará recordar a una película de Allen, especialmente a esa pareja de detectives aficionados de la magistral y divertidísima ‘Misterioso asesinato en Manhattan’ (1993).

Una película de miedo nunca puede faltar en estas fechas. ‘Keeper’ es el relato de los terrores que sufre una mujer cuando su marido tiene que dejarla sola en una de esas casas aisladas en medio de la nada que tan bien funcionan como escenario de terror y para los anuncios de Securitas Direct. A pesar de su apariencia convencional se dice que estamos ante una de las mejores en su género de la década (cosa que las productoras dicen cada seis meses). Os toca juzgar a vosotros.

Tras tantos solomillos ha llegado el momento de comer hamburguesas. Un thriller que es la adaptación de una novela (evidentemente súper ventas, por eso se adapta) sobre una chica que entra a servir en una mansión. ‘La asistenta’ es heredera de todos esos films en que el servicio o se transforma en el dueño, como en ‘El sirviente’ (1963), o en el psicópata, como en ‘La mano que mece la cuna’ (1992), o en una víctima propiciatoria como en ‘Puñales por la espalda’ (2019). Aquí es la perjudicada de unos ricos con más problemas que ceros en sus cuentas.

Que tengáis una semana, y una Navidad, de cine.

Enlace de origen : Navidad en pandora