El Real Murcia da la cara pero no puede con un Betis de otra galaxia

De hecho, el cuadro verdiblanco fue un rodillo que no quiso dar ninguna oportunidad al conjunto entrenado por Colunga, que solo se atrevió de verdad en los últimos minutos del partido, pero que no fue lo suficientemente venenoso para poner contra las cuerdas a su rival. Al menos, el Real Murcia se va de la Copa con la cabeza bien alta y ya puede pensar en la liga y en el Europa, su próximo rival en una competición a la que se debe agarrar para volver cuanto antes al fútbol profesional.

Dominio visitante

La primera parte del Real Murcia – Betis demostró que entre el equipo grana y el bético hay un abismo futbolístico. Eso sí, el equipo grana mantuvo el tipo y consiguió irse vivo al vestuario con la cabeza bien alta, recibiendo un solo gol y demostrando que es un equipo con orgullo y que no va al suelo tan fácilmente. De hecho, el equipo de Manuel Pellegrini dominó, fue el dueño del balón y sometió al equipo de Colunga durante gran parte del primer acto. Metió la gran ocasión que tuvo, derivada de una mano dentro del área de Alberto González que Martínez Munuera decretó como penalti y que Cucho Hernández, un delantero de primer nivel, transformó en gol.

Pero el Real Murcia, tímido durante buena parte del primer tiempo, se soltó la melena al final del primer acto y tuvo ocasiones para empatar el partido. Las más claras, un remate de Jorge Sánchez a los 34 minutos de juego y después de una jugada a balón parado, y la segunda, un doble remate de Jaso y Flakus que pudo derivar en el empate a uno, aunque los dos granas no estuvieron acertados a la hora de batir a Adrián San Miguel. Lo mejor fue que la afición del Real Murcia supo valorar el esfuerzo de sus futbolistas, que tenían frente a sí a estrellas como Bartra, el Chimy Ávila o el propio Cucho Hernández que demostraban su calidad en cada acción del partido.

El 0-1 al descanso no convenció a Pellegrini, que decidió meter de una tacada a Pablo Fornals y Ricardo Rodríguez. Y el Betis fue el que tuvo el control del partido en el arranque de la segunda mitad, aunque no consiguió asustar a un Real Murcia cada vez más asentado. Perder por solo un gol ya era una buena noticia. A los 70 minutos de juego el Betis seguía siendo superior, dominaba el encuentro, pero no pasaban demasiadas cosas a pesar de la diferencia de nivel entre los dos equipos. Pellegrini no se fiaba del partido, ni del Murcia. De hecho, decidió sacar a Antony para buscar con más ahínco la puerta de Piñeiro. Colunga también quería dar un paso adelante y tiró de Isi Gómez y Palmberg, el futbolista señalado por Colunga en el partido del Sabadell.

Antony se probó desde lejos, pero Piñeiro paró. El Real Murcia dio un paso más adelante y comenzó a creer en el empate. Se acercaba cada vez más a la meta de Adrián San Miguel, pero le costaba generar ocasiones de gol. Al menos, seguía vivo a pesar de que enfrente estaban Antony y Cucho Hernández, dinamita pura. Pero el equipo grana no pudo parar una contra de Antony y Aitro Ruibal que, tras un mal despeje de Piñeiro y Héctor Pérez acabó dentro de la meta grana. Fue un jarro de agua fría para un equipo, el de Colunga, que al menos recibió el cariño de gran parte de su público, de la gran mayoría que no abandonó el estadio tras el 0-2, que reconocieron así el esfuerzo de sus futbolistas, que pese a tener enfrente un Betis cargado de estrellas lo intentaron hasta el final.