Viernes, 19 de diciembre 2025, 08:00
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Viajar con niños en invierno requiere más que un abrigo y una bufanda. Las bajas temperaturas, la escasa visibilidad y las carreteras húmedas o con hielo pueden convertir un trayecto familiar en un verdadero reto. Para que los viajes sean seguros, cómodos y sin sobresaltos, incluso en condiciones meteorológicas adversas, CYBEX, especialista en seguridad vial infantil, comparte una serie de consejos para ayudar a los padres a planificar cada trayecto.
Confirmar el buen estado del vehículo es tan importante como asegurarse de que el sistema de retención infantil (SRI) esté homologado, ajustado a la altura y peso del niño y correctamente instalado. CYBEX recomienda que los niños de 0 a 4 años viajen en sentido contrario durante el mayor tiempo posible. Las sillas con base giratoria, como los portabebés (hasta los 87 cm, 2 años, aprox.) y los grupos 0+/1 (hasta los 105 cm, 4 años, aprox.) permiten orientar la silla facilitando la colocación y retirada del bebé del vehículo de manera cómoda y segura. A partir de los 100 centímetros, los niños pueden usar un alzador con respaldo y reposacabezas reclinable, que protegen mejor la cabeza y el torso que un elevador simple en caso de impacto lateral. Además, se desaconseja utilizar sillas de segunda mano o que hayan sufrido golpes y cuyos materiales podrían estar desgastados, pudiendo comprometer la seguridad del pequeño.
Enciende la climatización del vehículo unos minutos antes de iniciar el viaje para que alcance una temperatura agradable, alrededor de los 22 grados. Un habitáculo cálido al principio evita que los niños pasen frío y permite empezar el trayecto cómodamente.
Evita abrigos gruesos o voluminosos bajo el arnés de la silla de coche, ya que pueden afectar su ajuste y comprometer la protección en caso de frenazo o impacto. La forma más segura de mantener al niño caliente es colocar primero el arnés y luego cubrirlo con una manta ligera por encima, o bien utilizar sacos cubrepiés homologados, un accesorio que permite mantener la temperatura corporal sin interferir en la seguridad.
Aunque haga frío, es importante detenerse cada dos horas. Los niños pueden estirarse, hidratarse y tomar algo, evitando que se sientan incómodos o irritables. Si hace mucho frío, la planificación de paradas puede ser en áreas de descanso con espacios en el interior. Al mismo tiempo, los padres pueden ventilar el coche, lo que reduce la acumulación de humedad y mantiene un ambiente saludable.
Aunque haga frío, el sol horizontal de invierno puede ser intenso y deslumbrante, especialmente reflejado en nieve, hielo o superficies húmedas. Utilizar parasoles y capotas -que ya incluyen muchas sillas de coche- ayudan a proteger la vista de los pequeños y evitan molestias. Además, es importante asegurarse de que no haya corrientes de aire frío directo, que pueden generar incomodidad o resfriados. Una correcta orientación de los conductos de ventilación contribuye a mantener un ambiente cálido y confortable.
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Enlace de origen : Temperatura, corrientes de aire y abrigo: lo que debes saber para viajar seguro en invierno con niños
