El Caesa Cartagena cambia de imagen, pero no es suficiente para tumbar al líder

La diferencia entre el líder y el colista quedó plasmada en el parqué del Palacio de los Deportes de Cartagena desde el primer cuarto y no por errores del Cebé, que compitió con el alma, sino por el nivel superlativo de los coruñeses, que hasta en un parcial discreto consiguieron irse nueve arriba y eso que Svejcar se puso cabezón. El escolta se echó el equipo a la espalda con 8 puntos y dos triples para empezar mandando en el marcador. El Leyma estaba muy fallón desde el triple, pero su profundidad de banquillo le permitió a Carles Viñas hacer y deshacer a su gusto. La entrada de Diop y Barro empezó a igualar la balanza, haciendo mucho daño en el rebote ofensivo.

El mayor error lo cometieron a falta de 14 segundos para el final del cuarto. Los pasos de Polynice dejaron tiempo para un ataque más y, para colmo, Thiam enchufó un triplazo sobre la bocina. El primero que lanzaba en toda la temporada. Le dio confianza ese tiro al senegalés, que empezó el segundo cuarto como un cohete. Empezó a mostrar sus cualidades y hacerse el dueño de la pintura. Siempre estaba bien colocado para dejarla caer en la red. Bajo su mando puso al Leyma +18, pero Faverani calmó los ánimos.

Entró en escena la figura de Miguel Ayesa. El escolta no estaba entrando demasiado en los planes de Félix Alonso y ayer le dio motivos de que esto tiene que cambiar. Jorgensen, que avisaba de que su muñeca ya estaba caliente, metió dos triples y Ayesa le contestó consecutivamente, dejando claro que la intención de su equipo era de luchar. Quedaba medio partido todavía, aunque el italiano no estaba muy por la labor.

De qué manera entró el ‘4’ del Leyma tras el descanso. Iba encendido y todo lo que lanzaba caía en el saco. Triple tras triple puso a su equipo 21 arriba. Estaba incontestable y contra un jugador caliente nada se puede hacer. Te llames Caesa Cartagena o seas el ‘Dream Team’.

Honor cartagenero

Una fiera desbocada que se iba al banquillo con el trabajo hecho, pero no entraba en sus planes el resurgir cartagenero. Un resurgir de bloque donde Harguindey, Alberto Martín, Garuba, Davis y Rivera aportaron su granito de arriba para mantener con vida el encuentro y vaya que sí lo hicieron.

Una de las asignaturas pendientes: el último cuarto, la han recuperado con nota. Consiguieron ponerse a siete puntos y posesión en el arranque. Pero la calidad de los coruñeses y, sobre todo, los rebotes ofensivos mantuvieron a raya a los albinegros, que mostraron una gran versión y acabando a menos de diez puntos.

El resultado es lo de menos porque el Palacio pudo ver a su equipo competir y mejorar en muchas facetas. Solo 10 pérdidas, 80 puntos, cuando su media no llega a 70, y 15 rebotes ofensivos hizo el equipo de Félix Alonso. Son unas bases fuertes para empezar a construir algo nuevo y que la situación cambie. Veremos si confirman esto ante HLA Alicante o simplemente es un mísero espejismo.